06:00  hrs. 15 de Septiembre de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-546

Ciudad Universitaria

 

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SIN CAMBIOS, LA AGENDA DE SEGURIDAD NACIONAL DE ESTADOS UNIDOS

 

·        Lo que ha variado es el orden de las prioridades, afirmó José Luis Valdés Ugalde, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM

·        La política estadounidense en torno a la posesión y uso de armas nucleares no se ha modificado sustancialmente, advirtió la académica de la FCPyS, María Cristina Rosas

·        Ningún país por sí sólo puede enfrentar los problemas actuales de seguridad internacional, señaló Francisco Rojas Aravena, secretario General de la FLACSO

 

Hasta ahora, no han cambiado los temas dominantes de la agenda de seguridad nacional para Washington, respecto a cómo se ejecuta una política y se plantea una visión de largo plazo, señaló José Luis Valdés Ugalde, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

 

En la mesa redonda El gobierno de Barak Obama y la nueva configuración de la agenda de seguridad internacional, realizada en el marco del seminario internacional La seguridad internacional en el siglo XXI: retos y oportunidades para México, refirió que existen temas dominantes como el terrorismo, los grupos armados, las armas de destrucción masiva, el conflicto con Irán y la necesidad de construir instituciones democráticas.

 

 

Sin embargo, los ataques terroristas ya no se perciben como la amenaza principal, sino los estados frágiles o fallidos “porque las naciones con problemas para mantener un Estado de derecho y proveer de servicios básicos a su población representan un terreno fértil para la corrupción, el crimen organizado, el tráfico de personas, armas y sustancias, y la expansión de la violencia más allá de sus fronteras”, explicó.

 

En el evento, inaugurado por Fernando Castañeda Sabido, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), recalcó que ante este panorama, Estados Unidos tiene un nuevo enfoque y mecanismos que suponen la aplicación del llamado poder inteligente, que requiere un cambio en cómo define, piensa y concibe la seguridad.

 

A su vez, María Cristina Rosas, profesora de la FCPyS, consideró que si bien la Guerra Fría terminó hace más de dos décadas, la política de la Unión Americana en torno a la posesión y uso de armas nucleares no ha cambiado sustancialmente.

 

Plantean el uso de arsenal nuclear para defender su territorio y el de sus aliados de ataques perpetrados con armas convencionales y de destrucción en masa, como las químicas y biológicas, expuso.

 

Por ello, en el contexto actual esa política no es adecuada para enfrentar los desafíos a la seguridad del vecino país del norte y mundial, afirmó en el auditorio de la Coordinación de Humanidades de la UNAM.

 

Todo parece indicar que el gobierno de Obama sí intenta reducir sustantivamente el arsenal nuclear, sin embargo, la mayor oposición que enfrentará no será Rusia, sino un grupo de congresistas que lejos de reducirlo, desean incrementarlo, precisó.

 

Por su parte, Javier Oliva, profesor de la FCPyS, comentó que la política económica y la militar de EU van de la mano, y el hecho de que Obama haya ratificado en sus cargos a los responsables de estas áreas, deja ver la existencia de cierta continuidad. Es una confirmación de que puede haber disensos internos, pero pocos matices en lo externo.

 

Asimismo, agregó, la guerra en Afganistán ha jugado un papel sustancial en las prioridades diplomáticas de Estados Unidos, así como la reconsideración de América Latina en su política exterior.

 

Miguel Ángel Román, integrante del Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina-Armada de México, manifestó que la seguridad nacional estadounidense requiere de una estrategia fundada en la promoción de la libertad, la justicia y la dignidad humana.

 

También, agregó, debe enfrentar los retos actuales siendo líder de una creciente comunidad de democracias, acorde con los problemas que se enfrentan y que van desde la amenaza de una pandemia, hasta la proliferación de armas de destrucción masiva, pasando por terrorismo, tráfico de personas y desastres naturales.

 

América Latina enfrenta el dilema de recuperar un liderazgo sustentado en el respeto mutuo a la autodeterminación de los pueblos, basado en acciones que impliquen la disminución de desconfianza, recalcó.

 

En su oportunidad, el especialista en Relaciones Internacionales, Moisés Garduño García, aseguró que en términos generales la estrategia que seguirá el país vecino del norte, en cuanto a sus comandos en África y Medio Oriente, será complementaria y con intervenciones militares cortas, aunque en el caso de Afganistán podría tener serias complicaciones que comprometerían la reelección de Obama.

 

Recordó que en 2007 la Unión Americana creó el nuevo mando regional para África, que comenzó operaciones en 2008 para tener una presencia permanente en esa región.

 

Al parecer, en esta estrategia habrá continuidad porque le garantizará a ese país el acceso a recursos energéticos, principalmente petróleo. Se dice que para 2020 ese continente generará 25 por ciento de las reservas petroleras estadounidenses, comentó.

 

Seguridad internacional en América Latina

Al dictar la conferencia magistral La seguridad Internacional en América Latina. El crimen organizado: una amenaza principal, Francisco Rojas Aravena, secretario General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), aseveró que ninguna nación por sí sola puede enfrentar los problemas actuales de seguridad internacional.

 

Por ello, subrayó la necesidad de tener políticas globales que conduzcan a un mundo más justo, capaz de entender la globalización y los impactos de la interdependencia política y económica.

 

La cooperación es la palabra clave para enfrentar estos desafíos; sin colaboración no será posible enfrentar los retos que ha impuesto la globalización. En la actualidad las principales amenazas internacionales son el terrorismo, la proliferación de arma de destrucción masiva y el cambio climático, sostuvo.

 

Específicamente, apuntó, América Latina puede verse como una región inequitativa, con grandes masas marginadas, atrasada en los temas de carácter estratégico, sin mecanismos efectivos de resolución de conflictos, con una carencia de liderazgos y altos grados de desconfianza recíproca; en suma, un territorio sin sentido estratégico.

 

La actual crisis económica genera mayor desigualdad, debilitamiento de las capacidades del Estado y ello tensionará los sistemas políticos y generará mayores polarizaciones; no hay claridad respecto a cómo salir de esta situación, lo que probablemente se manifestará en un incremento de la violencia, enfatizó.

 

En Latinoamérica, abundó, el narcotráfico es el problema central y está en una etapa en la que la falta de Estado ha creado un vacío que ha dejado indefensa a la población. Si bien es necesario invertir más recursos en contra el crimen organizado, sin duda se debe mejorar la inteligencia, porque sin ésta no hay posibilidades de ganar, concluyó.

 

En la inauguración también estuvieron Jorge Arturo Maldonado Orozco, director del Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina-Armada de México; María Cristina Rosas, presidenta del Centro de Investigación y Análisis sobre Paz, Seguridad y Desarrollo Olof Palme A.C.; José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS, y Elisa Gómez, representante de la Fundación Friedrich Ebert.

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Foto 01.

 

Moisés Garduño, Javier Oliva; José Luis Valdés, Elisa Gómez, Miguel Ángel Román y María Cristina Rosas, en el seminario internacional La seguridad internacional en el siglo XXI: retos y oportunidades para México