Boletín UNAM-DGCS-511
Ciudad
Universitaria
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Hoy, la violencia en las escuelas es mucho más
abierta y tolerada, advirtió la académica de
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Cuando se presenta este fenómeno denominado bullying,
hay cambios en el comportamiento de las víctimas, quienes no duermen bien,
dejan de comer, están ansiosos todo el tiempo, irritables o se aíslan, refirió
El
acoso escolar o bullying no sólo
puede causar problemas escolares como bajo rendimiento y deserción, también
conflictos emocionales que pueden llevar a la víctima al suicidio, advirtió la
académica de
Hoy,
subrayó, la violencia en las escuelas –sobre todo en los niveles básico y medio
básico–, es mucho más abierta y tolerada, y las consecuencias para la víctima
pueden ser alarmantes tanto en el corto como en el largo plazos.
Esta
problemática empezó a trabajarse en países como Finlandia, Noruega y Suecia,
donde a pesar de gozar de una buena economía y bienestar social, se han presentado
casos de suicidio en jóvenes víctimas de acoso escolar, destacó la especialista
en psicología educativa.
Cuando
existe el bullying hay cambios en el
comportamiento de las víctimas, quienes no duermen bien, dejan de comer, bajan
de peso, están ansiosos todo el tiempo, irritables, se aíslan, bajan su
rendimiento académico y ya no quieren ir a la escuela, puntualizó.
Se
trata de una conducta repetitiva, negativa, intencional y sistemática de uno o
muchos estudiantes hacia alguno de sus compañeros, a quien consideran diferente
por sus características de personalidad, edad, estatura, complexión, color de
piel e incluso por tener alguna discapacidad, explicó.
No
obstante, acotó, el nivel de aprovechamiento no es tan determinante porque la
víctima puede ser un buen estudiante o un alumno con deficiente rendimiento
escolar.
Mucha
gente, a lo largo de su trayectoria en la escuela, se ha encontrado con alguien
a quien le cae mal y llegan a tener algún enfrentamiento, pero esto sucede una
vez. En cambio, en el caso del acoso, existe un desequilibrio de fuerzas que se
repite cotidianamente, refirió.
La
académica explicó que el bullying
puede ser físico y/o psicológico. El primero, se presenta más entre el sexo
masculino, mientras
Por
lo regular, acotó, entre mujeres es más común que se generen rumores, chismes y
conductas que lleven a la exclusión social.
Se
ha encontrado que el bullying de tipo
físico se reporta más en los baños, y el psicológico puede darse dentro y fuera
del aula y puede ser en el horario de entrada, salida o en el descanso; se
presenta en los últimos años de la primaria y en los primeros dos de la
secundaria, subrayó.
Figueroa
Campos indicó que el agresor tiende a ser una persona insegura, y que trata de
compensar con un comportamiento agresivo. A su vez, la víctima es una persona
sumisa, insegura, que se aísla, con pocas habilidades sociales.
Se
puede hablar de factores de riesgo en términos sociales. Por ejemplo, existen
comunidades donde es reconocido por la comunidad que alguien sea más peleonero
y, por lo mismo, con mayor liderazgo en las pandillas, comentó.
Asimismo,
agregó, hay familias donde los conflictos se arreglan con violencia o escuelas
en las que esta conducta es muy recurrente sobre todo en los turnos
vespertinos.
Desafortunadamente,
en el caso de algunas escuelas muchos profesores, pese a ser figuras de
autoridad, no identifican tan fácil este problema y los alumnos tampoco confían
en ellos para contarlo porque creen que lo verían mal sus compañeros, enfatizó.
Aunque
no es un fenómeno nuevo, el acoso escolar se ha incrementado en los últimos
años, la diferencia de antes y ahora es que hoy ya se reconoce y denuncia,
aseguró.
De
modo que en el ámbito escolar se ha buscado dar a los profesores las
habilidades para que puedan detectar, intervenir y modificar estos casos en el
aula.
Con
los maestros, explicó, se ha tratado de ofrecerles elementos de diagnóstico,
porque finalmente éste lo hacen a nivel observacional. Se busca que tengan la
capacidad de intervenir y puedan crear ambientes más abiertos de trabajo, de
respeto y que desarrollen una línea de educación para la paz y con valores.
La
intervención va muy centrada en desarrollar sesiones grupales donde se
clarifiquen el respeto a las diferencias, la tolerancia y se establezcan los
aspectos negativos de la violencia tanto para quien la ejerce como para quien
la recibe, recalcó.
A su
vez, a los padres se les recomienda estar muy cercanos a sus hijos, interesarse
por sus actividades, gustos y amistades y preocuparse por su desempeño escolar,
concluyó.
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Foto 01.
El acoso escolar o bullying causa conflictos
emocionales que pueden llevar a la víctima al suicidio, advirtió la académica
de