12:30  hrs. 26 de julio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-442

Ciudad Universitaria

 

 

LA UNAM TIENE LISTO Y PATENTADO MATERIAL DE CASCARILLA DE ARROZ

 

·         El producto resistente al fuego, agua y microorganismos, se desarrolla en el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA)

·         El aglomerado es útil para hacer puertas, pisos y marcos de ventanas y paneles para automóviles

·         En unos meses podría concretarse la transferencia tecnológica a una empresa arrocera, afirmó Víctor Manuel Castaños Meneses, titular del proyecto

 

Con la cascarilla del arroz que se desperdicia en las cosechas, un grupo de físicos de la UNAM desarrolló un novedoso material aglomerado que resiste el fuego, el agua y la entrada de virus y bacterias.

 

Luego de 17 años de investigación, el equipo encabezado por Víctor Manuel Castaño Meneses, investigador y director del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA), cuenta con una patente nacional y un producto listo para ser transferido a las industrias de la construcción, mueblera y automotriz, y se pueden fabricar pisos, marcos para ventanas, sillas, mesas y paneles para puertas de automóviles, entre otros productos.

 

En el grupo científico participan Susana Vargas, Miriam Estévez, Rogelio Rodríguez, Alberto Álvarez y René Salgado, académicos del CFATA, con sede en Juriquilla, Querétaro.

 

Gama de aplicaciones

La cascarilla de arroz, que sirve de materia prima para este material, está formada en un 25 a 30 por ciento de dióxido de silicio (SiO2), elemento que constituye al vidrio, la arena y los cuarzos. Se mezcla con una resina comercial para obtener un aglomerado duro, moldeable, fácil de perforar y de clavar.

 

Fue desarrollado con tecnologías propias y probado con diferentes tipos de resina (hechas a base de moléculas de gran tamaño llamadas polímeros, como las que forman los plásticos) que conceden mayor flexibilidad o dureza, según se requiera; el producto se forma en un 85 por ciento de esa cascarilla y 15 por ciento de resina comercial, cuya función es aglutinar al dióxido de silicio.

 

Es resistente y no propaga el fuego (es ignífugo), contiene la humedad e impide el ataque de hongos y bacterias, microorganismos que dañan al aglomerado de madera con el que competirá en el mercado, explicó Castaño.

 

A su cualidad ignífuga se suma la resina comercial sintética, que repele los líquidos. “Es hidrofóbica, rechaza el agua, lo que le da estabilidad hidrolítica al compuesto”, precisó el experto en materiales.

 

Otras ventajas del producto son que no se corroe y tiene propiedades mecánicas y de fijeza adecuadas, lo que garantiza su versatilidad para ser utilizado en señalizaciones de carreteras, paneles para cines, auditorios y grandes edificios. También aísla el ruido y el calor, por lo que es recomendable para sustituir al corcho en cabinas de grabación y radiofónicas, apuntó.

 

Proceso en laboratorio

La cascarilla de arroz se obtiene de los grandes centros productores del grano en Morelos y Veracruz, donde representa un desperdicio de entre 10 y 20 por ciento del cultivo (según la especie).

 

Luego de separarla del grano, la corteza se procesa en un laboratorio de materiales del CFATA, donde se limpia y se muele; posteriormente, se mezcla con una resina comercial sintética, hasta obtener una sustancia uniforme.

 

La resina, que conforma el 10 por ciento del producto, cubre los espacios entre las partículas de la cascarilla, proceso que se comprueba mediante un microscopio electrónico.

 

La mezcla se vierte en diferentes moldes, y actualmente el CFATA tiene prototipos de puertas, pisos y marcos para ventanas. Además, han realizado pruebas exitosas en sistemas de colado para probar su resistencia en el soporte de grandes columnas en la construcción de edificios.

 

El nuevo material podría llamarse “AGLOZ”, un término que sintetiza el concepto aglomerado de arroz; o “IGNITUM”, en referencia a su resistencia al fuego, adelantó el científico.

 

El director del CFATA espera que en los próximos meses se concrete una negociación con una de las más importantes arroceras del país para lograr una transferencia tecnológica que lleve este producto de un laboratorio de la UNAM al mercado nacional.

 

--oOo--