En México, es indispensable acordar en el
discurso y en los hechos que la desigualdad y los elevados
niveles de pobreza no son compatibles con un progreso verdadero,
y establecer que es más importante el desarrollo
social que la opinión de las calificadoras de riesgo
de inversión, aseguró el rector de la UNAM,
José Narro Robles.
El problema es estructural y de futuro, y no coyuntural
y de ahora, agregó. Debemos atrevernos a pensar en
grande y fijar objetivos de largo alcance, convocar a la
unidad y no generar divisiones.
Al participar en la ceremonia de Renovación
del Fuego Simbólico, consideró que para lograr
el avance del país es necesario, en primer lugar,
alcanzar un consenso sobre el proyecto de nación
al que se aspira y, en segundo, modificar el modelo de desarrollo,
porque lo importante no sólo es generar riqueza,
sino distribuirla convenientemente.
En el Museo Regional de la Alhóndiga de
Granaditas, el rector de la UNAM advirtió que aún
se está en la posibilidad de hacer lo que se debe,
pero el tiempo se agota.
Por ello, abundó, es necesario supeditar
los legítimos intereses particulares y de grupo,
a los de nación, definir prioridades y destinar mayores
recursos a la educación superior, la ciencia y la
cultura.
Narro Robles pidió no repetir los errores
que tanto daño hicieron a México en otros
momentos; para ello, la educación, en especial la
del nivel superior, es fundamental.
Después, en el Recinto de los Héroes,
el rector Narro, con el gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez
y el presidente municipal de Guanajuato, Nicéforo
Guerrero Reynoso, recibió los Fundamentos de la Patria,
conformados por bandera, escudo e himno nacionales, una
edición de documentos facsímiles de la época
de la Independencia y la Revolución, así como
una réplica de la campana de Dolores.
Por su parte, el gobernador Oliva Ramírez
comentó que la enseñanza es un elemento fundamental
de la verdadera libertad, pues sólo a través
del conocimiento se puede decidir libremente el camino que
se habrá de tomar.
A lo largo de 200 años de vida independiente,
la academia ha estado comprometida con la construcción
de un país mejor, más justo y humano. Dentro
de este esfuerzo, la labor de la UNAM ha brillado siempre
con el talento de sus maestros y egresados, elementos de
cambio y transformación en todos los aspectos de
la vida social, económica y política, concluyó.
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