Boletín UNAM-DGCS-618
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 19 de Octubre de 2009

Javier Echeverría


CONTRIBUYE LA CULTURA DE LA INNOVACIÓN A SUPERAR LAS CRISIS Y GENERAR BIENESTAR SOCIAL

• El conocimiento científico ha dejado de ser el valor principal y hoy está condicionado a un valor dominante: la innovación, aseguró Javier Echeverría
• Dijo que de manera progresiva, la ciencia académica se inserta cada vez más en sistemas de investigación, desarrollo e innovación
• Un científico no puede observar, medir, experimentar, acceder a datos, comunicar, publicar ni enseñar ciencia, sin recurrir a las tecnologías de la información y la comunicación, señaló

En la medida en que haya cultura innovadora, se superará las crisis, se generará bienestar social, riqueza y avance tecnológico. El conocimiento científico ha dejado de ser el valor principal y hoy está condicionado a un valor dominante: la innovación, aseveró en la UNAM, Javier Echeverría de la Fundación Ikerbasque.

La ciencia ha cambiado radicalmente en la segunda mitad del siglo XX, y ha evolucionado al experimentar una mutación con las denominadas tecnociencias, es decir, la vinculación con la ciencia de la modernidad.

En el Coloquio Internacional Ciencia, técnica y filosofía, un debate moderno, resaltó que la distinción entre ciencia y tecnociencia ha modificado la actividad científica.

“La ciencia académica en la modernidad, se ha caracterizado por su autonomía que ha ido menguando. En las tecnociencias, esta autonomía se mantiene, pero se inserta cada vez más en sistemas de investigación, desarrollo e innovación”, sostuvo.

Al dictar la conferencia Filosofía de la tecnociencia. Conflictos tecnocientíficos e innovación, indicó que la ciencia tiene sus propios valores epistémicos como la verdad, la precisión, el rigor, la coherencia, la consistencia, la fecundidad y otros más que, desde los años 70, han sido analizados tanto por historiadores como por seguidores de la ciencia; la tecnociencia aparte de los valores epistémicos, está subordinada a valores empresariales, económicos y militares.

En quince años, agregó, el concepto de innovación se ha transformado porque en el momento en que se convierte en el valor principal en sus propios sistemas, los procesos comienzan a cambiar porque diversos agentes se incorporan al adelanto tecnológico.

En el auditorio Alberto Barajas de la Facultad de Ciencias, precisó que la revolución tecnocientífica del siglo XX ha alterado la estructura de la práctica científica; el conocimiento científico de ser un bien en sí y un objetivo a buscar, y ha pasado a ser un medio y no un fin.

Un científico no puede observar, medir, experimentar, acceder a datos, comunicar, publicar ni enseñar ciencia sin recurrir a las tecnologías de la información y la comunicación (e-science).

Por ello, las tecnociencias son vitales y estratégicas para el desarrollo de otros modelos de sociedad como la post-industrial, es decir, la de la información y el conocimiento, concluyó.

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