Boletín UNAM-DGCS-365
Ciudad Universitaria
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SE PREVÉ UNA
CAÍDA BRUTAL EN
·
La quiebra de General Motors y Chrysler hará
que aumente el desempleo
·
La pérdida de plazas en Estados Unidos
podría llegar a dos millones, dijo Angelina Gutiérrez Arriola, del Instituto de
Investigaciones Económicas de
La caída en la demanda
de automóviles que sufrirá Estados Unidos, por la crisis en el sector,
ocasionará que las ensambladoras de Ramos Arizpe, Coahuila; Toluca, Estado de
México; Silao, Guanajuato, y San Luis Potosí –donde están instaladas las
plantas de General Motors (GM) y Chrysler–, registren una severa contracción en
sus plantillas laborales y reduzcan aún más sus niveles de producción.
La inestabilidad económica
en
De acuerdo con datos oficiales de
En ese mismo mes, las ventas de General Motors, Nissan, Chrysler Toyota
y Honda registraron los mayores retrocesos. Cayeron 46.3 por ciento, 45.7,
43.5, 41.8 y 43.6 por ciento, respectivamente, según AMDA y AMIA.
En Estados Unidos, explicó la investigadora, la pérdida de empleos
–tomando en cuenta el desempleo indirecto– podría llegar a dos millones, lo que
representa el 1.5 por ciento del total de fuentes en la industria de ese país.
Con la reestructuración de GM, Chrysler y Ford, los trabajadores
estadounidenses homologarán sus salarios a la baja; incluso, aceptan los paros
técnicos para que las fábricas no cierren. Ante este panorama, advirtió la
académica, queda en duda la ventaja competitiva de México por sus bajos
salarios.
“Este reajuste agudizará el desempleo a lo largo de toda la cadena de
producción, donde se encuentran instalados los proveedores de autopartes o
diversos insumos”, explicó.
La plantilla sindicalizada de GM en Estados Unidos pasó de 470 mil
trabajadores en
A nivel mundial, recordó, el sector automotriz aportó en 2005 nueve
millones de plazas laborales, el cinco por ciento del empleo manufacturero
mundial; considerando que un puesto directo genera cinco indirectos.
La declaratoria de
quiebra de GM, expuso Angelina Gutiérrez, “tiene un efecto de arrastre sobre el
tejido industrial mundial, porque repercute en los países integrados a la
cadena de producción y en los proveedores de insumos como autopartes
electrónicas, textiles, vidrio, metal mecánica, petroquímica y llantas”.
La reestructuración de
las empresas automotrices es sistemática y obedece a la competencia
oligopólica, como la necesidad de reducir costos y aumentar la productividad,
agregó.
“Con la introducción
de nuevas tecnologías y la reorganización del proceso de producción y de
trabajo, todas las compañías a nivel mundial tratan de utilizar el número
necesario de empleados, que aumenta o disminuye de acuerdo a la demanda; en
este caso, el mercado cayó y el desempleo es estratosférico”, comentó
Gutiérrez Arriola expresó que la crisis dejó ver las limitaciones de
las firmas estadounidenses al no modernizar y renovar la gama de productos,
reducir marcas e incorporar innovaciones; se habían concentrado en producir
vehículos grandes y de mantenimiento costoso.
Esta repercusión, precisó, surgió por el cambio en las tendencias del
mercado; se crearon automóviles compactos, de menor costo y mayor eficiencia, que
provocó el rezago de las empresas del país vecino frente a las asiáticas como
Toyota, Honda y Nissan.
Este nuevo escenario derivó en una alianza entre Chrysler y Fiat para
salir de la bancarrota, y Opel, subsidiaria de GM, fue comprada.
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Foto 01.
La reestructuración
de las empresas automotrices es sistemática y obedece a la competencia
oligopólica, dijo Angelina Gutiérrez Arriola, del IIEc de