12:30  hrs. 22 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-499

Ciudad Universitaria

Héctor Hernández Toledo

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URGEN A PROTEGER EL OBSERVATORIO DE SAN PEDRO MÁRTIR DE LA CONTAMINACIÓN LUMÍNICA

 

  •  Con la luz eléctrica que se expande en Baja California, enfrentamos un problema para preservar el Observatorio Astronómico Nacional, dijo Héctor Hernández Toledo, del Instituto de Astronomía (IA)
  • Las amenazas de uno de los sitios más oscuros del mundo, ideal para la observación estelar, son los resplandores de las luces artificiales, dijo el investigador

 

El Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, uno de los sitios privilegiados del Hemisferio Norte para la observación de las estrellas por su ubicación, altura y noches oscuras, está en riesgo de perder sus condiciones ideales si continúa avanzando el uso de luz eléctrica en amplias zonas que abarcan Tijuana, Mexicali y sus alrededores en Baja California, afirmó el doctor Héctor Hernández Toledo, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.

 

En la charla El mejor sitio astronómico de México en peligro. Protejamos San Pedro Mártir, el experto en astronomía extragaláctica y cosmología, explicó que el uso creciente de luz eléctrica en las noches bajacalifornianas impide ver las estrellas, no solo a simple vista, sino también a través de los telescopios cuya eficacia se ve interferida por el resplandor de las luces artificiales.

 

“El resplandor es el rebote de la luz urbana, que ocasiona que algunas partículas de luz artificial lleguen a los tres telescopios de San Pedro Mártir y reduzcan el contraste de las imágenes, creando aberraciones en las observaciones científicas”, explicó Hernández Toledo en el auditorio del IA.

Desvanecen a las estrellas

El Observatorio, que este año celebra su cincuentenario como sitio de trabajo astronómico de primer nivel, se enfrenta al crecimiento urbano de ciudades que dejan resplandores lumínicos en las aún noches oscuras que fueron fundamentales para elegir la ubicación del complejo astronómico a 2 mil 900 metros de altura, entre el Mar de Cortés y el Océano Pacífico, en una zona con excelentes condiciones atmosféricas que garantizan noches sin nubes ni lluvia durante tres cuartas partes del año. 

 

El Observatorio Astronómico Nacional ya ha enfrentado la contaminación lumínica en el pasado, y por ello, la de la frontera norte es su tercera instalación desde su fundación en 1878.

 

“El Observatorio Astronómico Nacional se fundó a fines del siglo XIX en el Castillo de Chapultepec; por el  crecimiento e iluminación nocturna de la Ciudad de México se mudó a Tonantzintla, un pequeño poblado poblano, de donde pasó a San Pedro Mártir por el mismo crecimiento de Puebla”, recordó el investigador.   

 

En vez de pensar en una cuarta mudanza, los astrónomos mexicanos han unido esfuerzos con el Congreso local de Baja California para impulsar la llamada “Ley del Cielo”, iniciativa para reglamentar las luminarias públicas y reducir el resplandor que provocan en el cielo nocturno.

 

Alumbrar el suelo para ver el cielo

La propuesta legal, resumió Hernández Toledo, consiste en utilizar focos que reduzcan el resplandor sin aminorar su eficiencia, y en dirigir las luminarias hacia el suelo, para así evitar lanzar más luz al cielo.

 

Además de ayudar a conservar el trabajo científico en San Pedro Mártir, la Ley del Cielo ayudaría a reducir el consumo de energía en la zona norte del país, explicó el científico.

 

“Creemos que si se aprueba y aplica correctamente la Ley del Cielo podemos llegar a un acuerdo para preservar el Observatorio de San Pedro Mártir, pues se obligaría a que las luminarias públicas y las instalaciones del nuevo puerto respeten la necesidad científica de mantener oscuro el cielo en esa región, para que así podamos seguir observando las estrellas”, finalizó el científico.

 

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Foto 01.

 

El Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, uno de los sitios privilegiados del Hemisferio Norte.