06:00  hrs. 19 de junio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-365

Ciudad Universitaria


Angelina Gutiérrez Arriola

 

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SE PREVÉ UNA CAÍDA BRUTAL EN LA PRODUCCIÓN DEL SECTOR AUTOMOTRIZ

 

·                     La quiebra de General Motors y Chrysler hará que aumente el desempleo

·                     La pérdida de plazas en Estados Unidos podría llegar a dos millones, dijo Angelina Gutiérrez Arriola, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM

 

La caída en la demanda de automóviles que sufrirá Estados Unidos, por la crisis en el sector, ocasionará que las ensambladoras de Ramos Arizpe, Coahuila; Toluca, Estado de México; Silao, Guanajuato, y San Luis Potosí –donde están instaladas las plantas de General Motors (GM) y Chrysler–, registren una severa contracción en sus plantillas laborales y reduzcan aún más sus niveles de producción.

 

La inestabilidad económica en la Unión Americana provocó que GM y Chrysler se declararan en quiebra, destacó la integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), Angelina Gutiérrez Arriola.

 

De acuerdo con datos oficiales de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), en mayo las ventas del sector automotor mexicano registraron una caída de 37.7 por ciento, la exportación descendió 44.3 y la producción total reportó una contracción de 39.4 por ciento, y las cifras acumuladas de enero a mayo tienen un retroceso de 30.6 por ciento, 41.5 y 41.7 por ciento, respectivamente.

 

En ese mismo mes, las ventas de General Motors, Nissan, Chrysler Toyota y Honda registraron los mayores retrocesos. Cayeron 46.3 por ciento, 45.7, 43.5, 41.8 y 43.6 por ciento, respectivamente, según AMDA y AMIA.

 

En Estados Unidos, explicó la investigadora, la pérdida de empleos –tomando en cuenta el desempleo indirecto– podría llegar a dos millones, lo que representa el 1.5 por ciento del total de fuentes en la industria de ese país.

 

Con la reestructuración de GM, Chrysler y Ford, los trabajadores estadounidenses homologarán sus salarios a la baja; incluso, aceptan los paros técnicos para que las fábricas no cierren. Ante este panorama, advirtió la académica, queda en duda la ventaja competitiva de México por sus bajos salarios.

 

“Este reajuste agudizará el desempleo a lo largo de toda la cadena de producción, donde se encuentran instalados los proveedores de autopartes o diversos insumos”, explicó.

 

La plantilla sindicalizada de GM en Estados Unidos pasó de 470 mil trabajadores en 1979, a 71 mil en lo que va del 2009. Esta caída está asociada a la subcontratación, traslado de plantas o puestos de trabajo a otras partes del mundo. Por ello, explicó, la empresa pretende reducir costos y pasivos laborales.

 

A nivel mundial, recordó, el sector automotriz aportó en 2005 nueve millones de plazas laborales, el cinco por ciento del empleo manufacturero mundial; considerando que un puesto directo genera cinco indirectos.

 

La declaratoria de quiebra de GM, expuso Angelina Gutiérrez, “tiene un efecto de arrastre sobre el tejido industrial mundial, porque repercute en los países integrados a la cadena de producción y en los proveedores de insumos como autopartes electrónicas, textiles, vidrio, metal mecánica, petroquímica y llantas”.

 

La reestructuración de las empresas automotrices es sistemática y obedece a la competencia oligopólica, como la necesidad de reducir costos y aumentar la productividad, agregó.

 

“Con la introducción de nuevas tecnologías y la reorganización del proceso de producción y de trabajo, todas las compañías a nivel mundial tratan de utilizar el número necesario de empleados, que aumenta o disminuye de acuerdo a la demanda; en este caso, el mercado cayó y el desempleo es estratosférico”, comentó

 

Gutiérrez Arriola expresó que la crisis dejó ver las limitaciones de las firmas estadounidenses al no modernizar y renovar la gama de productos, reducir marcas e incorporar innovaciones; se habían concentrado en producir vehículos grandes y de mantenimiento costoso.

 

Esta repercusión, precisó, surgió por el cambio en las tendencias del mercado; se crearon automóviles compactos, de menor costo y mayor eficiencia, que provocó el rezago de las empresas del país vecino frente a las asiáticas como Toyota, Honda y Nissan.

 

Este nuevo escenario derivó en una alianza entre Chrysler y Fiat para salir de la bancarrota, y Opel, subsidiaria de GM, fue comprada.

 

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Foto 01.

La reestructuración de las empresas automotrices es sistemática y obedece a la competencia oligopólica, dijo Angelina Gutiérrez Arriola, del IIEc de la UNAM.