Boletín UNAM-DGCS-424
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La niebla es más que un obstáculo a la visibilidad cuando se viaja por
carretera. No obstante, este tipo de masa de vapor cercana al suelo podría ser
una fuente de agua potable, y por ello, se ensaya su captura en varios países, afirmó
el investigador del Centro de Ciencias de
Ese proceso se realiza con un tipo de estructuras llamadas
“atrapaniebla”, mallas plásticas puestas hacia el viento en las que chocan esas
nubes y dejan escurrir las gotas hacia unas canaletas donde se acumula para
almacenamiento, explicó.
Con este método es posible captar agua para abastecer a pequeñas
comunidades rurales que padecen sequía, y realizar tareas de reforestación.
“Las trampas para niebla han sido utilizadas por muchos años en Chile, Guatemala,
Ecuador, Nepal, algunos países de África y la isla de Tenerife”, detalló el
especialista en física de nubes
En Chile, abundó, se captó el agua de niebla en el desierto de Atacama
(el más seco del planeta), en un proyecto conjunto desarrollado por
“Desgraciadamente, luego de 10 años, el proyecto chileno fracasó por
problemas sociales, cuando se transfirió a una comunidad local para su uso”,
recordó.
El investigador de Meteorología General del CCA, señaló que por las
condiciones geográficas y climáticas en México es más adecuada la captación de
agua de lluvia porque permite la recuperación de mayores volúmenes del líquido
y el abastecimiento a poblaciones más grandes.
Para quienes estudian la física de las nubes incluida la niebla, es importante
conocer la microfísica de estas formaciones, qué partículas la constituyen, la
estructura de sus gotas, cómo se distribuyen por tamaños, cuantas hay por
unidad de volumen de aire y cómo ocurren las interacciones microfísicas de los
componentes de la atmósfera con la formación de precipitación y de esa masa de
vapor, especificó.
Atravesando la niebla
Para su estudio, García y sus colaboradores de
“Para realizar esta investigación se adaptaron tres espectrómetros,
diseñados originalmente para utilizarse en aviones que cruzan las nubes
mientras los equipos captan datos. Como no tenemos acceso a un avión, se logró
que los equipos funcionen a la velocidad de una camioneta –60 kilómetros por
hora– y se estudió la niebla que está cercana a la superficie”, detalló.
En las carreteras de Teziutlán, en medio de
Los tres espectrómetros detallan la microfísica de la niebla: uno mide
gotas pequeñas con un diámetro de
Fernando García y su grupo detectaron que la distribución de gotas de
niebla no es homogénea, que las más abundantes son de
Los universitarios investigan las partículas que forman las gotitas que,
a su vez, componen la niebla, y buscan una aplicación como la posibilidad de
atraparlas de forma artificial y utilizarlas como un recurso hídrico.
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Foto 01.