Boletín UNAM-DGCS-653
Ciudad Universitaria.
14:15 hrs. 3 de Noviembre de 2009


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EN AUMENTO, LA INCIDENCIA DE CATARATAS ENTRE LA POBLACIÓN MEXICANA


• La razón, el incremento de adultos mayores y de personas con enfermedades crónico degenerativas asociadas, afirmó Jorge Berriel y Calvi, académico de la FESZ de la UNAM
• El padecimiento consiste en la pérdida de la transparencia del cristalino, el “lente” del ojo
• Es responsable del 45 por ciento de la ceguera en el país, y cada año se suman entre 50 mil y 60 mil nuevos casos


La incidencia de cataratas entre la población mexicana va en aumento; la razón es el incremento de adultos mayores y de personas con enfermedades crónico degenerativas asociadas, como la diabetes, afirmó Jorge Berriel y Calvi.

El académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza explicó que ese padecimiento ocular consiste en la pérdida de la transparencia del cristalino, el “lente” del ojo, y se puede presentar desde el nacimiento (congénito) o adquirirse con el transcurso del tiempo.

El primer caso puede ocurrir cuando la madre se contagia de rubéola, se expone a radiaciones o ingiere fármacos que producen esa embriopatía.

“Un hecho interesante es que el cristalino sólo tiene irrigación sanguínea en la etapa fetal. Después del nacimiento se cierra el vaso que nutre esta estructura para que quede transparente. Cuando no ocurre de esa forma y quedan residuos, se presenta la catarata capsular posterior congénita”, explicó.

En el segundo, se hallan las traumáticas. Las producidas por actividades laborales como el soplado de vidrio (debido a las altas temperaturas) o las que derivan de otras enfermedades, propias del ojo o de otro órgano, como la diabetes mellitus, que provoca “cataratas diabéticas”, o de algunos trastornos del metabolismo, y de órganos de secreción interna como la tiroides y la paratiroides.

Este padecimiento es responsable del 45 por ciento de la ceguera en el país, y cada año se suman entre 50 mil y 60 mil casos nuevos, de acuerdo con el Programa Nacional de Cirugía de Cataratas de la Secretaría de Salud, dijo.

Según esa instancia (2007), aproximadamente un millón 600 mil personas mayores de 45 años tienen la afección, y de éstas, 700 mil tienen ceguera total. La frecuencia se incrementa conforme aumenta la edad, y tiene una incidencia mayor en mujeres que en hombres.

En México, los problemas visuales constituyen la segunda causa de discapacidad; como muchos otros padecimientos degenerativos y discapacitantes vinculados a la edad, la ceguera por cataratas se asocia con invalidez total y con una dependencia mayor hacia miembros de la familia, con la consecuente pérdida de estatus social y, en muchos casos, discriminación o maltrato, indicó el especialista.

Las cataratas, abundó Berriel y Calvi, se pueden clasificar, de acuerdo con la parte que afectan, en capsulares anteriores, posteriores, nucleares o totales.

Pueden ser, por su coloración, lechosas, azulosas, verdosas (como en el caso de la catarata complicada con glaucoma) u oscuras, llamadas morganianas, las más evolucionadas.

De acuerdo con el periodo en que se atiende el paciente, prosiguió el universitario, se clasifican en incipientes, intumescentes o totales. Conforme avanza, el afectado presenta mayores dificultades en la visión, hasta que lo único que percibe es la luz.

El único tratamiento que existe es quirúrgico; no obstante, se cuenta con el conocimiento y la tecnología que hacen posible atender exitosamente el 95 por ciento de los casos. En especial, destacó la técnica de facoemulsificación, consistente en la eliminación de la catarata por ultrasonido, con menos molestias para el paciente y una evolución satisfactoria.

Un aspecto importante, aclaró, es que no se puede definir en qué tiempo alguien estará en condiciones de ser operado; pueden pasar semanas, meses o años. Por ello, se requieren exámenes médicos con regularidad y “oportunidad en la intervención”.

También por procesos inflamatorios o infecciosos se pueden producir cataratas secundarias, que suelen ser complicadas, señaló.

Las cataratas no siempre se presentan en los dos ojos, al mismo tiempo, ni siguen la misma evolución; su principal síntoma es la pérdida de agudeza visual, que generalmente no causa dolor, y cuando se detectan, el paciente debe estar en condiciones de ser operado, porque si es diabético y no está controlado, no puede ser intervenido.

Si alguien presenta visión nublada, difusa o deficiente en la noche por efecto de las luces brillantes; cambio en la percepción de colores; variación frecuente en la graduación de los lentes de corrección; visión doble, con manchas blancas o nubladas, debe acudir con un especialista, recomendó.

Asimismo, aconsejó a las mujeres embarazadas evitar la exposición a radiaciones o fármacos, a los diabéticos estar controlados, y a la población, en general, en la medida de lo posible, evitar accidentes, sobre todo a quienes, por su oficio, se exponen a que un cuerpo extraño lesione sus ojos.

El objetivo de la investigación referente es que las intervenciones sean cada vez menos traumáticas, con mejores resultados y económicas, porque muchos adelantos quedan excluidos de la gente con bajos recursos, finalizó Jorge Berriel y Calvi.

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Fotos

El objetivo de la investigación sobre las cataratas es que las intervenciones sean menos traumáticas, con mejores resultados y económicas, dijo Jorge Berriel y Calvi, de la FESZ de la UNAM.