12:30  hrs. 8 de agosto de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-469

Ciudad Universitaria

Pie de foto al final del boletín

 

MÉXICO PUEDE PERDER ENTRE 6 Y 30 POR CIENTO DE SU PIB POR EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL 2100

 

·        La UNAM coordinó, a través del doctor Luis Miguel Galindo, el estudio La economía del cambio climático en México, a petición de la SHCP y la Semarnat, y en coordinación con el centro Mario Molina y el INE

·        Desde tomarse medidas hoy, el país sólo debería invertir dos por ciento de su PIB para reducir a la mitad sus gases de efecto invernadero

El cambio climático tendrá “impactos significativos y crecientes” en la economía nacional, señala el estudio La economía del cambio climático en México. El trabajo, realizado a petición de las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), predice que al país perderá, por lo menos, seis por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) por el calentamiento global, sobre todo por los impactos en agricultura, disponibilidad de agua, turismo, cambio de uso de suelo, biodiversidad y salud.

El análisis, coordinado por el economista de la UNAM, Luis Miguel Galindo, señala que México necesita invertir dos por ciento de su PIB para reducir a la mitad los gases de efecto invernadero que produce. “Desde la visión económica, resulta más eficiente actuar que dejar el problema para las generaciones futuras”.

En entrevista, Luis Miguel Galindo explica que el trabajo identificó que México podría perder “entre seis y 30 por ciento del PIB” por los impactos del cambio climático. El rango de pérdida es muy amplio, aclara el investigador, debido a que existen diversas variables a considerar como el escenario de incremento de la temperatura del planeta, la tasa de interés de descuento aplicada y los riesgos sobre la trayectoria de crecimiento del país.

“Estos costos aumentarán en el tiempo y serán heterogéneos por regiones. Se acentuarán a partir de la segunda mitad del siglo, dependiendo de los rangos de temperatura a que lleguemos”, advierte el investigador.

También resalta que se requiere un acuerdo internacional que permita disminuir la producción de estos gases, causantes del calentamiento global.

Y es que si en los próximos años sube la temperatura más de dos o tres grados centígrados, “los costos para México se incrementarán considerablemente”, advierte el doctor Luis Miguel Galindo.

Focos rojos

El estudio resalta que uno de los sectores más afectados por el cambio climático será la agricultura, sobre todo en el norte y noroeste del país y el sector hídrico.

Así, ante el aumento de la temperatura habrá menores rendimientos y producción en el sector agrícola. Asimismo, como parte de la estrategia de adaptación al cambio climático, México tendrá que modificar sus patrones de cultivo y dejar de apoyar la expansión “ineficiente” de la frontera agropecuaria y contener un mayor consumo de agua para compensar el aumento de la temperatura en las actividades agrícolas.  

La disponibilidad del agua, señala, también se verá afectada considerablemente. “Los resultados muestran un aumento significativo del estrés hídrico para el año 2100, en particular en algunas zonas del norte del país. Ello resulta particularmente preocupante si se considera que estas áreas serán también intensamente afectadas por aumentos en la temperatura”.

También se identifican impactos en la salud de la población. Además de los efectos por las olas de calor, aumentarán “los límites geográficos de las enfermedades contagiosas”.

Uno de los impactos más severos será la merma de biodiversidad. Se calcula que para el año 2100, México perderá hasta 30 por ciento de su flora y fauna.

Aunque no se puede cuantificar económicamente con precisión cuánto cuesta a una nación la extinción de un animal o una planta, el economista resalta que es una “merma éticamente inaceptable, pero por desgracia, no nos daríamos cuenta en términos de los costos económicos y por eso es más probable que lo perdamos. Ahí hay un llamado de atención importante sobre la necesidad de preservar nuestra biodiversidad, más allá de su costo económico”.

Los impactos climáticos en la economía del país ya son una realidad. El estudio muestra que 25 municipios del país ya sufren las consecuencias de los eventos extremos del clima, como los huracanes. “La población afectada por estos fenómenos ya realiza diversos gastos, por ejemplo, en rehabilitar infraestructura dañada, pero aún no los identifica como un desembolso de adaptación al cambio climático”.

El estudio también señala que ya hay procesos de adaptación al calentamiento, pero “algunos de ellos no están siendo eficientes; están generando consecuencias negativas adicionales. Por ejemplo, se compensa el aumento de temperatura con un mayor uso de agua, lo que está generando sobreexplotación de los recursos acuíferos”.

Entre las acciones que propone está revisar los precios de algunos bienes y servicios públicos como energía, gasolinas o agua, “sin desatender consideraciones sociales”.

En los próximos años, la economía mexicana deberá transitar a una trayectoria de crecimiento de baja intensidad de carbono, como el resto de las economías del mundo, al tiempo que realiza un proceso de adaptación que minimice los efectos del cambio climático.

El “Stern mexicano”

México es, después de Australia, el segundo país que cuenta con un estudio nacional sobre los impactos económicos del cambio climático. Estos estudios tomaron como referencia el llamado Informe Stern, elaborado por Nicholas Stern, a petición del gobierno británico, y cuyo fin fue analizar, desde la visión económica, las consecuencias del cambio climático a nivel mundial.

El Informe Stern se presentó en noviembre de 2006. En ese entonces prendió las luces de alarma de la comunidad internacional al informar que el cambio climático podría costar de cinco a 10 por ciento del PIB mundial, aunque si se pierden los polos y algunas zonas costeras puede llegar a 20 por ciento.

En el estudio sobre México, en el que participaron cerca de 25 especialistas, colaboraron los centros Mario Molina y de Estudios de la Atmósfera de la UNAM, y el Instituto Nacional de Ecología (INE).

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el gobierno de Gran Bretaña, del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial aportaron recursos para el estudio. Además, se contó con la asistencia técnica de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas y de Lord Stern y parte de los miembros de su equipo.

En la actualidad, Galindo coordina los estudios similares para países de Latinoamérica, Centroamérica y el Caribe que estarán listos antes de diciembre próximo, cuando se realice la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático en Copenhague, donde se espera que las naciones puedan adoptar una estrategia que sustituya el Protocolo de Kioto y permita reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La síntesis del estudio La economía del cambio climático en México está disponible  en www.semarnat.gob.mx.

 

—o0o—