06:00 hrs. 8 de mayo de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-279

Ciudad Universitaria

 

 

Benjamín Ruiz Loyola

 

 

Pie de foto al final del boletín

 

 

LOS TAPABOCAS USADOS DEBEN TRATARSE COMO RESIDUOS CONTAMINADOS

 

 

Los tapabocas, cuyo uso se ha multiplicado desde hace días, podrían ser un foco de contagio si se tiran al aire libre o sin empacarse previamente, advirtió Benjamín Ruiz Loyola, profesor de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.

 

“El virus de la influenza se destruye al aire libre con los rayos del Sol, pero como no existe un control para saber cuáles tapabocas están infectados, la medida de precaución recomendada es tratarlos como residuos contaminados. Deben ser introducidos en una bolsa de plástico, que debe ordenarse y tirarse a la basura”, dijo.

 

El químico consideró importante el uso de esa protección, “pero si se habla mucho tiempo debe cambiarse con cierta periodicidad”, aconsejó.

 

Recordó que hay que toser y estornudar sobre un pañuelo desechable y, si no es posible, sobre el ángulo interno del codo.

 

Mayor higiene

Experto en desechos peligrosos, Ruiz Loyola sugirió extremar las medidas de higiene en todos los ámbitos. Las más útiles son lavarse las manos con frecuencia, mantener la casa y el lugar de trabajo limpios, asear las superficies horizontales, las manijas, chapas, teclados, y “todo lo que tenga contacto con nosotros”, detalló.

 

Ante la mayor posibilidad de infección, que ocurre cuando hay un enfermo en casa o en el hospital, pero se le visita constantemente, recomendó profundizar la higiene y utilizar cloro o gel antibacterial.

 

“Con esas medidas y manteniéndonos en sitios sin aglomeración podemos prevenir el contagio”, enfatizó el maestro en ciencias.

 

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Experto en desechos peligrosos, Benjamín Ruiz Loyola, de la FQ de la UNAM, sugirió extremar las medidas de higiene en todos los ámbitos.