06:00  hrs. 24 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-502

Ciudad Universitaria

Pie de foto al final del boletín

 

LAS NEBULOSAS PLANETARIAS SON ESPECTACULARES ETAPAS DE ESTRELLAS EN AGONÍA

 

·        Son objetos gaseosos formados del material que expulsa un astro de tipo solar en su etapa final de vida y que tienen datos de la composición de la galaxia y de la interacción entre materia y energía en el Universo

·        Sobre el tema escribieron un libro las astrónomas Julieta Fierro y Silvia Torres, del Instituto de Astronomía de la UNAM

 

Brillantes, espectaculares, formadas por una nube de gas que en su centro tienen una pequeña estrella, las nebulosas planetarias se producen en la etapa final de algunos astros y son muestra de su agonía.

 

“Son hermosas y fáciles de observar, porque emiten mucha luz que los telescopios captan como si fueran pupilas o lupas gigantes. Por eso se conocen varios miles en nuestra galaxia”, afirmó la astrónoma y divulgadora Julieta Fierro Grossman, del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, quien escribió, junto con su colega Silvia Torres Castilleja, también investigadora del IA, el libro Nebulosas planetarias: la hermosa muerte de las estrellas.

 

El texto, una edición del Fondo de Cultura Económica que forma parte de la serie La ciencia para todos, se presentó en el auditorio Carlos Graef de la Facultad de Ciencias, donde las científicas estuvieron acompañadas de la también astrónoma universitaria Miriam Peña.  

 

Nubes ionizadas

 

Compuestas principalmente de hidrógeno y helio, aunque también con carbono, devuelven al medio interestelar un gas rico en elementos pesados; forman parte del conjunto de una estrella muy caliente rodeada por una envolvente en expansión.

 

Esta combinación, al final de la vida de algunas estrellas, es el antiguo núcleo de una estrella parecida al Sol rodeado de una nube de gas que se aleja lentamente.

 

En el libro, las astrónomas explican que el antiguo núcleo que ahora es una estrella muy compacta, casi una enana blanca, está en el centro de la nebulosa planetaria.

 

Por tener una temperatura elevada en la superficie, emite radiación de alta energía, capturada por los átomos de la envolvente. Estos átomos se ionizan y excitan y, cuando regresan a su estado de menor energía, emiten radiación.

 

Mientras la estrella central emita radiación de alta energía, los átomos de la envolvente continuarán capturándola, se repetirá el proceso y el gas que rodea a la estrella se verá brillante. 


“Las nebulosas planetarias se generan en la etapa final de estrellas de tipo solar, de masa baja a intermedia (de una a ocho masas solares); son una fase muy breve de las estrellas, que dura unos 10 mil años, breve si se compara con los 12 mil millones de años que vive una estrella como el Sol”, explicó Silvia Torres.

 

Las investigadoras aclararon que existen otro tipo de objetos celestes, las supernovas, que también son estrellas en agonía.

 

“Pero las supernovas representan una muerte violenta  y ocurren en estrellas masivas, mientras que las nebulosas planetarias se genera en estrellas medianas, digamos ‘del montón’, como nuestro Sol, que tienen una masa baja o intermedia”, aclaró Silvia Torres.

 

De Herschel al Hubble

 

Las nebulosas planetarias fueron descubiertas a fines del siglo XVIII por el astrónomo alemán William Herschel y su hermana Carolina.

 

Herschel, descubridor del planeta Urano, hacía flautas de madera y quería ser un músico de la talla de Handel. No lo logró, pero viajó a Inglaterra con Carolina y construyeron un telescopio con el que registraron varias nebulosas”, narró Julieta Fierro mientras se ponía alas de mariposa para intentar volar, como creía Herschel que podían hacer algunos seres en la Luna.

 

“Pero se equivocó, en la Luna no se puede volar porque no hay gravedad”, dijo la divulgadora, quien para mostrar la gravedad de los objetos lanzó a los asistentes dulces, libros y hasta un telescopio. 

 

Actualmente, las nebulosas siguen siendo observadas por diversos instrumentos astronómicos, y el telescopio espacial Hubble ha descubierto varias de ellas en otras galaxias, señalaron las investigadoras.

 

Sol y Tierra no sobrevivirán

 

El estudio de las nebulosas planetarias es útil para conocer la composición de la galaxia y la interacción entre materia y energía en el Universo.

 

Además, permite predecir lo que sucederá al planeta dentro de cinco mil millones de años. 

 

“Dentro de unos cinco mil millones de años, un periodo aproximadamente igual al que ha existido hasta ahora, el Sol se convertirá en una nebulosa planetaria y morirá como toda estrella mediana. En su nube de gas, se fundirá la Tierra y el resto de nuestro Sistema Solar. Así que la Tierra no sobrevivirá a la muerte del Sol”, advirtió Julieta Fierro.

 

Mientras ese colapso ocurre, Silvia Torres invitó a leer el libro. “Lo escribimos con mucho interés de que lo lean principalmente los jóvenes”, señaló.

--oOo--