Boletín UNAM-DGCS-359
Ciudad Universitaria
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del boletín
EN PELIGRO DE
EXTINCIÓN, LOS PECES CIEGOS
Los “peces ciegos”, que en México viven en oscuras cuevas de San Luis
Potosí y Tamaulipas, están en peligro de extinción por la captura excesiva y el
abandono de sus ecosistemas, advirtió Víctor Hugo Reynoso Rosales, investigador
del Instituto de Biología (IB) de
“Estos animales son singulares, carecen de ojos, son totalmente blancos
y fáciles de capturar cuando se logra entrar al lugar donde viven. Para muchas
personas son atractivos y deciden llevárselos a sus casas, pero eso ha causado
una seria disminución de sus poblaciones”, advirtió.
Al ofrecer
“En cambio, la mayoría de peces de agua dulce que tienen ojos y viven
en ríos y lagos, están adaptados al día y la noche, a temperaturas variables,
mucho oxígeno, comida suficiente y bastantes enemigos con los que compiten para
sobrevivir”, explicó.
Reynoso y sus colaboradores realizaron trabajo de campo en Cueva Chica
y Cueva Pachón, ambas en San Luis Potosí, así como en cavernas del río Micos,
en Tamaulipas, y encontraron una dramática declinación de las poblaciones
nativas. “En Cueva Chica encontramos una población de 540 peces, mientras en
1971 había
Singularidad evolutiva
Los “peces ciegos” representan un interesante caso evolutivo; las
características del hábitat los condicionaron a adaptarse para vivir en la
oscuridad, en entornos controlados y sin ojos.
“Al estudiar sus tejidos y genes, algunos investigadores descubrieron
en 1988 que cuando son embriones sí tienen ojos, pero no crecen. Incluso,
tienen una vesícula para desarrollar el cristalino”. La falta de esos órganos
se relaciona con una pérdida de tejido, y no con el cese de la actividad de
genes asociados al desarrollo del animal, abundó Reynoso.
Otras indagaciones demostraron que al cruzarse “peces ciegos” de dos
especies distintas, sus descendientes nacen con ojos y cierta capacidad para
ver. “Estos resultados son interesantes para la biología evolutiva”, resaltó.
Para equilibrar su carencia visual adquieren ciertas características,
como una enorme sensibilidad que les permite sentir la superficie del agua con intensidad;
almacenan más grasa para soportar la falta de alimento, y tienen un mayor
desarrollo bucal, que incluye más papilas gustativas para identificar el
alimento.
“En general, se trata de peces totalmente blancos, carentes de
pigmentación, de formas singulares, metabolismo bajo y longevos, pues viven hasta
10 años en condiciones naturales”, añadió Reynoso.
Cuevas sin protección
A pesar de las condiciones especiales que las cuevas brindan a los peces
sin ojos, se trata de sitios sin protección ecológica ni legal, aseguró el
biólogo.
Su principal hábitat se ubica
en las inmediaciones de Ciudad Valles, San Luis Potosí, donde la cuenca del río
del mismo nombre forma cavernas subterráneas que tienen un millón de años de
antigüedad.
La franja, de al menos 29 cuevas, se extiende hasta Ciudad Mante, en
Tamaulipas, y en toda esa región vive
Además de la captura directa, al hábitat
de los “peces ciegos” lo afecta la extracción de agua.
Ante la problemática, Víctor Hugo Reynoso recomendó trabajar en
conjunto con las comunidades locales para revertir el daño, así como establecer
una relación con
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Foto 01
Los “peces ciegos”
son animales singulares, carecen de ojos y pigmentación, y son fáciles de
capturar, dijo Hugo Reynoso Rosales, investigador del Instituto de Biología de
Foto 02.
Los “peces ciegos”
representan un interesante caso evolutivo; las características del hábitat los
condicionaron a adaptarse para vivir en la oscuridad, en entornos controlados y
sin ojos.