12:30  hrs. 29 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-514

Ciudad Universitaria


Elva Escobar Briones

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

 

            COORDINA UNAM ESFUERZO INTERNACIONAL PARA PRESERVAR MARES FUERA DE LA JURISDICCIÓN NACIONAL

 

·        A pesar de su importancia en temas como cambio global, agua y recursos, los océanos tienen una representación reducida en las áreas protegidas; la mayoría se concentra a lo largo de las costas, pero las de mar abierto no están resguardadas

·        Científicos de diferentes países, instancias y disciplinas, coordinados por Elva Escobar Briones del ICMyL, elaboraron el reporte Global Oceans and Deep Seabed (GOODS). Biogeographic Classification

·        Editado por la UNESCO y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, el estudio sienta las bases para tomar decisiones a escala mundial en torno a la creación de áreas salvaguardadas

 

El Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, coordina el esfuerzo de decenas de científicos internacionales para conocer y preservar los mares profundos, ubicados fuera de las jurisdicciones nacionales y zonas económicas exclusivas.

 

Esas áreas son poseedoras de grandes riquezas y proveedoras de importantes servicios al planeta, pues representan su “sistema circulatorio”, “riñones” y “pulmones”. Con apenas 0.6 por ciento del total de los océanos, y seis por ciento de los mares territoriales bajo resguardo, se cubre de manera incipiente la diversidad de hábitats y ecosistemas marinos.

 

Con sus excepciones, la mayoría de estas áreas conservadas se concentran a lo largo de la zona costera, con casi nula protección a las zonas profundas, donde sólo los montes marinos, con apenas dos por ciento del total, se han comenzado a resguardar. Los ecosistemas de mar abierto requieren atención inmediata.

 

Ante ese panorama, alrededor de 40 científicos provenientes de diferentes países, instancias y disciplinas, coordinados por la investigadora de la UNAM, Elva Escobar Briones, elaboraron el reporte Global Oceans and Deep Seabed (GOODS). Biogeographic Classification.

 

Editado por la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de Naciones Unidas (UNESCO) y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC, por sus siglas en ingles), el texto reunió el esfuerzo de expertos de Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Rusia, Portugal, Francia, Nueva Zelanda, Australia, Polonia y México.

 

Este reporte sirve de base para identificar áreas representativas de ecosistemas y hábitats a incorporarse en redes marinas protegidas; ayuda a reconocer vacíos y omisiones en los programas existentes de resguardo; permite establecer prioridades para acciones de manejo en zonas expuestas al uso antropogénico intensivo, y guía las estrategias de investigación científica para determinar qué sitios son importantes de salvaguardar.

 

El GOODS constituye el primer esfuerzo de clasificar, de manera amplia, la columna de agua y los fondos marinos del océano en regiones biogeográficas, usando una estrategia nueva para reconocer provincias por estratos barimétricos.

 

Para ello, el trabajo se basó en las características ambientales, geofísicas y en comunidades biológicas asociadas. La información con que se contaba previamente era dispersa y había caído en desuso; ahora, dijo, en el texto se reconocen 30 provincias pelágicas y 38 en los fondos marinos, subdivididas en tres zonas de profundidad (14 en el talud continental, 14 en la planicie abisal y 10 para las grandes trincheras) y, adicionalmente, 10 provincias para los ecosistemas de ventilas hidrotermales.

El reporte, además, sienta las bases sobre las que se tomarán decisiones a escala global en los próximos años; eso es lo más trascendente, y “sale de México, de una reunión en la UNAM”, resaltó la experta.

 

El continuo descenso del estado de los recursos y biodiversidad marinos ha derivado en un llamado internacional a proteger eficientemente la vida en la Tierra en su totalidad, incluyendo los océanos y los servicios que éstos proveen a la humanidad.

 

En consecuencia, se ha planteado una serie de objetivos en relación a la representatividad de redes de zonas de resguardo. El plan de implementación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable de Johannesburgo (WSSD) en 2002, exhortó a "establecer hacia 2012 áreas marinas protegidas, incluyendo redes representativas que sean consistentes con la ley internacional y basadas en información científica", acotó.

 

En enero de 2007 se reunió en el ICMyL, a un grupo multidisciplinario de expertos internacionales para iniciar la labor de clasificación que tomaría casi dos años con financiamiento de JM Kaplan Fund; los gobiernos de Australia, a través del Australian Department of the Environment, Water, Heritage and the Arts, y de Canadá, a través del Canadian Science Advisory Secretariat Fisheries and Oceans Canada.

 

Asimismo, de la UNESCO, mediante la COI y la Division on Ecological and Earth Sciences; The International Union for Conservation of Nature (IUCN); German Federal Agency for Nature Conservation, Ministry for the Environment, Nature Conservation and Nuclear Safety, y de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.

 

Este reporte reconoce que el conocimiento que existe en torno a la columna de agua es adecuado, pero limitado sólo a la capa que recibe iluminación natural; no ocurre lo mismo con las aguas y los fondos marinos, indicó Escobar Briones.

 

Al analizar la batimetría, temperatura, oxígeno, salinidad y flujo de materia orgánica hacia el fondo, los expertos encontraron que a una misma profundidad el océano Atlántico es más caliente y está mejor oxigenado que el Pacífico; entre dos mil y tres mil 500 metros de profundidad existen corredores que permiten una mayor similitud de la fauna. Ciertas cuencas marinas están aisladas y seguramente promueven endemismos.

 

Científicamente, esta clasificación biogeográfica provee las bases para hipótesis de estudios futuros que realiza la comunidad científica, sobre el origen y evolución de las asociaciones faunísticas de mar profundo.

 

Desde la perspectiva de la toma de decisiones, esa categorización representa un componente necesario que vincula las decisiones políticas a futuro, el ordenamiento de las actividades de interés económico fuera de la jurisdicción nacional y la investigación en ecosistemas donde esta actividad tiene un costo elevado y requiere de tiempo e integración con desarrollos tecnológicos, recalcó la experta y coordinadora de este esfuerzo.

 

Escobar Briones preside el Grupo de Trabajo plenario especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se reunirá en Nueva York del 31 de agosto al 4 de septiembre de 2009, para mostrar los resultados del Grupo de Expertos, fase preliminar del proceso ordinario de presentación de informes y evaluación del estado del medio marino a escala mundial, incluidos los aspectos socioeconómicos. Los temas que se analizaron son biodiversidad, acidificación de los océanos, contaminación y otros realizados por nación, región y a escala global.

 

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Foto 01.

 

A pesar de los avances, la regulación de alta mar y la pesca transzonal siguen representando grandes desafíos, señaló Elva Escobar Briones, del ICMyL de la UNAM.