Boletín UNAM-DGCS-250
Ciudad Universitaria
NECESARIO, UN PROGRAMA NACIONAL DE INVESTIGACIÓN EN PLANTAS MEDICINALES
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La
biodiversidad y el conocimiento tradicional pueden ser aprovechados en el desarrollo
de fitofármacos, indicó
México necesita un programa nacional de investigación en
plantas medicinales, que sería fuente inmediata de medicamentos en las
comunidades, afirmó
A pesar de que en la actualidad los productos naturales se usan como prototipos o “musas inspiradoras” para la síntesis y semisíntesis industrial de sustancias benéficas para la salud, en el país hay una vasta biodiversidad y un amplio conocimiento tradicional como para desarrollar fitofármacos y usar de manera eficaz y segura estos organismos.
Naciones en vías de desarrollo con alta variedad de flora como México, no sólo requieren normas legales para proteger sus recursos, sino programas de Estado, regionales o universitarios de investigación que aprovechen su potencial científico y tecnológico, y contribuyan a la solución de necesidades sociales, apuntó.
En
En
En México existen entre 25 mil y 30 mil especies
superiores, es decir, de
El experto señaló que el país ha acumulado un abundante conocimiento sobre plantas medicinales (se calcula que son alrededor de tres mil), especialmente entre grupos campesinos y étnicos; existe una tradición histórica documentada que data del siglo XVI.
La investigación también es antigua e inició con el Instituto Médico Nacional, que funcionó en el siglo XIX y fue el primer centro dedicado al estudio de las plantas medicinales. Hoy, esta labor continúa en diferentes entidades y en todas las áreas, desde la etnobotánica hasta (recientemente) la clínica, refirió Reyes Chilpa.
El científico mencionó que la diversidad biológica está asociada a la variedad química. Se sabe que hay 250 mil especies superiores y se han aislado 135 mil productos naturales o metabolitos secundarios que son la base para el aprovechamiento medicinal de los vegetales.
Las plantas pueden usarse sin procesar o como fármacos, es decir, como agentes químicos útiles en la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades humanas, mediante la destilación de un compuesto activo (un ejemplo es el Taxol, que se obtiene de la corteza de árboles del género Taxus y se usa como anticancerígeno).
Además, estos organismos también son apropiados para elaborar fitofármacos, es decir, extractos estandarizados química y farmacológicamente de plantas útiles terapéuticamente, como el Ginkgo biloba.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, mencionó que la fitomedicina ha tenido gran éxito en Europa, y se calcula que este mercado representa entre seis mil y ocho mil millones de dólares (entre 89 mil millones y 120 mil millones de pesos).
La biodiversidad ha favorecido el descubrimiento y creación de nuevas
medicinas. Según un análisis, de l983 a l994, el total de fármacos basados
directa o indirectamente en productos naturales y registrados por
El potencial de estos medicamentos es prometedor, sobre todo si se considera que apenas se ha examinado el 10 por ciento de las plantas superiores con relación a afecciones como el cáncer, y que 40 por ciento de las estructuras moleculares no han sido reproducidas por métodos sintéticos.
Sin embargo, en los últimos 15 años, las grandes compañías han dejado de considerar a los vegetales como un elemento esencial para desarrollar sustancias para el tratamiento de enfermedades; “poseen colecciones de compuestos que, además, se pueden construir mediante química combinatoria y otros métodos, como el diseño racional de fármacos, es decir, prefieren la diversidad sintética”.
De los mil 31 fármacos aprobados en EU de
De los 23 fármacos basados en una sustancia natural que fueron admitidos
de
Por otra parte, la inversión en investigación y desarrollo de esa industria se incrementa, pero disminuye el número de nuevos medicamentos de todo tipo.
Por ejemplo, en 2001 se descubrieron 15 nuevos fármacos, cuyo costo fue de 36 mil millones de dólares (536 mil 200 millones de pesos), es decir, dos mil 400 millones de dólares (35 mil 743 millones de pesos) cada uno. Pero no sólo cuesta mucho la investigación, sino que el tiempo para desarrollar un fármaco es largo, en promedio, de 14.2 años para llegar finalmente a los pacientes.
Otros factores que influyen en la falta de interés de las
trasnacionales por las sustancias naturales, es la existencia de los derechos
nacionales sobre la biodiversidad, a partir de
Una experiencia interesante para México fue el Programa de
Investigación sobre Plantas Medicinales de Brasil, que convocó a entidades y universidades públicas desde
1982, concentró la investigación en 65 plantas seleccionadas y permitió el
desarrollo y manufactura de algunos fitofármacos (esto con apenas una inversión
de 7.7 millones de dólares), antes de ser clausurado en 1997.
Por último,
–o0o–
F03 (Portal)
El conocimiento
ancestral mexicano del uso de hierbas medicinales puede ser aprovechado para la
elaboración de fármacos.
F11:
Es indispensable
la investigación en este campo porque apenas se ha examinado el 10 por ciento
de las plantas superiores en relación a su efecto en afecciones biológicas como
el cáncer.
F14: