13:00  hrs. 17 de Abril de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-224

Ciudad Universitaria

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EVALÚAN DAÑOS POTENCIALES DE LOS NANOTUBOS DE CARBONO EN LA SALUD HUMANA

 

 

Investigadores de la UNAM evalúan, en células aisladas en laboratorio, los potenciales daños en la salud humana de los nanotubos de carbono, diminutas estructuras con diámetros de 10 nanómetros (un nanómetro equivale a la milmillonésima parte de un metro) que tendrían diversas aplicaciones.

 

En resultados preliminares de esta investigación de reciente inicio en México, Emilio Rojas del Castillo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, encontró que en células aisladas en laboratorio, estas minúsculas láminas de grafito enrolladas sobre sí mismas rompen cadenas sencillas de material genético (ADN).

 

“Se debe avanzar en los experimentos para saber si las células afectadas tienen capacidad de reparar el ADN, como sucede en algunos casos cuando son perjudicadas por contaminantes tóxicos”, apuntó el biólogo y doctor en Ciencias en su ponencia Nanotoxicología: el inicio de un viaje, ofrecida en el Seminario Sotero Prieto del Instituto de Física (IF) de esta casa de estudios.

Existen nanotubos de varios materiales y los de carbono son los que, se cree, tienen mayor potencial, pero también los hay de silicio y nitrato de boro.

 

“Es preciso desarrollar métodos para determinar los efectos de estos nanomateriales en diversos organismos biológicos, pues su oferta crece a tal ritmo que no todos se alcanzan a evaluar en diversos soportes biológicos”, reconoció Rojas del Castillo.

 

En su estudio, el investigador del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología Ambiental del IIBm, encontró que los nanotubos de carbono tienden a causar daño en el organismo humano, principalmente porque generan “estrés oxidativo”, producido por un desequilibrio entre la producción de oxígeno reactivo y la capacidad de un sistema biológico para reparar el daño que causa ese elemento.

 

Rojas del Castillo explicó que este fenómeno se expresa en enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión, el Parkinson y el Alzheimer, además de que participa en el proceso de envejecimiento.

 

“Es importante detectarlo a tiempo porque las células humanas no detectan los metales hasta que el daño está hecho”, señaló. 

 

Un “ensayo cometa”

Para avanzar en el análisis de los daños potenciales de estas estructuras de carbono, el investigador desarrolló un método propio, llamado Ensayo Cometa, para hallar los rompimientos de ADN.

 

El proceso somete a la célula asociada al nanotubo a una técnica de electroforesis, que separa, sobre un gel, a las moléculas al agruparlas en uno u otro extremo del campo eléctrico según su carga atómica (positiva o negativa).

 

“Le llamamos Ensayo Cometa porque la célula analizada desarrolla una cola, visible a través del microscopio, que es más grande si hay rompimiento de ADN, y más pequeña si la célula está sana”, explicó Rojas del Castillo.

 

La idea de los investigadores es probar con este tipo de método diferentes opciones de materiales —pues hay nanotubos de una o varias capas, así como de diferentes diámetros y materiales— para estudiar las diversas variables y el potencial no sólo de daño, sino también de beneficio que tendrían estas tecnologías para transportar fármacos o hacer diagnósticos de enfermedades en forma precisa.

 

La idea del Seminario Sotero Prieto, explicó el físico Alejandro Reyes Esqueda, del Departamento del Estado Sólido del IF, es fomentar un acercamiento entre científicos de la UNAM de diversas disciplinas, para colaborar en investigaciones multidisciplinarias, como ésta que reúne a biólogos, médicos y físicos expertos en nanociencias, concluyó.

 

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Los nanotubos de carbono servirían para administrar medicamentos de manera sumamente precisa, pero antes hay que investigar que alteraciones celulares provocan, indicó Emilio Rojas del Castillo.