Boletín UNAM-DGCS-336
Ciudad
Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
BRINDA
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Demuestran un 80 por ciento de eficacia, y se
brindan a costos accesibles, indicó la especialista de
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A través de tecnología se recrean ambientes
tridimensionales en los que se ubica al paciente en situaciones relacionadas
con sus miedos, explicó
Palpitaciones, sudoración y voz quebrada son algunas manifestaciones de
temor a volar, hablar en público o encontrarse con una araña. Estas
experiencias, muchas veces paralizantes, podrían ser superadas con una
herramienta muy usada en los videojuegos, pero pocas veces empleada en la
psicología: la realidad virtual.
Para enfrentar éstas y otras fobias, el Laboratorio de
Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de
Para que estas sesiones tengan efecto, explicó la encargada del
Laboratorio, se recrean ambientes tridimensionales en los que el paciente entra
en contacto con su temor. Súbitamente, el individuo es colocado en un paraje
que evoca sus peores aversiones.
Inicialmente,
la terapia se enfoca a dos fobias: la social y el miedo a volar en avión, porque
ambas se registran en gran parte de la población (la primera afecta principalmente
a jóvenes).
El tratamiento
cognitivo-conductual (denominado telepsicología porque se
puede tomar a distancia) abarca
la psicoeducación, la enseñanza de estrategias de reducción de ansiedad, la
reestructuración cognoscitiva (que consiste en modificar pensamientos negativos
e irracionales por otros más sensatos), y técnicas de exposición. Tiene una
duración de entre 12 y 14 sesiones.
Lo ideal —explicó la
especialista— es exponer al paciente a la fuente de sus pavores. Antes, para
tratar este problema, se recomendaba al individuo visitar el lugar o encarar la
circunstancia generadora de sus alteraciones nerviosas; posteriormente, se le
pedía que visualizara imaginariamente estos escenarios perturbadores, pero
ahora, la realidad virtual, es posible enfrentar los miedos cara a cara. Mediante una computadora, terapeuta y paciente, tienen un control total
de la situación.
La fobia, detalló, es
un miedo extremo a un objeto o situación específica. Es irracional porque lo
que causa un temor tan exagerado va en contra de la razón. “Desde un punto de
vista objetivo, que una persona de
Las fobias entre la población
van en aumento y en la última década han crecido de manera exponencial. La
última encuesta psiquiátrica nacional, levantada en 2003 por el Instituto de
Nacional de Psiquiatría, reveló que los miedos figuran entre
las tres primeras causas de trastornos mentales en México. Además, una de cada cinco personas en el país presenta al menos una
alteración de este tipo en algún momento de su vida, pero sólo una de cada 10
recibe atención médica.
Aunque están registrados casi 200 tipos de fobias, cerca de una decena
son los más frecuentes. El mismo estudio reveló que las mujeres las padecen
más. “El 4.3 por ciento de ese sector poblacional ha experimentado cuando menos
una vez en su vida una fobia específica y 7.3 por ciento una fobia social”.
Estos estados pueden
generar grandes malestares porque la sintomatología del miedo provoca
sudoración de manos, voz temblorosa, aceleración del ritmo cardiaco, incremento
de temperatura e incluso pérdida de control de esfínteres, entre otras
manifestaciones.
Cárdenas López expuso
que la fobia social es el miedo a una situación concreta, donde se presentan
una serie de creencias irracionales y pensamientos negativos acerca de una situación,
como dialogar con otra persona o en grupo.
El miedo a hablar en
público es común entre los jóvenes, aunque también se presenta en adultos. A un
niño o adolescente que no ha tenido éxito en las relaciones interpersonales y
que le da pena hablar frente a la familia o conocidos, se le puede desarrollar
una repulsión por esta actividad.
En particular,
comentó, esta reticencia a charlar ante una gran audiencia afecta a estudiantes
desde la instrucción básica hasta la superior; de hecho, algunos universitarios
cambian de clases, aunque no lo deseen, porque en el curso se les pide como
requisito exponer frente a sus compañeros. La fobia social afecta a casi el 20
por ciento de los estudiantes de
Sin embargo, esto no
sólo afecta a alumnos, sino a profesionistas que ocasionalmente deben presentar
proyectos o conversar frente a multitudes para escalar en su carrera.
A lo largo del
tratamiento para este tipo de sujetos, la computadora despliega escenarios
variados como una audiencia atenta, otra distraída e inclusive otra en la que
los asistentes abandonan el lugar. El propósito es probar el autocontrol de los
pacientes ante situaciones estresantes.
Además de este tipo de
miedos hay otras fobias específicas como temor a volar en aeroplano. Para
superar esta limitación, el primer paso es pedirle al paciente que compre un
boleto de avión al iniciar el tratamiento, que utilizará como prueba final.
Para ellos, explicó,
el tratamiento comienza con el arreglo de su equipaje. Posteriormente visita la
sala de espera de un aeropuerto, en la que se escuchan las llegadas y salidas
de vuelos; después son motivados a cruzar el túnel que los conduce al vehículo,
para finalmente ser sentados en sus butacas y preparados para despegar. “La
realidad virtual permite hacer lo imposible, pues logramos que hasta los
asientos se muevan cuando hay turbulencias”.
Cárdenas López subrayó
que este tratamiento representa un parteaguas, porque
A finales del presente
año, también comenzarán a brindar tratamiento a trastornos de estrés postraumático,
detonado por desastres naturales, abuso de poder o secuestro. Se atenderán
comportamientos obsesivos y compulsivos. “Estamos afinando los últimos detalles
de nuestros desarrollos para ampliar nuestro campo de atención”.
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Foto 01
Foto 02.
El Laboratorio de
Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de