06:00  hrs. 10 de julio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-410

Ciudad Universitaria

 

Martha Reguero

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

LOS CARACOLES MARINOS, LA CLASE MÁS EXITOSA DE MOLUSCOS

 

 

Los caracoles marinos son los más exitosos y diversos del Phylum Mollusca (ostiones, almejas, quitones, abulones, calamares y pulpos), porque constituyen más del 50 por ciento de las 100 mil especies existentes.

 

La también denominada clase gastrópoda “es un clan triunfador que habita en los mares desde hace 600 millones de años, y actualmente sobrevive en gran cantidad de hábitats”, aseguró la académica del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, María Martha Reguero Reza.

 

Esta categoría constituye la mayor división primaria del reino Animalia. Los moluscos incluyen organismos de siete clases diferentes de invertebrados que, en términos coloquiales, se conocen como conchas, caracoles, mejillones, pulpos y calamares, entre otros; además, es el segundo grupo de invertebrados con mayor biodiversidad en el planeta (el primero, lo ocupan artrópodos como insectos, crustáceos y arañas).

 

Los moluscos poseen un cuerpo dividido en cabeza, pie y masa visceral, cubierta por un velo carnoso denominado manto, cuyos bordes poseen células especializadas que segregan carbonato de calcio, exudado en forma semi-líquida que al contacto con el agua o el aire se endurece y da origen al caparazón; “es un material tan duro que los defiende de depredadores”, dijo.

 

La concha, su resguardo

Los gasterópodos se caracterizan por tener una coraza enrollada en espiral, con un ápice (concha embrionaria) donde inicia el crecimiento de la misma; cada giro en torno al eje del cuerpo o columela se denomina vuelta, y la última lleva una abertura por donde protruye el animal.

 

El caparazón está adaptado para albergar al organismo porque evoluciona a la par que el cuerpo, lo que permite al invertebrado salir y retraerse para alimentarse o resguardarse, explicó.

 

Generalmente, la concha se forma de tres capas: una externa llamada periostraco (alrededor de), piel córnea constituida por conquiolina (proteína y polisacáridos), que sirve de protección contra el ácido carbónico del agua; sin ella, el líquido podría disolver la estructura principal.

 

Después, sigue la capa media o prismática, formada de cristales de calcita o aragonita, donde se crean las ornamentaciones y el color (espinas, puntos, franjas) y, por último, la interna o nacarada, que está en contacto directo con el animal, también conocida como concha nácar.

 

En los moluscos permanece el ápice y conforme crecen aumentan las vueltas de la espira; sin embargo, es prácticamente imposible calcular la edad a partir de él, porque tienen una tasa de desarrollo diferencial que depende de la biología de cada especie y de la temperatura del agua. “Cuando es fría se detiene el crecimiento, sólo engrosan”. Además, la longevidad de los gasterópodos es diversa, algunos nudibranquios viven un año, mientras algunas lapas subsisten hasta 16, señaló.

 

En algunas especies la concha está ausente, reducida o sólo tiene un remanente interno, es el caso de la subclase Opisthobranchia, que se considera con caracteres más especializados. En el curso de la evolución y adaptación, ocupan nuevos nichos lo que provoca que los organismos se modifiquen de acuerdo a las condiciones del ambiente, o a los requerimientos del mismo organismo.

 

Cuando carecen de coraza se valen de otros mecanismos de protección, como segregar sustancias tóxicas que matan a su presa o los hacen poco comestibles; además, se mimetizan y son aposemáticos, es decir, adquieren la forma y color del ambiente en el que viven, e incluso se confunden con corales, abundó Reguero Reza.

 

Según la especie, los moluscos tienen fecundación interna o externa, se aparean al entrecruzarse o liberan los gametos al ambiente acuático, lo que genera masas de huevos o larvas; también pueden cambiar de sexo (protandria), ser hermafroditas o tener autofecundación. Los caracoles pulmonados y opistobranquios pueden ser hermafroditas simultáneos y no producir espermatozoides y óvulos a la vez.

 

Su alimentación

Hay gasterópodos o larvas que viven entre el plancton, se alimentan de él o viven libremente en la superficie del océano; otros, en cambio, forman parte de esos organismos en estado larvario hasta que se desarrollan pero, posteriormente, se asientan en el fondo del mar o habitan la franja litoral sobre las rocas.

 

Su alimentación es variable, señaló. Algunas especies ramonean o ingieren las frondas de algas marinas, otras son raspadoras micrófagos, comen la microflora que se fija en las rocas, y unas más gustan del coral. Varios gastrópodos devoran a otros moluscos como almejas, en la boca tienen un tubo que se extiende (proboscis) y una rádula que simula una cinta dentada que se mueve como una banda que recambia los dientecillos, que le sirven para raspar sus bocados.

 

Variedades urticantes como los opistobranquios contienen sustancias tóxicas que obtienen del alimento que ingieren (esponjas y cnidarios) para después incorporarlas a su organismo; o los Conus, que tienen la rádula modificada en forma de dardo venenoso, que lanzan para paralizar a sus presas.

 

“Los gastrópodos tienen muchas funciones en el ecosistema porque hay herbívoros, carnívoros, ramoneadores, recolectores de partículas orgánicas en suspensión o en el fondo del mar, carroñeros y verdaderos cazadores”, expresó.

 

Organismos complejos

Los caracoles tienen un sistema nervioso complejo que consta de numerosos ganglios interconectados (cefálicos, pedios, pleurales y viscerales). En cuanto a los sentidos, la cabeza tiene tentáculos o sensores (dos o cuatro), en cuya base poseen un ojo; cuentan con osfradios en las branquias para detectar la calidad del agua, y con estatocistos en el pie muscular, que segregan un mucus que les brinda sensibilidad, y al arrastrarse dejan huella a su paso.

 

Asimismo, poseen branquias, conductos anales, páncreas, corazón, pericardio, aorta, gónadas y son de sangre azul porque tienen pigmento de hemocianina.

 

Especies aprovechables

Martha Reguero expresó que las conchas de los moluscos se usan en la industria de la construcción porque se constituyen a base de cal; también son útiles para la fabricación de artesanías, botones, cachas de pistola e instrumentos musicales; el nácar es atesorado como pomada.

 

La mayoría de los moluscos son comestibles, incluso el abulón y el Strombus gigas, mejor conocido como caracol rosado, que también representa un recurso suntuario.

 

En cuanto a las conchas vacías, sirven de protección para los cangrejos ermitaños, forman parte de los cuerpos de agua donde se encuentran, son útiles para que otras especies se fijen o sedimenten: las ostras se cementan unas a otras, pero necesitan sustrato duro como la concha, ejemplificó.

 

En el ICMyL se ubica la Colección Malacológica Dr. Antonio García-Cubas, registrada ante la Semarnat, para que investigadores y alumnos continúen con el estudio de las caracolas, concluyó.

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Foto 01.

 

Las conchas son útiles para la fabricación de artesanías, botones, cachas de pistola, como instrumentos musicales, como moneda, y el nácar es atesorado como pomada.

 

Foto 02

 

Los caracoles poseen branquias, conductos anales, páncreas, corazón, pericardio, aorta, gónadas y son de sangre azul porque tienen pigmento de hemocianina, dijo Martha Reguero Reza, del ICMyL.