06:00 hrs. 18 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-490

Ciudad Universitaria

 

 

Enrique Ochoa Reza

Pie de fotos al final del boletín

 

URGE MODIFICAR EL SISTEMA PENAL MEXICANO

 

 

El catedrático de la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM, Emilio Rabasa Gamboa, aseguró que es esencial modificar la estructura penal en México y pasar de un sistema inquisitivo escrito a uno acusatorio oral. Esto sería benéfico no sólo para el sistema jurídico, sino para el político, por ello es necesario que se empuje su instrumentación desde la ciudadanía.

 

El académico explicó que los procesos actuales impiden que los acusados se defiendan adecuadamente y eso conduce a inequidades, y añadió que el gobierno federal y algunos estatales aún son de la idea de que para que las cosas sean justas, primero debe haber seguridad, “pero esto es al revés, sólo la buena justicia generará estabilidad, y esto es algo que las autoridades no comprenden”, advirtió en su participación en el seminario La Reforma Constitucional en Materia Penal, Sistema Penal Acusatorio, celebrado en la FD.

 

Al respecto, Enrique Ochoa Reza, director del Centro de Capacitación Jurídica Electoral, señaló que el sistema penal mexicano está colapsado, el 65 por ciento de los delitos no se denuncian y 80 por ciento de los ciudadanos piensa que puede sobornar a un juez.

 

El especialista señaló que a un año de aprobarse la reforma constitucional en materia de seguridad y justicia (que reescribió varios artículos), la Facultad de Derecho (FD) de la UNAM es la única institución que ha retomado el tema para ponerlo a discusión y escrutinio académico, y acto seguido el también miembro de la Red Nacional a Favor de los Juicios Orales disertó sobre los beneficios de dicha modificación legal.

 

A pesar de que hay muchos especialistas y jueces que no están de acuerdo con este proceso, es necesario reformar el sistema para solucionar el terrible rezago que tenemos en materia penal, expuso.

 

Ochoa Reza comparó de manera conceptual el sistema inquisitivo y el acusatorio, en los que las diferencias fundamentales son que en el primero se concentran en una misma autoridad las funciones de investigar y juzgar, mientras que en el segundo dichas atribuciones están divididas.

 

En México, explicó, el sistema penal es inquisitivo mixto y otorga mucho poder al Ministerio Público, que se sabe en una posición de privilegio y en ocasiones abusa al acusar a inocentes.

 

En éste, añadió, el juez no tiene que estar en la presentación de evidencias, mientras que en el acusatorio debe estar en el desahogo de pruebas. En el primero se prefiere la escritura, en el segundo la oralidad. Además, en el inquisitivo la víctima no tiene una parte procesal importante, pero en el acusatorio forma parte de la acusación y puede hablar frente al juez y declarar su verdad, expuso.

 

México heredó el proceso inquisitivo de Italia, España y Alemania, que en el siglo pasado cambiaron al acusatorio, e incluso en América Latina algunos países que comparten características culturales y organizaciones jurídicas con nuestro país, también optaron por otro sistema.

 

En esta nación, la reforma llegó tarde debido a que la evolución democrática fue más tardada que en el resto de los Estados latinoamericanos.

 

No obstante, en el interior de la República entidades como Chihuahua y Nuevo León ya registraban avances en este rubro desde antes de esta propuesta; sin embargo, aún hay algunos que tienen reticencias ante lo nuevo y esperan una contrarreforma, opinó.

 

La corrupción que este sistema ha generado propicia que muchos de los involucrados se beneficien y se resistan al cambio, que es inminente y necesario para sanear el sistema penal, concluyó.

 

 

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Foto 01.

 

Enrique Ochoa Reza explicó que México debe adoptar un sistema acusatorio oral, como la mayoría de los países, y no quedarse con uno inquisitivo que otorga demasiado poder al Ministerio Público.