Boletín UNAM-DGCS-572
Ciudad Universitaria
EL MEXICANO ESTÁ
HABITUADO A LAS CRISIS ECONÓMICAS
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Para sobrellevar la adversidad, los
connacionales se refugian en distractores como el futbol, fiestas y viajes,
dijo
·
Ante la llamada teoría del shock financiero, que echa mano de escenarios
graves para generar miedo e imponer medidas radicales, el mexicano actúa
festivamente mientras los anglosajones se conducen con angustia
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El secretario de Hacienda se valió de ese término para dar a conocer que
México atraviesa una crisis severa, señaló Manuel Coello, de
El mexicano ya se
habituó a las recesiones económicas, y para sobrellevarlas se refugia en actividades
o festividades, porque son una manera de ignorar escenarios críticos, ya sea través
del futbol, fiestas patrias, viajes o reuniones con amigos y familiares, expuso
Se trata de una
situación casi inercial, porque el mexicano actual, perteneciente a la llamada
“generación de la crisis” lleva 30 años experimentando condiciones adversas y
ya está acostumbrado a las dificultades y a dar por hecho que todo lo que le
rodea está mal. “Se siente inconforme con su entorno y está consciente de los
altos cobros en productos y servicios, pero aún así no pierde su ánimo festivo”,
afirmó.
Atendiendo a una
psicología inmediatista, se podría decir que el connacional se asusta y
modifica su conducta ante declaraciones alarmistas o al saber que su empleo o
patrimonio están en riesgo; sin embargo, a diferencia de lo que pasa en otras
partes del mundo, el mexicano no actúa con temor o, si lo hace, es de forma
irracional.
Un ejemplo frecuente de
esto, que raya en el folclor, se da cuando un padre de familia viaja con toda
su familia a Acapulco, sin un peso en la bolsa, con la esperanza de que a su
regreso “ya verá cómo hacerle”. Para un estadounidense, que en las mismas
circunstancias optaría por encerrarse en casa para gastar lo menos posible, este
comportamiento resultaría temerario, explicó.
Por esta razón, la llamada
“teoría del shock financiero”, que promueve escenarios graves para generar miedo
social e imponer medidas gubernamentales drásticas, funciona de manera muy
diferente con un anglosajón que con un mexicano, porque este último tiende a
compensar situaciones catastrofistas y reales con indolencia.
En el país, los
partidos de futbol sirven de válvula de escape a muchos malestares personales, al
igual que las fiestas, sólo así se explica que haya personas que “echen la casa
por la ventana” para celebrar, aunque esto los ponga al borde de la precariedad.
“Se trata de un ánimo festivo que pretende compensar lo crítico”.
Otro episodio que
evidencia cómo es nuestra comunidad, se manifestó a lo largo de la reciente
emergencia sanitaria, cuando la gente se asustó en un principio ante la
posibilidad de enfermarse, pero volvió rápidamente a la normalidad y adoptó una
postura anticrisis rayana en lo irracional. A partir de un hecho estresante o
amenazante, el mexicano le apuesta al “sí se puede” como si fuera un mantra con
el que resolverá todo sus problemas”.
Al respecto, se ha
dicho que desde épocas de
“Cuando se presenta una
dinámica de dominio, el mexicano responde con albures y burlas ante el poderoso”.
Esta actitud podría parecer conformista, pero es producto de una lógica social
que cree que toda adversidad es superable.
“No sé si esta forma
de pensar sea sana o no, pero nos mantiene vivos, festivos o animados, y sirve
de sustituto a reclamos ante el gobierno”, aseveró.
Al respecto, agregó
que aunque reaccionar festivamente y con humor suena ilógico, esto parece funcionar
de alguna forma, porque en culturas más racionales y enfocadas al éxito como
Estados Unidos, Japón y Alemania, hay índices muy altos de suicidio y
depresión.
