Boletín UNAM-DGCS-452
Pie de foto al final del boletín
Se pretende que la tifloteca en derecho procesal
civil cuente con obras en braille y audiolibros, y
con medios electrónicos e informativos que sirvan de apoyo para ese grupo.
El proyecto nació tras el éxito del Laboratorio de Enseñanza Práctica
del Derecho, que permite a los estudiantes entrenarse como abogados postulantes
o secretarios de acuerdos.
La palabra tlanextli es de
origen náhuatl y significa ‘luz’. De esta voz toma su nombre la propuesta, que
tiene tres objetivos fundamentales: generar un aula que tenga infraestructura en
computadoras, impresoras en braille, programas de software que permitan
a los invidentes acceder a la información y transitar en las mismas condiciones
que el resto de sus compañeros, indicó Carrasco Soulé.
La idea no es concentrar
a todos los alumnos con ceguera en un aula y apartarlos del resto; por el
contrario, se plantea habilitar el espacio de tal manera que puedan convivir
con sus compañeros y profesores. Si se construyera, se estaría creando
discriminación positiva.
Para evitar la
segregación, se busca que catedráticos y maestros traten a los discapacitados
de manera normal, porque casi nadie está preparado para atender a un estudiante
ciego. Un examen, ejemplificó, se hace por escrito, pero el invidente lo
responde oralmente, lo que ocasiona que no tenga las mismas oportunidades.
Los libros de la tifloteca estarán disponibles en dos formatos: braille y
audio; estos últimos se almacenarán en iPods para
evitar que se pierda la información y para que el usuario controle la
velocidad.
Como parte de estas
iniciativas, se pretende generar una estrategia de inserción laboral, porque
los alumnos con esta discapacidad usualmente son de bajos recursos, concluyó.
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Foto 01.
La tifloteca
en derecho procesal civil contará con obras en Braille y audiolibros
que sirvan de apoyo a alumnos invidentes, dijo