06:00  hrs. 21 de julio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-432

Ciudad Universitaria

 

Gilda Rojas Fernández

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EN AUMENTO, EL TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN EN MÉXICO

 

  • En los años 50, uno de cada 10 mil niños presentaba este síndrome, y hoy lo padece el 12 por ciento del total de la población, señaló Gilda Rojas Fernández, de la FP de la UNAM
  • El TDAH no tiene cura y subsiste en la adultez cuando no se diagnostica a temprana edad, dijo
  • Los infantes que no son atendidos de manera oportuna pueden convertirse en delincuentes, acotó

 

En México, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se ha incrementado considerablemente en los últimos años. En la década de los 50, uno de cada 10 mil niños presentaba este síndrome, y hoy lo padece el 12 por ciento del total de la población, aseguró la académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Gilda Rojas Fernández.

 

El déficit de atención se agrava cuando se mezcla con la hiperactividad, y aunque se desconoce el origen, se ha detectado que tiene vínculos con el consumo de cigarros durante el embarazo y con algunos factores genéticos, precisó.

 

“Anteriormente, se pensaba que las causas estaban relacionadas con la crianza del menor, pero algunos estudios han revelado que existe una correlación con el tabaquismo durante la gestación”, abundó.

 

Tanto el déficit de atención como la hiperactividad tienen mayor prevalencia en niños que en niñas. Entre los síntomas predominantes están la falta de concentración, la actividad inmoderada y constante, la desobediencia a reglas e instrucciones, y conductas antisociales y agresivas. El TDAH no tiene cura y subsiste en la adultez cuando no se diagnostica a temprana edad.

 

Se puede determinar que un pequeño presenta este síndrome cuando comienza a asistir a la escuela y su comportamiento es notoriamente distinto al de sus compañeros. En estos casos, es necesario que la familia se someta a un tratamiento clínico para auxiliarlo.

 

El 70 por ciento de las personas que sufren TDAH y reciben cuidados adecuados y oportunos pueden interactuar de manera normal, con pocas posibilidades de crear conflictos, indicó.

 

Algunos tratamientos consisten en “educar” a la progenie y al niño con programas conductuales, donde las reglas estén estipuladas y las instrucciones claramente descritas. Incluyen, además, esquemas de trabajo para mantener al infante ocupado con poco tiempo para la actividad constante.

 

Rojas Fernández resaltó que los pequeños que no se atienden oportunamente pueden convertirse en delincuentes por el desajuste social y la agresividad descontrolada que manifiestan sin razón aparente.

 

Cuando apenas iniciaban las investigaciones sobre este síndrome, los pediatras y científicos lo definieron como “daño cerebral mínimo”, y con el paso del tiempo fue puntualizado como lo conocemos ahora, señaló.

 

Otro problema al que se enfrentan quienes padecen TDAH es la discriminación de profesores, quienes los califican de inquietos, agresivos y violentos. No obstante, “ellos deberían darse el tiempo para analizar y estudiar lo que sucede en el entorno del menor y la razón de su comportamiento”, concluyó.

 

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Se pensaba que las causas del TDAH se relacionaban con la crianza del menor, pero estudios han revelado que existe una correlación con el tabaquismo en la gestación, dijo Gilda Rojas, de la FP de la UNAM.