El caso mexicano es
atípico, y por ello requiere ser analizado bajo un contexto particular y no de teorías
como la del shock financiero, “porque nosotros distorsionamos la realidad y la
modificamos en sentido opuesto y de forma negativa. Por ejemplo, si nos dicen
no habrá crisis, inmediatamente pensamos que tendremos una”.
Estas interpretaciones
tienen que ver con una asunción de que hay un conquistador y un conquistado, y
que cada uno tiene una realidad distinta. Esto explica que además de México,
otros países de América Latina compartan esta propensión, por eso es importante
adecuar nuestros puntos de vista y teorías a un universo que es diferente al de
las “culturas dominantes”, expuso el secretario técnico de
Desde una perspectiva
económica
Manuel Coello Castillo,
académico de
Coello explicó que
esta propuesta nació en los años
A partir de una
exhaustiva investigación, la periodista canadiense Naomi Klein halló que la
política de choque económico se ha usado repetidamente para “lavar el cerebro”
no sólo de individuos, sino de la población en su conjunto, con la finalidad de
instrumentar, en tiempos de crisis, medidas neoliberales poco populares.
La estrategia de ciertos
grupos poderosos es aprovechar la incertidumbre y anonadamiento de la población
para imponer normas no democráticas. El problema es que cuando la sociedad finalmente
reacciona, las arbitrariedades ya fueron oficializadas, comentó.
Estos procedimientos
han llegado a ser utilizados tras la ocurrencia de desastres naturales, porque
éstos permiten emprender acciones que en situaciones normales serían objetadas
por la gente.
Por ejemplo, después
de un tsunami, los empresarios ven la posibilidad de generar nueva
infraestructura hotelera, o tras la desolación provocada por un huracán, es
mucho más fácil desplazar de sus vecindarios a comunidades enteras, como pasó
en Nueva Orleans.
Otro ejemplo de cómo
lo imprevisto puede ser utilizado de forma alevosa es el atentado contra las
Torres Gemelas de Nueva York, porque este hecho sirvió de pretexto para clausurar
una serie de libertades democráticas bajo el argumento de hacerlo era
fundamental para acabar con el terrorismo.
La teoría del shock
tiene por objetivo imponer medidas de corte antidemocrático para echar a andar
un proyecto neoliberal, “lo que resulta particularmente preocupante cuando es
trasladado al caso mexicano”, declaró.
Naomi Klein, quien
analizó la teoría financiera de Milton Friedman y
Para llevar a cabo su
trabajo, la investigadora retomó una serie de hechos aparentemente inconexos que,
al ser analizados, evidenciaron no sólo su interrelación, sino que respondían a
una política pensada para destruir las libertades democráticas e imponer una
serie de medidas capitalistas.
Por eso, es importante
señalar el hecho de que el secretario de Hacienda y Crédito Público haya
empleado el concepto “shock financiero” para señalar que México atraviesa una
fuerte crisis económica, porque ello evidencia que el Estado carece de políticas
para enfrentar esta situación y promover un proceso de desarrollo y crecimiento
que estabilice la economía.
“No es de extrañar que
más adelante digan: ‘Estamos al borde de un choque económico y, por tanto, se
deben tomar estas medidas, por difíciles que sean, para solucionar las cosas, de
lo contrario la situación empeorará’. Lo que hay detrás de ese razonamiento es la
idea de que es mejor aplicar políticas no democráticas a no tomar ninguna”.
Coello opinó que el
gran problema de México es que en los últimos 20 años la economía ha estado
prácticamente estancada, es decir, no ha crecido; por tanto, se debe de
resolver el problema a partir de la construcción
de un proyecto de nación que permita entender y plantear el rumbo de nuestro
país y, a su vez, se deben generar instituciones adecuadas, porque este es el
camino para estructurar una economía a mediano y largo plazo, de lo contrario se
daría un proceso de confrontación, producto de la miseria y desempleo,
concluyó.
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