Boletín UNAM-DGCS-384bis
Ciudad
Universitaria
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boletín
Las aberturas de suelo a cielo abierto (tajo) que realiza la industria
minera, generan un grave impacto ambiental por la movilización de vegetación y
el cambio de topografía, afirmó la investigadora del Instituto de Geografía
(IG) de
Esta situación se agrava, explicó, porque al excavar para extraer
sustancias como el oro y el cobre, se utilizan métodos que dañan de manera
importante el entorno, como la cianuración y la lixiviación.
Al participar en el
simposio Ecología política de la minería en México, que presidió la directora del Centro de
Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de esta casa de
estudios, Norma
Blazquez Graf, Sánchez Salazar mencionó que algunas rocas como la
calcita y el yeso se procesan en plantas altamente contaminantes para el aire,
que agravan la degradación ecológica.
En la actualidad, la minería participa modestamente en el Producto
Interno Bruto; sin embargo, su importancia a nivel local es grande, pues en
ocasiones estos veneros se ubican en zonas donde difícilmente podría realizarse
otra actividad económica.
Rezagada tecnológicamente por años, esta industria se ha beneficiado de
la globalización y su innovación en maquinaria; además de la automatización de
procesos, también ha habido progresos en los procedimientos de minado.
Por su parte, el
integrante del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
Humanidades (CEIICH), Gian
En el auditorio del CEIICH, manifestó que en temporadas de crisis, esta
actividad se altera notablemente; por un lado, hay una limitación para extraer
metales preciosos, y por otro, el precio del oro se eleva considerablemente.
Además, las necesidades actuales han provocado una evolución en sus
prácticas y sustancias que antes no eran explotadas, hoy tienen gran demanda
como el estaño, aluminio y berilio, usados en la manufactura de teléfonos
celulares, y el manganeso y el niobio, dos “minerales estratégicos” empleados
por la industria militar, principalmente de Estados Unidos.
A su vez, el académico del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental
(CIGA) de esta casa de estudios, Claudio Garibay Orozco, señaló que en su afán
de apropiarse de yacimientos en tierras campesinas, las corporaciones mineras
globales se valen de políticas irregulares para despojar a las comunidades
rurales de sus derechos, concluyó.
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