Boletín UNAM-DGCS-399
FES Cuautitlán
Pie de foto al final del boletín
Para evitar pérdidas en la producción de maíz y frijol,
especialistas de
Los daños posteriores
a la cosecha provocados por insectos son altos y costosos para los agricultores
y la economía del país, dijo el jefe de Departamento de
A nivel mundial, se
estima que el cinco por ciento de los granos son dañados después de la recolección
por diversos organismos, principalmente insectos; a nivel regional, la pérdida
puede llegar a ser de 30 por ciento. En países tropicales o semitropicales
como México, son una plaga que de no ser combatida, acaba con la producción
entera, precisó.
Por ello, explicó, se
deben manejar niveles de humedad
adecuados bajo un sistema de almacenamiento hermético, a fin de evitar por completo
el daño en los depósitos.
La técnica es sencilla, puede utilizarse en el medio rural y sin recurrir
a plaguicidas. La abundancia de oxígeno en los silos convencionales –estructura
diseñada para almacenar grano y otros materiales a granel– permiten
la formación de hongos penicillium
(en el maíz) y plagas como el gorgojo, la sitophilus zeamais y acanthoscelides obtectus,
detalló Moreno Martínez.
Al
disminuir el oxígeno hasta tres por ciento de su proporción normal en la
atmósfera, esos organismos mueren y dejan de formarse hongos, señaló.
Silos herméticos, la propuesta
La propuesta de los universitarios contempla silos herméticos, de lámina
de acero galvanizado, con válvulas y empaques de neopreno que regulan el
contenido de gases, que ayuda a la destrucción de los
insectos.
Los depósitos diseñados en
Moreno Martínez concluyó que en este desarrollo
intervienen estudiantes de licenciatura y maestría de distintas áreas relacionadas
con el tema; el objetivo es apoyar a los pequeños productores que ven mermas en
sus ganancias por este factor.
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Foto 01.
Para evitar el
daño de cosechas en los depósitos, se deben manejar niveles de humedad
adecuados bajo un sistema de almacenamiento hermético, explicó Ernesto Moreno,
de
Foto 02
A nivel mundial,
se estima que el cinco por ciento de la cosecha de maíz y frijol es dañada por
diversos organismos, principalmente insectos; a nivel regional, la pérdida
asciende a 30 por ciento.