Boletín UNAM-DGCS-304
Ciudad Universitaria
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Se calcula que en los últimos 30 años y por las crisis económicas, los
mexicanos han experimentado un deterioro en sus ingresos cercano al 70 por
ciento, lo que obliga a las familias no a cambiar la estructura del consumo que
ya tenían, sino a comprar menos volúmenes de los mismos productos, estableció
el académico de
El integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de
En los dos últimos años, añadió, se produjo un fuerte incremento en el
costo de los alimentos básicos, como aceite, con un aumento de más de 100 por ciento; carne y pan, con 60
por ciento más, al igual que la tortilla.
Tal repunte —que se combina con un deterioro en el poder adquisitivo de
la población y la falta de ingresos— obliga a que las familias modifiquen
ciertos hábitos. Si en un hogar antes se compraban dos kilos de tortilla, ahora
sólo es un kilo o kilo y medio. Se modifican sustancialmente los volúmenes
adquiridos.
Ante la grave crisis global, habrá un deterioro más rápido tanto de la
calidad alimentaria como de los niveles nutricionales de la población por la
caída de la actividad económica, lo que se suma a otros factores
extraeconómicos, como la epidemia por el virus de
El deterioro, reveló, cada vez afecta a sectores más amplios de la
población, pero la situación se agrava con las familias más pobres, que gastan
alrededor del 60 por ciento de sus ingresos en alimentos.
Si bien por la crisis de 1995 se calculaba que había entre 10 y 12
millones de personas con problemas críticos de nutrición, hoy esta cifra se ha
triplicado y algunos de esos sectores, dependiendo de la época del año o el
aumento de los precios, han pasado a una situación de hambruna estacional,
sobre todo en algunos municipios de Oaxaca, Guerrero e Hidalgo.
Ahora, debe sustituir ese producto por algún tipo de verdura,
dependiendo de su costo, que también es volátil, o por algunas proteínas de
origen animal de menor calidad, como vísceras o embutidos, apuntó.
El académico refirió que las modificaciones en las estrategias de la
alimentación de los mexicanos provocadas por la crisis han implicado un costo importante
para la comunidad y para los responsables de las políticas sociales, porque
incide de manera importante en las enfermedades. Por ejemplo, la diabetes, asociada
al consumo excesivo de azúcares y carbohidratos, se ha vuelto un problema de
salud pública.
El economista advirtió que México está en situación de vulnerabilidad
alimentaria porque importa prácticamente de todo, pero donde tiene mayores
problemas con los cereales, en particular maíz y trigo, porque compra en el
extranjero la tercera parte del maíz, cerca del 70 por ciento del arroz y más
de la mitad del trigo, además de un porcentaje elevado de leche.
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