Boletín UNAM-DGCS-591
Sierra
Negra, Puebla
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final del boletín
EN PUEBLA, UN
TELESCOPIO A
En el volcán Sierra Negra
de Puebla, a cuatro mil
Este sitio fue elegido
porque su altura y cercanía con el ecuador facilitan la captación de emisiones
solares durante todo el año, “lo que permitirá profundizar en estudios físicos
sobre esa estrella”, señaló
A diferencia de otros
miradores espaciales que emplean lentes ópticos u ondas de radio, éste busca
partículas. “Nos permite ver en qué dirección vienen los neutrones y si éstos
son solares”, añadió Luis
Hasta ahora, los
expertos saben que los iones y neutrones son acelerados cuando se presentan
fulguraciones solares (también conocidas como ráfagas), pero desconocen cuál es
el mecanismo.
¿Por qué estudiar a los
neutrones solares?
Los neutrones solares
se producen en la superficie solar cuando el astro arroja llamaradas. Se sabe
que estas erupciones emiten diversos tipos de radiación, que van desde las
ondas de radio hasta los rayos gamma y partículas energéticas, como electrones
y protones.
Entender la producción
y liberación de las partículas en la atmósfera solar es crucial para comprender
cómo es que la naturaleza acelera las partículas, uno de los tópicos que más
intriga y suscita debates en la física actual.
La observación de los
rayos X, gamma y neutrones solares en tiempos de ráfagas intensas pueden
proporcionar pistas definitivas sobre cuándo y dónde
Los neutrones son
producidos por la interacción de los iones acelerados con la atmósfera solar.
Podría parecer que una opción viable sería observar los iones acelerados para
comprender cuál es su mecanismo de aceleración, pero éstos tienen la desventaja
de que son desviados por los campos electromagnéticos del Sol, el viento solar
y el geomagnético, y el magnetismo planetario en su camino de
Por el contrario, las
partículas neutrales, por no estar cargadas, viajan desde el sitio de su
producción sin perder sus propiedades originales o la marca que señala el
tiempo en que fueron producidas.
Por esta razón, los
neutrones se han convertido en testigos invaluables para los científicos que
estudian los fenómenos solares, y resulta cada vez más necesario tener
instrumentos capaces de medir su presencia con precisión.
Creando una red mundial de observación
Fueron Bierman, en
1951, y Lingfelter, en 1965, quienes
demostraron teóricamente que durante las ráfagas solares intensas,
A partir del análisis
de estas hipótesis fue como se concluyó que debería haber neutrones en las
vecindades terrestres después de una fulguración de grandes dimensiones.
Fue hasta la década de
los 80 que los neutrones solares pudieron ser detectados gracias a la nave
espacial SMM. Sin embargo, en la superficie terrestre sólo se pudo establecer
que estas partículas solares estaban presentes a través de un monitor de
neutrones. Este hallazgo, que tuvo lugar en 1982 y que levantó muchas
expectativas, pronto demostró que era parcialmente fallido, porque este tipo de
aparatos resultaron deficientes en esta tarea.
Por ello, en
Esta experiencia
precursora sirvió para establecer ciertos estándares, como el hecho de que para
minimizar la atenuación de los neutrones solares por la atmósfera terrestre,
estos telescopios deben localizarse en zonas muy elevadas.
Es por esta razón que
siete de estos observatorios se han instalado en diversas montañas alrededor
del globo terráqueo, lo que permite que
Los siete
observatorios se localizan en Gronegrart, Suiza; Aragats, Armenia; Yanbaijing,
Tíbet; monte Norikura, Japón; Mauna Kea, Hawai; Chacaltaya, Bolivia, y Sierra
Negra, México.
En el interior del telescopio
El telescopio de
Puebla consta de unos plásticos centelladores, dentro de una caja piramidal,
que al verse impactados con las partículas, emiten fotones o partículas
luminosas, fenómeno conocido como Cherenkov (centelleo).
“La luz se refleja en
diferentes direcciones dentro del contenedor y va a dar al vértice principal,
donde hay tubos fotomultiplicadores, tubos de gas con trifluoruro de boro y dos
electrodos, que convierten la luz en señales eléctricas cuando los
centelleadores son atravesados por partículas que vienen del espacio e ionizan
el gas, porque esto produce pequeñísimas corrientes eléctricas dentro de los
electrodos”, explica Octavio Musalem, responsable del mantenimiento del aparato
de observación.
La luz es convertida
en señales eléctricas que posteriormente son procesadas y los datos obtenidos
son almacenados para ser interpretados por investigadores.
“Con las observaciones
realizadas podremos profundizar en el conocimiento de las fulguraciones, cuáles
son los componentes químicos, la densidad y cómo es la física básica que ocurre
durante una ráfaga, un fenómeno solar muy energético”, señaló el estudiante de
doctorado Luis
Por el momento, en el
telescopio del volcán Sierra Negra se aprestan para una carga de trabajo
particularmente intensa, porque en los tres años venideros,
Para hacer frente a
ese reto, en el lugar se desarrolló un sistema alterno de energía que funciona
con la fuerza del viento y de
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Foto 01.
Diseñado y donado
por
Foto 02
En el volcán
Sierra Negra de Puebla, a cuatro mil
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La luz es
convertida en señales eléctricas que posteriormente son procesadas y los datos
obtenidos son almacenados para ser interpretados por investigadores.
Foto 04
A diferencia de
otros miradores espaciales que emplean lentes ópticos u ondas de radio, éste
busca partículas.