Boletín UNAM-DGCS-197
Ciudad
Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
CATALOGA LA UNAM,
OBRAS DEL MURALISMO MEXICANO
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La extensión territorial, los temas
presupuestales y la enorme producción son los principales problemas para
clasificarlos, dijo la académica del IIE,
·
A 90 años de su surgimiento, esa corriente
sigue vigente, basta con que brote un movimiento social para que aparezca en
paredes de centros comunitarios, de edificios públicos y de escuelas, añadió
·
A la fecha, se tienen registradas entre 400
y 500 obras, con nombre del autor, fecha de realización e imagen
Se
estima que un número importante de los murales que se realizaron en México
entre 1920 y 1940 fueron destruidos, aunque no se tiene un registro exacto.
Ante ello, académicos del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la
UNAM catalogan este legado histórico y cultural.
No
obstante, la extensión territorial del país, los temas presupuestales y la
cantidad de murales existentes, hacen de ésta una labor difícil, señaló
Este
trabajo es resultado del plan El
muralismo, producto de
Hasta
el momento, mencionó la académica, el IIE tiene catalogados entre 400 y 500
murales de todas las etapas, con el nombre del creador, la fecha de realización
y una imagen, pero sin un estudio detallado; la clasificación implica
analizarlos y documentarlos.
El
área de catalogación del muralismo mexicano cuenta con un acervo de más de
siete mil imágenes de trabajo, con una base de datos de las fichas del proyecto
y con una extensa bibliohemerografía de todas las épocas del movimiento.
El
registro se ha dividido por etapas. En la primera, que va de
Son
creaciones revisadas por Ida Rodríguez, y cuyas dimensiones pueden ir desde los
tres metros de largo por cinco de ancho, hasta unas monumentales o en conjunto
de
La
segunda (1940-1960), dijo, cuenta con 80 fichas de igual número de obras,
localizadas en diversas entidades del país. No obstante, las décadas
posteriores fueron más prolíficas.
La
catalogación implica realizar una búsqueda del autor y su creación, quién la
encargó y por qué, y el contexto antropológico, social, económico, político y
cultural. Además, incluye el análisis de historiadores del arte, la revisión de
fuentes directas como revistas, diarios y documentales, y el trabajo de la
ficha para hacer propuestas, abundó.
El
equipo de investigación es multidisciplinario y se ha conformado con
historiadores del arte, historiadores, artistas visuales, restauradores,
arquitectos y diseñadores, que desde su campo de estudio han enriquecido el
proyecto.
Contrario
a lo que opinan diversos críticos, la especialista de la UNAM desmintió que se
hayan agotado los estudios referentes; hasta el momento hay pocos libros sobre
el movimiento y la mayoría son tratados monográficos o parciales sobre algún
pintor o alguna de sus obras.
La
integrante del IIE aseguró que a 90 años de su surgimiento, el muralismo
mexicano sigue vigente y basta con que brote una conmoción social, para que
esta expresión artística aparezca en las paredes de centros y sitios
comunitarios, en escuelas y edificios de gobierno o civiles, entre otros.
Sin
caer en reduccionismos –cada pintor y proceso creativo y técnico de su obra es
distinto y debe estudiarse en su propia dimensión individual, social y estética–,
no se puede negar que existe cierta retórica, repetición temática y poca
innovación técnica, pero en la realidad, la valía de esta manifestación
plástica permanece vigente, ofrece nuevas lecturas y trata de ser un vehículo
de comunicación con el espectador, opinó.
Una
investigación realizada para el boletín informativo CRÓNICAS, dedicado a las influencias del muralismo mexicano en otras
latitudes, arrojó que están presentes en naciones como Irán, Japón, Italia,
Alemania, España, Estados Unidos, Irlanda, Argentina y Puerto Rico.
Esta
corriente se está reinventando e incluso existen asociaciones en América Latina
que han convocado a artistas para pintar en ciudades de la región y dejar
huella en sus países.
Esta
expresión colocó a México en un lugar fundamental en la historia del arte
mundial e insertó a la nación en la escena internacional y en los años 30 del
siglo XX, llegó a ser vanguardia, apuntó.
Casi 90 años después…
El
movimiento muralista mexicano surge tras
A
ello, se sumó el regreso de los artistas David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera,
quienes habían discutido en Europa qué era el arte, qué esperaba la nación de
él, qué querían de esa expresión y los nuevos fundamentos del arte mexicano.
Coincidieron con Vasconcelos y pusieron en marcha los primeros ejemplos del muralismo
mexicano.
Así
surgió el movimiento y, por cuestiones historiográficas, siempre se le ha dado
mayor importancia a Rivera, Orozco y Siqueiros, pero se trató de una expresión
en la que intervinieron artistas de calidad, y otros no tanto, refirió López
Orozco, quien desde el inicio del proyecto de catalogación ha colaborado con la
coordinación del seminario quincenal, que se formó en 1997 para el desarrollo
de la investigación en el Instituto de Investigaciones Estéticas.
Junto
a los llamados “tres grandes” trabajaron, como ayudantes, Xavier Guerrero,
Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal,
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Foto 01
Foto 02.
Integrantes del Instituto de
Investigaciones Estéticas de la UNAM, se han dado a la tarea de catalogar los
murales realizados en México, de