Boletín UNAM-DGCS-300
Ciudad Universitaria
DISCRIMINACIÓN EN EL PAÍS A QUIEN ESTORNUDA
·
Estornudar
dejó de ser una reacción corporal común para convertirse en una acción atrevida
y peligrosa, expuso la académica de
·
Es
necesario detectar y trabajar internamente toda actitud que genere segregación
o aislamiento, expuso
Esta conducta se manifiesta de diversas formas, como en las actitudes
que adoptan las personas ante quien estornuda en un lugar público, porque este
acto reflejo que era considerado algo normal, hoy es visto como un
atrevimiento, aseguró la académica de
Es necesario trabajar internamente ese tipo de actitudes, porque esta
expulsión sonora de aire causada por una irritación nasal antes suscitaba un
cordial “salud”, pero ahora provoca desconfianza, miradas acusadoras y un
sentimiento de extrañeza. “Lo insignificante se transformó en una amenaza”, observó.
Debemos acostumbrarnos a diferenciar actos, sus causas y consecuencias
y darles su importancia justa. Es como desarmar y volver a construir toda
nuestra conducta para formar una nueva, agregó.
Los centros educativos deben analizar por qué se genera la
discriminación para tratar de evitar el aislamiento y segregación, construir
puentes y aprender del pasado.
Por ello, propuso la creación de espacios de discusión en escuelas de
todos los niveles, principalmente en las primarias, para que la sociedad
exprese todos los sentimientos que ha vivido en este proceso.
La coordinadora de la maestría en Psicoterapia para
Adolescentes de
La especialista detalló que el impacto social causado por el virus
tiene efectos tanto positivos como negativos, porque la información derivada
ayuda a que la gente entienda el escenario actual. Sin embargo, advirtió que
este continuo fluir de datos también puede ser perjudicial si es excesivo y “bombardeante”.
Las palabras e ideas, según sean usadas, pueden “tranquilizar o alterar
a los sujetos”, y las medidas adoptadas tienen ese doble efecto; a diferencia de
la información, éstas permiten “hacer algo útil”, pero al mismo tiempo dividen
a los sujetos, porque al quedar aislados, se ven incapacitados para canalizar
sus emociones.
Quedarse en casa no sólo implicaba protegerse a uno mismo sino a los demás,
y el uso de tapabocas fue tomado como una defensa no únicamente de la nariz,
sino del cuerpo entero, se volvió una insignia de pertenencia, aseveró.
Blum Grynberg precisó que aunque pase la
crisis, se deben considerar sus efectos posteriores. Por ello, es indispensable
estudiar y abordar otros problemas psicosociales como los económicos, que se
recrudecerán de forma constante, principalmente por la pérdida de empleos.
Ante este panorama, exhortó a no tomar el “ahora y el después” como si
fueran un “siempre y un nunca”, es decir, adoptar posturas extremas como
aquellas que sostienen que como la cercanía es fuente potencial de contagios, no
se debe abrazar a alguien jamás.
Para la especialista de
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