Boletín UNAM-DGCS-254
Ciudad Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
La actividad del Sol presenta su nivel más bajo de las últimas décadas
y desde hace tres años mantiene una quietud anómala, explicó el doctor
En
“Ese año hubo tormentas solares o geomagnéticas que causaron
preocupación por su capacidad para dañar las telecomunicaciones y las misiones
espaciales”, recordó el experto en física espacial ante estudiantes reunidos en
el anfiteatro
“En los lapsos de baja actividad del presente ciclo, la quietud de la
estrella ha sido más acentuada que en otros periodos y se ignora cuáles son las
razones de este fenómeno”, añadió el científico, quien calcula que hacia 2014
repuntarán esos índices.
Tormentas
energéticas
Lara explicó que la actividad solar
produce perturbaciones interplanetarias que pueden interaccionar con
Son generadas por explosiones energéticas y se desarrollan en las
manchas de este cuerpo celeste, regiones con un alto campo magnético. Los
estallidos envían al espacio una lluvia de partículas cargadas eléctricamente
que viajan a alta velocidad e interactúan con la magnetosfera.
“Sabemos que los astronautas y muchas naves espaciales, sistemas de
telecomunicaciones, transformadores, líneas de alta tensión, gasoductos,
satélites y hasta teléfonos celulares pueden ser afectados por estas ráfagas”, enfatizó.
El
Observatorio Virtual Sol-Tierra
El RIS es un telescopio que observa el astro en longitudes de onda de
cuatro centímetros y detecta su emisión en microondas durante ocho horas al
día. Esta radiación se mantiene más o menos constante, excepto cuando se
presenta una ráfaga o fulguración (un evento eruptivo en la parte exterior de
la cromosfera), que es el primer indicio de que hay actividad solar y puede
estar seguida de eyecciones de masa coronal (ambos fenómenos determinan el
clima espacial).
Otro equipo del VESO es el Observatorio de Centelleo Interplanetario de
Coeneo (MEXART, por sus siglas en inglés), un radiotelescopio que rastrea las
perturbaciones transitorias de gran escala que transitan del Sol a
El tercer instrumento es el Observatorio de Rayos Cósmicos, un monitor
de neutrones que capta las “lluvias” que traen desde diversas partes del
Universo partículas energéticas que se mueven por el espacio, hasta llegar al planeta.
El cuarto aparato es el Observatorio Geomagnético, que con varios
equipos registra variaciones, internas y externas, del campo geomagnético. Es
útil para localizar ráfagas solares que inciden sobre la superficie terrestre
en forma de tormentas, después de recorrer el medio interplanetario.
En conjunto, el VESO registra la actividad explosiva solar, las
eyecciones de masa coronal, el flujo de rayos cósmicos y las perturbaciones del
campo magnético de
Aunque aún no se pueden predecir con precisión, la comprensión de esos
eventos y su afectación en el entorno son una forma de acercarse a la detección
temprana, concluyó Lara.
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Foto 01
Foto 02.
Las alteraciones solares pueden dañar los sistemas de
telecomunicaciones terrestres y las misiones espaciales.