Boletín UNAM-DGCS-504
Ciudad Universitaria
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INDAGAN
EN GUSANOS, MECANISMOS BÁSICOS DE LA MUERTE CELULAR
Con la utilización de pequeños gusanos transparentes como modelo de
laboratorio, Rosa Navarro González, investigadora del Instituto de Fisiología
Celular (IFC) de la UNAM, indaga cómo ocurre la muerte celular programada,
proceso que comparten organismos tan variados como las moscas y los seres
humanos.
La apoptosis, o muerte celular, está regulada genéticamente, pero aún
existen misterios sobre los mecanismos bioquímicos que la hacen posible. A su
develación se dedica la bióloga y doctora en ciencias bioquímicas, que ofreció
pistas de ese mecanismo en el seminario mensual del Departamento de Bioquímica
de la Facultad de Química (FQ).
En el auditorio del Conjunto E de la FQ, Navarro González dictó la
conferencia TIA-1 se requiere para
inducir apoptosis de las células germinales de C. elegans en condiciones de
estrés.
Allí refirió que la proteína TIA-1 está asociada con la programación de
la muerte celular y regula al gen que codifica al receptor Fas, que promueve la apoptosis.
En sus experimentos, descubrió que esa proteína es necesaria para que
ocurra la muerte celular en ciertas condiciones, como la falta de alimento, el
exceso de sal o calor elevado.
Un gusano revelador
En su laboratorio del Departamento de Biología Celular del IFC, Navarro
trabaja con el gusano Caenorhabditis
elegans, un nematodo de un milímetro de largo, transparente y fácil de
manipular en laboratorio, que se utiliza desde la década de los 70 como un
modelo para estudiar la biología del desarrollo.
“Este gusano, que no es patógeno y de forma natural vive en la arena,
en sitios templados y húmedos, tiene 959 células, 300 de ellas neuronas, y un
ciclo de vida de tres días”, señaló.
La investigadora recordó que en C.
elegans se descubrió, por primera vez, la maquinaria de la apoptosis, un
hallazgo que valió el Premio Nobel de
Medicina
En ese organismo, ubicó algunos genes y proteínas asociados con la
apoptosis, que es parte integral de un proceso de diferenciación celular que
ocurre en embriones y organismos adultos de forma simultánea al desarrollo del
individuo, logrando entre ambos un equilibro entre el número de células que
existen en los tejidos.
En su estudio, comprobó que mientras la ovulación del gusano ocurre
cada 23 minutos, la apoptosis sucede en células que empaquetan su contenido del
citoplasma, para evitar que haya inflamación y que se pierdan las enzimas que
hay dentro de la célula.
La científica mexicana explicó que en la muerte celular los núcleos de
las mismas se encogen y fragmentan, formando pequeñas vesículas con material
citoplasmático. Así, sus componentes pueden ser reutilizados y no contaminan el
espacio extracelular.
Hasta ahora, ha comprobado que diversos tipos de estrés inducen
apoptosis en células germinales; no obstante, reconoció que aún falta camino
por recorrer, pero cuando se logren develar los secretos de la muerte celular,
podrá aplicarse ese conocimiento en ciertas enfermedades como el cáncer, donde
la característica esencial es la generación caótica de células que forman
tumores.
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Foto 01.
Cuando
se logren develar los secretos de la muerte celular, podrá aplicarse ese
conocimiento en ciertas enfermedades como el cáncer, señaló Rosa Navarro
González, del IFC de la UNAM.