06:00  hrs. 24 de julio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-438

Ciudad Universitaria

 

 

Gloria Garduño

Pie de foto al final del boletín

 

ELABORA LA UNAM CATÁLOGO DE MACROALGAS DEL GOLFO DE MÉXICO Y MAR CARIBE

 

 

Por el potencial de explotación de las macroalgas como fertilizantes, bactericidas, para elaborar productos de belleza y como indicadores de la calidad del agua, académicos de la Universidad Nacional editaron el Catálogo de algas bénticas de las costas mexicanas del Golfo de México y Mar Caribe.

 

La obra, realizada por Martha Ortega, José Luis Godínez y Gloria Garduño Solórzano, ofrece información detallada de 727 nombres específicos e infraespecíficos de macroalgas bénticas marinas, localizadas y estudiadas en esas regiones; indican su ubicación, importancia, situación, tendencias y datos bibliográficos de cada taxa.

  

Sin embargo, aún falta mucho territorio por explorar a lo largo del litoral mexicano, porque se calcula que en esas costas podrían existir entre mil 500 y dos mil especies, y apenas se conoce la mitad, subrayó Garduño Solórzano, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

 

Las costas mexicanas del Golfo de México y Mar Caribe cuentan con más de tres mil kilómetros, donde de las 180 publicaciones ficoflorísticas registradas, el 97 por ciento reúne información del piso intermareal (área comprendida entre la marea alta y baja, en donde quedan expuestos los organismos al aire y son cubiertos por el agua marina). El infralitoral (zona profunda permanentemente cubierta por el agua) ha sido poco estudiado, y en la exploración se espera encontrar más especies.

 

Nuevas investigaciones señalan que la isla de Cozumel, Quintana Roo, tiene una gran diversidad de algas; en total, 403 especies, lo que representa poco más de la mitad del total que hay en el Golfo de México y Mar Caribe, añadió la académica de la UNAM.

 

Este material bibliográfico permite conocer el grado de exploración que se tiene en cada uno de las entidades federativas de la región Atlántica del país; así, de los 62 municipios costeros, sólo 38 presentan algún tipo de exploración ficológica, y más del 40 por ciento no cuenta con indagaciones o registros de macroalgas, lo que permite apuntar nuevas líneas de análisis para reconocer el potencial de los recursos nacionales.

 

Hasta el momento, se ha encontrado que las macroalgas podrían tener potencial como fertilizantes, bactericidas, bacteriostáticos, fúngicos, astringentes, purgantes y como indicadores de la calidad de agua y bioacumulación de metales pesados. Algunas especies como la Nori (Porphyra perforata), de pigmentación roja, se ocupa para la envoltura de sushi.

 

Garduño Solórzano indicó que el catálogo puede proporcionar información valiosa para quienes se encargan de la toma de decisiones, porque de acuerdo al potencial y estado de una zona costera será factible decretarla área natural protegida para cuidar la biodiversidad de la nación.

 

¿Qué son las macroalgas?

Las algas marinas bentónicas forman complejas estructuras multicelulares; su tamaño oscila de unos cuantos centímetros hasta metros, viven sobre los fondos marinos y pertenecen a cuatro categorías taxonómicas. Se diferencian principalmente por el tipo de pigmento predominante como el azul, verde, pardo y rojo.

 

La maestra en Ciencias, subrayó que la FES Iztacala también cuenta con un herbario, considerado uno de los 10 con mayor cantidad de información valiosa en el país; el material que ahí se encuentra es sumamente importante, porque sirve de consulta a quienes se dedican al estudio de estos recursos naturales.

 

Actualmente, cuentan con una colección de dos mil ejemplares de macroalgas conservadas en seco, y dos mil 300, tanto micro como macro, en líquido; se trata de ejemplares de agua dulce de la Faja Volcánica Transmexicana, y ejemplares de las costas de la región del Golfo de México y Mar Caribe.

 

Ofrece información única para futuros trabajos de tipo biogeográfico, taxonómico; se puede obtener una muestra del material, extraer ADN y hacer un estudio para saber la potencialidad del grupo y sus posibles usos.

 

A la fecha, se trabaja en la elaboración de un herbario virtual, a través de diferentes CD multimedia, apoyados por proyectos PAPIME, para que los usuarios cuenten con material didáctico y apoyen sus observaciones de campo, concluyó Gloria Garduño.

 

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Foto 1

De acuerdo al potencial y estado de una zona costera, será factible decretarla área natural protegida para cuidar la biodiversidad de la nación, señaló Gloria Garduño, de la FES Iztacala de la UNAM.

 

Foto 2.

Padina gymnospora, es una alga parda que se ha citado para fijar el calcio en mamíferos y con actividad antibiótica.