12:30  hrs. 8 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-470

Ciudad Universitaria

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INVESTIGAN EFECTOS TÓXICOS DE LAS METANFETAMINAS EN EL CEREBRO

 

 

Populares por su creciente consumo en muchos países del mundo, las metanfetaminas son drogas sintéticas que actúan sobre el sistema nervioso central, producen sensación de placer y reducen el hambre, el sueño y la fatiga.

 

Aunque son conocidos sus efectos y la rápida dependencia física y psicológica que generan en los consumidores, hay una larga ruta por descubrir acerca de cómo estas sustancias alteran neurotransmisores como la dopamina y células como las microglías, que están en el cerebro, pero no son neuronas.

 

A indagar esa ruta se dedica Donald M. Kuhn, investigador del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de la Universidad Estatal Wayne, ubicado en Detroit, Michigan.

 

 

 

De visita en la UNAM, en correspondencia a una invitación del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), el científico ofreció el seminario El papel de células no neuronales y dopamina en drogas que inducen neurotoxicidad.

 

En el auditorio Francisco Alonso de Florida del IIBm, Kuhn explicó que estudia en cultivos celulares los mecanismos de acción de las metanfetaminas y su relación con la dopamina y las células microglías para tratar de entender cómo ocurre la neurotoxicidad.

 

Para ello, utiliza técnicas de neuroquímica, bioquímica, biología molecular y, más recientemente, aplica el enfoque de la proteómica, que parte del funcionamiento de las proteínas dentro de las células.

 

“Nuestro laboratorio utiliza un enfoque multidisciplinario que aprovecha los modelos de cultivos celulares, la producción de animales modificados genéticamente, la tecnología de biología molecular, la genómica funcional y la espectrometría de masas basada en proteómica”, resumió.

 

Directo al cerebro

Las microglías son células pequeñas con núcleo alargado y prolongaciones cortas e irregulares. Se originan en precursores de la médula ósea y llegan al sistema nervioso a través de la sangre. Son la principal línea de defensa del sistema nervioso central (SNC) y el mejor antígeno presente en las células del mismo, dijo.

 

En cultivos de laboratorio, Kuhn las utiliza como marcadores específicos para ubicar la acción de las metanfetaminas en el SNC.

 

Por su parte, la dopamina es una hormona producida en muchas áreas del SNC, que actúa como neutrotransmisor en las terminales de las células nerviosas, donde se almacenan o liberan para excitar o inhibir a neuronas cercanas.

 

Esta sustancia participa en la regulación de funciones motoras, neuroendróninas, motivacionales y afectivas. Por eso, su alteración se relaciona con sensaciones de placer y bienestar en presencia de drogas.

 

De forma natural, al ser liberada la dopamina se elimina por varios mecanismos, uno de ellos es llamado recaptura, pues las terminaciones nerviosas que liberaron a la sustancia vuelven a capturarla, impidiendo que continúe sus funciones.

 

Pero cuando una metanfetamina se atraviesa en este proceso, el proceso de recaptura queda bloqueado, y la dopamina queda libre en varias zonas del cerebro, produciendo alteraciones en las sensaciones.

 

“Con estas técnicas de laboratorio, a las que hemos integrado la proteómica, podemos identificar nuevos objetivos de las proteínas presentes en drogas como las metanfetaminas, y así seguir su ruta para comprender a fondo su funcionamiento”, concluyó.

 

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