06:00  hrs. 8 de Octubre de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-593

Ciudad Universitaria

 

Adolfo Gracias Gasca

Pie de Foto al final del boletín

 

DECRECE EN MÁS DE 30 POR CIENTO, PESCA DE CAMARÓN

 

 

De las 10 principales especies camaroneras de México, ocho están sobre explotadas, y de éstas, sólo dos son consideradas saludables: los camarones cafés del Pacífico y del Golfo de México. Además, desde hace años la pesca de ese crustáceo ha ido en decremento en más de 30 por ciento, y esta tendencia se mantiene hasta nuestros días.

 

Si bien en términos de volumen este cefalópodo no es el más importante, en lo que se refiere al valor representa entre el 35 y 40 por ciento de la producción pesquera del país, afirmó Adolfo Gracia Gasca, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM.

 

Al dictar la ponencia Análisis y alternativas para la recuperación del camarón en México, en el marco del Foro Estrategias y alternativas para la sustentabilidad en pesquerías de México y el Mundo, el profesor de la Facultad de Ciencias (FC) sostuvo que esa situación se debe, entre otros aspectos, a que la captura en altamar ha disminuido.

En los años 70 se producían alrededor de 35 mil toneladas y el volumen descendió a 20 ó 25 mil toneladas. Además, se han incorporado a esta pesquería especies nuevas como el camarón chico, indicó en el aula magna Leonila Vázquez del Conjunto Amoxcalli de la FC.

 

En el Golfo de México, refirió, la disminución se atribuye a otras causas como la lluvia, la temperatura, la mengua de áreas de arrastre, el deterioro de las zonas de crianza o la contaminación por parte de las industrias petrolera y agrícola; no obstante, la más importante es que las poblaciones del crustáceo han estado sujetas a una alta tasa de explotación, recalcó.

 

De hecho, subrayó, la pesca en el país se enfrenta a diversos problemas como la sobrepesca del crecimiento, porque  no se ha aprovechado el desarrollo máximo de cada especie; la desmedida  captura  de algunas especies, lo que ha originado una disminución de las especies, factores que en su conjunto han acentuado la crisis económica del sector.

 

Ante este panorama, destacó, lo que se puede hacer es definir objetivos para recuperar los niveles de productividad y optimizar la explotación.

 

Asimismo, se debe proteger a los organismos en sus diferentes etapas de desarrollo para reducir la sobreexplotación y aumentar  el potencial reproductivo.

 

En cuanto al aspecto económico, es necesario considerar que cuando el camarón tiene mayor tamaño, su valor aumenta; además, es preciso hacer captura por zonas, para aprovechar mejor el crecimiento.

 

El Foro Estrategias y alternativas para la sustentabilidad en pesquerías de México y el Mundo fue convocado por diversas instancias interesadas en el tema, como el Programa Universitario de Medio Ambiente de la UNAM, la organización Colectividad Razonatura, el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza A.C., la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y la Integradora de Pescadores de Quintana Roo, entre otras.

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Foto 01.

 

En los años 70 se producían alrededor de 35 mil toneladas de camarón, y el volumen descendió a 20 ó 25 mil toneladas, aseguró Adolfo Gracia, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.