Boletín UNAM-DGCS-515
Ciudad
Universitaria
Pie de foto al final del boletín
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La saturación de partículas impide la
formación de gotas de lluvia, comprobó Beata Kucienska, estudiante posdoctoral
del Centro de Ciencias de
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En el Departamento de Física de Nubes del
CCA la académica diseñó un modelo virtual de parcela de aire donde estudió el
fenómeno
La concentración de aerosoles en la atmósfera inhibe la ocurrencia de lluvia
en
La académica, adscrita al Departamento de Física de Nubes del CCA, llegó
a esa conclusión luego de obtener resultados en un modelo virtual de “parcela
de aire”, en el que estudió la influencia de diversas sustancias en la
formación de gotas.
Así lo explicó Kucienska en
Aerosoles y contaminación
Un aerosol es una mezcla heterogénea de partículas sólidas o líquidas
suspendidas en un gas. Su tamaño varía de 0.002 nanómetros a más de 100
nanómetros, esto es, desde unas pocas moléculas hasta el tamaño en el que las
partículas no pueden durar varias horas suspendidas en el gas.
La generación de aerosoles puede ser de origen natural por la actividad
humana.
En el primer caso, las mezclas que llegan a la atmósfera proceden de
volcanes, tormentas de polvo, pulverización de agua marina, incendios
forestales y de pastizales. En
En su estudio, Kucienska seleccionó los componentes integrados en un
centímetro cúbico de aire y observó cómo se desarrolló la nube hasta que se
logró una humedad relativa del 100 por ciento.
“Comprobamos que en un escenario no contaminado se generan gotas
grandes que favorecen la lluvia, mientras que cuando existen altas
concentraciones de aerosoles, como en
La siembra de lluvia, un reto científico
En su charla, la investigadora reconoció que la siembra de lluvia es un
reto científico que implica conocer a fondo la física de las nubes, pues
solamente con el conocimiento de su formación y en qué condiciones crean
lluvia, es posible pensar en manipular una precipitación pluvial.
El reto de hacer nubes artificiales que generen lluvia lo enfrentó en
1946 el químico estadounidense Vincent Schaefer, quien utilizó cristales de
hielo seco, dióxido de carbono, dentro de una cámara enfriadora para bajar la
temperatura de una habitación.
Se sorprendió cuando comenzó a crearse una nube alrededor del hielo,
pues el vapor dentro de la cámara se condensó sobre los cristales de hielo y
formó una niebla.
Kucienska explicó que en el cielo sucede algo parecido. El vapor
necesita pequeñas partículas llamadas núcleos para iniciar la condensación;
polvo, arena o cristales de sal pueden servir como núcleos. Las gotas de agua
crecen sobre esas partículas y cuando tienen un tamaño suficiente caen como
lluvia.
“El reto de sembrar lluvia es enorme, pero podría ayudar a enfrentar
muchos problemas en este siglo, para evitar sequías y modular las precipitaciones
para evitar inundaciones”, señaló.
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Foto 01.
En un escenario no contaminado se generan gotas
grandes que favorecen la lluvia, pero cuando existen altas concentraciones de
aerosoles se inhibe el desarrollo de gotitas que forman nubes, explicó Beata
Kucienska, estudiante posdoctoral del CCA de