06:00  hrs. 22 de julio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-435

Ciudad Universitaria

 

 

Jorge Escotto

Pie de foto al final del boletín

EN EL MUNDO, UNA DE CADA 500 PERSONAS ES AUTISTA

 

·         Este padecimiento es más común en hombres que en mujeres; por cada cinco niños que lo presentan hay sólo dos o tres niñas, expuso el académico universitario Jorge Escotto Morett

·         Quienes lo padecen evitan contacto físico y visual, y toda su comunicación paraverbal está afectada, refirió

·         El autismo no se cura, sólo se controla; por ello, en las terapias el énfasis está puesto en la autosuficiencia, detalló

 

A nivel mundial, de cada 500 personas una es autista, refirió Jorge Escotto Morett, profesor de posgrado de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.

 

El autismo comprende un grupo de trastornos que afecta al desarrollo y va acompañado de otros factores que pueden ir del retraso mental al síndrome de Asperger, en el que quienes lo presentan pueden ser funcionales, aunque su sintomatología deviene en una rigidez analógica, es decir, en la carencia de sentido común y malicia.

 

Por otro lado, los autistas exhiben tal indiferencia que ésta se traduce en una limitación para alcanzar el estado de autoconciencia, indicó.

 

La alteración afecta todo lo que tiene que ver con la temporalidad, la autoadvertencia y la conciencia de uno mismo; además, inhibe las conductas emocionales espontáneas y, en ese sentido, las respuestas son muy limitadas, refirió el presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Autismo y otros Trastornos del Desarrollo, IAP.

El autista evita contacto físico y visual. En ellos, toda la comunicación paraverbal está afectada; de hecho, su lenguaje puede tener alteraciones porque a veces no hablan y otras lo hacen en segunda o tercera persona. Incluso, algunos individuos lo hacen bien, pero de una manera rígida y con sonsonetes estereotipados. “Estos síntomas dependen del tipo de autismo”, precisó.

 

El paidopsiquiatra explicó que en este padecimiento hay casos muy severos ligados al retraso mental; otros que son moderados, como el de Kanner; leves, que implican un alto rendimiento, y además está el de tipo Asperger, que alude a pacientes capaces de realizar diversas actividades y tener un buen funcionamiento (de hecho, pueden pasar por personas normales), con el único inconveniente de que su conducta es demasiado ingenua.

 

Este padecimiento se presenta con mayor frecuencia en hombres que en mujeres; por cada cinco niños con esta afección hay sólo dos o tres pequeñas autistas, expuso el académico universitario.

 

El trastorno se puede diagnosticar fácilmente en el primer año de vida, porque se trata de bebés muy indiferentes, reacios a sonreír y frecuentemente con retraso en sus capacidades psicomotoras, señaló.

 

La alteración de tipo Kanner se presenta antes de los 30 meses, y en la de tipo Asperger, algo pasa en el desarrollo a tal grado que a los dos años, todo parece marchar bien y de pronto se suspende el desarrollo, dejan de hablar, se muestran indiferentes y no hay reciprocidad en las muestras de afecto ni en la comunicación.

 

“El autismo no se cura, sólo se controla”. Se busca que la gente viva en armonía, contenta y tranquila; por ello, en las sesiones de atención se pone mayor énfasis en la autosuficiencia y se busca que los autistas se adapten a su medio ambiente.

 

El tratamiento que mejor funciona es el de la terapia ambiental, que incluye actividades psicopedagógicas (prelectura y escritura, nociones, ubicaciones tiempo-espacio e incorporación a actividades de la vida cotidiana), comentó.

 

En la atención se pueden emplear fármacos, pero sólo para remitir sintomatologías disfuncionales o que impidan la terapia, como las crisis emocionales, los comportamientos obsesivos, los tics y la autoagresividad.

 

Es importante que la terapia ambiental se lleve de por vida, porque mediante ella se pretende hacer que las personas funcionen; incluso hay quienes pueden estudiar carreras y, si son apoyados por la familia, ser autosuficientes, recalcó.

 

El diagnóstico y tratamiento del autismo es costoso. En instituciones privadas, la atención mensual oscila entre los seis mil y ocho mil pesos; sin embargo, instituciones de salud públicas como el Hospital Psiquiátrico Infantil atienden este problema de manera eficiente y sólo cobran cuotas de recuperación fijadas con base en los ingresos de los familiares del paciente.

 

El promedio de vida de los autistas es el mismo que el de cualquier persona sana, concluyó.

 

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Foto : FV12  ( PORTAL )

 

El autismo es más común en hombres que en mujeres; por cada cinco niños que lo presentan sólo dos o tres niñas son autistas, subrayó el académico de la UNAM, Jorge Escotto Morett.