06:00  hrs. 14 de Octubre de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-606

Centro Histórico

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SÓLO 25 MIL PERSONAS SE DEDICAN A LA INVESTIGACIÓN

 

  • La ciencia básica se mantiene en un mínimo histórico, advirtió Luis Felipe Rodríguez Jorge del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM
  • Al participar en el ciclo Galileo, su obra, su tiempo y su legado señaló que además de usar el telescopio y observar la Vía Láctea, Galileo desarrolló equipos propios y divulgó sus resultados

 

 

En México, sólo unas 25 mil personas se dedican a la investigación y el desarrollo, y la ciencia básica se mantiene en un mínimo histórico, advirtió Luis Felipe Rodríguez Jorge del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, al participar en el ciclo Galileo, su obra, su tiempo y su legado.

 

“¡Bien por la tecnología y la innovación en el país! pero en el mismo periodo, destacó, el número de personas dedicadas a la investigación y el desarrollo en las instituciones de educación superior se ha mantenido constante, en unas 25 mil personas. Estas personas son las que llevan la responsabilidad de la investigación básica y de la formación de personal especializado y en este aspecto no hemos progresado.

 

“En México, subrayó Rodríguez Jorge, el apoyo hacia la investigación básica parece estar en un mínimo histórico, ante la concepción errada de que podemos sobrevivir tan sólo con gente que haga tecnología e innovación”.

 

Por otra parte, Rodríguez Jorge consideró que se requiere un modelo como el desarrollado por el científico italiano Galileo Galilei, quien impulsó un estilo para aprovechar las oportunidades, mejorar el equipo tecnológico y publicar y divulgar los resultados de sus investigaciones.

 

“Además de ser el primero en utilizar el telescopio hace 400 años y observar con él detalles de la Vía Láctea y la conformación de la superficie lunar, Galileo construyó y aumentó 30 veces la capacidad de su telescopio, enriqueció el italiano para el uso científico y amplió la visión del cielo”, destacó Rodríguez durante la conferencia Galileos del siglo XX.

 

La ponencia formó parte del ciclo Galileo, su obra, su tiempo y su legado, organizado en El Colegio Nacional por los astrónomos de la UNAM Luis Felipe Rodríguez, Arcadio Poveda y Manuel Peimbert, los tres miembros de esa institución.   

 

Galileo —nacido en Pisa en 1564 y fallecido en Florencia en 1642—logró conjugar investigación básica y aplicada, tecnología e innovación para alcanzar sus objetivos, destacó el académico del CRyA.

 

Dedican libro a Galileo

 

Como memoria del ciclo de conferencias dedicado al genio italiano, El Colegio Nacional editó un libro (con el mismo nombre del evento), compilado por Rodríguez y la astrónoma del IA Silvia Torres Castilleja.

 

En la introducción del texto, ambos autores subrayaron que “hoy, en México, parecería que no aceptamos que todos estos elementos tienen que estar presentes, de manera simultánea, para el avance de una sociedad”.

 

Ambos escribieron también que en los últimos años las estadísticas publicadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), indican que el número de personas dedicadas a la investigación y el desarrollo de la industria ha crecido en alrededor de 15 mil en 2002 a cerca de 40 mil en 2006.

 

Los autores recomendaron en su libro adoptar una visión más amplia e incluyente en el trabajo científico, como la implantada por Galileo, para avanzar en el desarrollo del sector en el país.

 

Dos “Galileos” del siglo XX

En otra parte de su ponencia, Luis Felipe Rodríguez planteó que existieron dos personajes científicos que pueden ser considerados como “Galileos del siglo XX”, gracias a su trabajo científico individual, original y de gran trascendencia para varias áreas de la ciencia.

 

“Uno fue el físico escocés James Clerk Maxwell, quien descubrió que la luz es sólo parte de la radiación electromagnética. En 1864 Maxwell unificó a la electricidad y al magnetismo en el llamado electromagnetismo.

 

“Encontró que dentro de esta teoría era posible producir ondas electromagnéticas que se desprendían del cuerpo emisor (por ejemplo el Sol) y que viajaban libres por el espacio. Todas las ondas electromagnéticas obedecen a las cuatro leyes de Maxwell y se mueven en el vacío a la velocidad de la luz.

 

“Pero no las podemos detectar a todas con el mismo aparato, pues el ojo humano sólo ve las ondas visibles. Es necesario construir aparatos especiales para detectar las radiaciones de cada ventana del espectro electromagnético”, detalló.

 

Rodríguez recordó que el físico alemán Heinrich Hertz comprobó experimentalmente la teoría de Maxwell en 1888, construyendo aparatos transmisores y receptores de ondas de radio.

 

“El otro ‘Galileo del siglo XX’ fue el estadounidense Karl Jansky, quien en 1932 detectó ondas de radio cuando trabajaba en los Laboratorios Bell. Como Galileo, Jansky era un individuo que trabajaba solo y desarrolló una idea propia: que hay más cosas de las que habíamos pensado y que las ondas de radio captan mucha información que no ofrece la luz”, destacó Rodríguez.

 

Maxwell y Jansky fueron científicos innovadores y pioneros en la radioastronomía, un área de la astronomía que estudia los cuerpos celestes a través de las ondas de radio, ahí donde la luz no llega, finalizó Rodríguez.

 

Rodeó a Galileo una vorágine política

 

El doctor en leyes Diego Valadés, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM y miembro de El Colegio Nacional señaló que Galileo Galilei estaba muy concentrado en sus descubrimientos sobre la presencia de estrellas en la Vía Láctea y el hallazgo de volcanes en la Luna cuando en Europa se vivía una vorágine política que fincó nuevas relaciones de poder y afectó la relación del científico con la Iglesia católica.

 

Al participar con la ponencia Galileo y el Estado en un ciclo de conferencias dedicado al astrónomo italiano, Valadés destacó que en tiempos del primer científico que utilizó un telescopio para observar el cielo, en Europa existía una tensión política que incluía la expansión hacia África, América y Asia, la cual afectó a Galileo porque recrudeció el embate de la Iglesia católica en contra de lo que podía implicar una amenaza para su hegemonía.

 

 

 

 

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Foto 01.

 

Los astrónomos  de la UNAM,  Arcadio Poveda y Luis Felipe Rodríguez  en el ciclo de conferencias Galileo, su obra, su tiempo y su legado.