13:00  hrs. 8 de junio de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-345

Ciudad Universitaria

 


Rolando Díaz Loving

Pie de foto al final del boletín

 

POR NATURALEZA, EL SER HUMANO PUEDE AMAR A MÁS DE UNA PERSONA SIN SENTIR CULPA

 

·         El poliamor es una manera de expresar este sentimiento, explicó el catedrático de la Facultad de Psicología de la UNAM, Rolando Díaz

 

Todo ser humano tiene la capacidad de amar a más de una persona, está en su naturaleza; por ello, esto puede derivar en la posibilidad de tener múltiples relaciones afectivas sin sentir culpa o desdicha, así es el “poliamor”, explicó el catedrático de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Rolando Díaz Loving.

 

De acuerdo a la filosofía de vida de los poliamorosos, las relaciones simultáneas en las que se encuentren deben ser tratadas de manera abierta, y los integrantes de las mismas deben estar enterados que forman parte de ellas. “Una de las características de los seres humanos es que son sociales y gregarios, necesitan de la presencia de otros para vivir”, dijo.

 

El especialista en temas de pareja, detalló que en este contexto el amor puede ser demostrado no sólo a una, sino a varias personas, y el hecho de sentir afecto por una no debería afectar a las demás; “en este caso hablamos de relaciones de pareja, sin especificar que sea heterosexual u homosexual, simplemente vínculos en los que están involucrados adultos”, señaló.

Según la página web poliamoria.com, los dos ingredientes esenciales de ese concepto son “más de uno” y “amoroso”, es decir, se espera que más de dos personas puedan, en un mismo tiempo, estar interconectadas sentimentalmente y prodigarse cuidado mutuo, en dimensiones múltiples. El término pretende ser incluyente, por tanto, refiere a heterosexuales, homosexuales y bisexuales.

 

En el poliamor, el intercambio de pareja no implica engaño ni enamoramiento con las relaciones externas; no obstante, algunos activistas de esta corriente aceptan que muchos de los “intercambiadores” se involucran estrechamente hasta llegar a ser amigos y amantes regulares, añadió.

 

La diferencia entre swingers y poliamorosos es que los primeros comparten aspectos meramente sexuales y los segundos amor, aunque se debe considerar si ese sentimiento es asexuado o incluye actividad erótica, porque si es simplemente afecto también abarca los nexos con amigos, familia o vecinos, abundó.

 

Díaz Loving reconoció que las reglas de cómo desarrollar relaciones, cuánto duran y con quiénes se hacen, han derivado más de procesos sociales que evolutivos, pues de acuerdo a la psicología evolutiva, el enamoramiento dura tres meses y el apego tres años.

 

En este sentido, uno de los conflictos ha sido cómo lograr que el amor dure toda la vida y para ello se creó el matrimonio; sin embargo, en la actualidad se empieza a abrir el crisol a todo tipo de formatos y relaciones, y de ahí deriva el poliamor. “Aparentemente, el potencial de amar a varias personas es una característica que mueve a toda la humanidad, el problema se presenta cuando los receptores sienten que ese sentimiento no es profundo, grandioso y para toda la vida si es repartido”, precisó.

 

Los que prodigan ese sentimiento aseguran que pueden repartirlo a todo el mundo, mientras que los que reciben son los más quejumbrosos, bajo el concepto de “si amas a más, entonces a mí no me quieres como quisiera que lo hicieras”, subrayó el académico.

 

 

En cuanto a la infidelidad, comentó que dentro del poliamor debería ser un precepto inexistente. El término fidelidad refiere el respeto a una regla; si en relaciones de pareja la norma es exclusividad, entonces cualquier conducta que rompa con ella sería considerada como promiscuidad.

 

Ese quebrantamiento puede ser emocional y sexual. Los varones se preocupan más por el erotismo, mientras que para las mujeres es más agresivo el enamoramiento; estas situaciones tienen que ver con la creación de reglas de propiedad privada, acotó.

 

El poliamor no es frecuente en México, es más recurrido en regiones individualistas; “en culturas donde la colectividad y la familia son importantes, no es común”, especificó.

 

Finalmente, detalló que para aplicar esta filosofía de manera responsable debe existir un conocimiento referente, pues cuando los jóvenes reciben información y formación se hacen responsables de sus actos, sentimientos y sexualidad. “Si se ingresa a este tipo de relaciones por moda, se corre el riesgo de experimentar situaciones desagradables”.

 

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Foto 01.

Rolando Díaz Loving, catedrático de la Facultad de Psicología de la UNAM, dijo que por naturaleza el ser humano puede amar a más de una persona, sin sentir culpa. A este sentimiento se le denomina poliamor.