Boletín UNAM-DGCS-470
Ciudad Universitaria
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INVESTIGAN EFECTOS
TÓXICOS DE LAS METANFETAMINAS EN EL CEREBRO
Populares por su creciente consumo en muchos países del mundo, las
metanfetaminas son drogas sintéticas que actúan sobre el sistema nervioso
central, producen sensación de placer y reducen el hambre, el sueño y la fatiga.
Aunque son conocidos sus efectos y la rápida dependencia física y
psicológica que generan en los consumidores, hay una larga ruta por descubrir acerca
de cómo estas sustancias alteran neurotransmisores como la dopamina y células como
las microglías, que están en el cerebro, pero no son neuronas.
A indagar esa ruta se dedica Donald M. Kuhn, investigador del
Departamento de Psiquiatría y Ciencias Conductuales de
De visita en
En el auditorio
Para ello, utiliza técnicas de neuroquímica, bioquímica, biología
molecular y, más recientemente, aplica el enfoque de la proteómica, que parte
del funcionamiento de las proteínas dentro de las células.
“Nuestro laboratorio utiliza un enfoque multidisciplinario que
aprovecha los modelos de cultivos celulares, la producción de animales
modificados genéticamente, la tecnología de biología molecular, la genómica
funcional y la espectrometría de masas basada en proteómica”, resumió.
Directo al cerebro
Las microglías son células pequeñas con núcleo alargado y
prolongaciones cortas e irregulares. Se originan en precursores de la médula
ósea y llegan al sistema nervioso a través de
En cultivos de laboratorio, Kuhn las utiliza como marcadores específicos
para ubicar la acción de las metanfetaminas en el SNC.
Por su parte, la dopamina es una hormona producida en muchas áreas del SNC,
que actúa como neutrotransmisor en las terminales de las células nerviosas,
donde se almacenan o liberan para excitar o inhibir a neuronas cercanas.
Esta sustancia participa en la regulación de funciones motoras,
neuroendróninas, motivacionales y afectivas. Por eso, su alteración se
relaciona con sensaciones de placer y bienestar en presencia de drogas.
De forma natural, al ser liberada la dopamina se elimina por varios
mecanismos, uno de ellos es llamado recaptura, pues las terminaciones nerviosas
que liberaron a la sustancia vuelven a capturarla, impidiendo que continúe sus
funciones.
Pero cuando una metanfetamina se atraviesa en este proceso, el proceso
de recaptura queda bloqueado, y la dopamina queda libre en varias zonas del
cerebro, produciendo alteraciones en las sensaciones.
“Con estas técnicas de laboratorio, a las que hemos integrado la
proteómica, podemos identificar nuevos objetivos de las proteínas presentes en
drogas como las metanfetaminas, y así seguir su ruta para comprender a fondo su
funcionamiento”, concluyó.
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