Boletín UNAM-DGCS-196
Ciudad
Universitaria
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EN RIESGO
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El papel
femenino en la reproducción retrasa la movilización y el apoyo de redes,
sostuvo la investigadora del CRIM, Joaquina Erviti Erice
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El discurso hegemónico
las responsabiliza de los cuidados y del resultado del embarazo, añadió
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Estudios señalan
que los juicios morales emitidos en los servicios de salud establecen
diferencias e influyen en el tratamiento
El discurso social sobre el aborto y el papel de la mujer en la reproducción no
sólo condiciona la interrupción del embarazo, sino también pone en riesgo su
salud y su vida por el retraso en la atención, afirmó la integrante del Centro
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, Joaquina
Erviti Erice.
Lo anterior es influenciado por las presiones morales que, a su vez, limitan la
movilización y recepción de apoyo por parte de redes de ayuda, añadió.
Al hablar de los resultados de su investigación Significados de la reproducción
y el aborto en hombres, precisó: “Las expectativas sociales en torno a las
circunstancias en las que debe ocurrir la maternidad responsabilizan a las
mujeres de los cuidados y del resultado del embarazo, y si ocurre un aborto,
puede ser sospechosa de no haber tenido cuidados adecuados”.
En este estudio, se encontró que las evaluaciones y juicios morales que hacen
los profesionales de las mujeres que acuden a atenderse un aborto en los
servicios de salud, establecen diferencias -por edad, estatus social, género y
etnia- e influyen en el tratamiento y la disposición para atender el caso,
refirió la socióloga.
Entonces, apuntó, podría decirse que la reproducción humana es un área clave
donde se manifiestan las relaciones desiguales entre géneros y donde se
expresan, con nitidez, determinadas formas de dominación, recalcó.
Los discursos médicos, sociales y políticos dejan en manos de ellas la carga de
los embarazos no deseados o no planeados, y de tener hijos aún cuando sus
condiciones económicas, sociales, familiares y personales no lo permiten. Las
madres pobres con mucha descendencia son calificadas de irresponsables, citó.
La autora del artículo Aborto y apoyo social en México. Un estudio con
mujeres atendidas en hospitales públicos y privados de Morelos, indicó que
el papel de los varones en la fecundación y en un proceso de aborto, está
fijado por elementos como la identidad genérica y la pertenencia a un grupo
social y cultural.
Esos contenidos dan sentido a sus acciones, moldean su construcción como
sujetos sociales y sexuales y tienen consecuencias para su salud y su vida, así
como también para sus vínculos interpersonales y sus experiencias
reproductivas.
Si bien es cierto que existe cierta responsabilidad de los hombres en las
relaciones sexuales, esta situación se presenta en forma desigual, según la
pertenencia a grupos sociales y culturales.
Basada en su investigación, la académica universitaria detalló que los varones
situados en posiciones clave en instituciones de control social, juegan un papel
central en la reproducción de nociones específicas acerca de la sexualidad, la
paternidad y la maternidad, que luego son proyectadas como universalmente
válidas hacia otros grupos.
Esto facilita el ocultamiento de los desequilibrios y estructuras de poder al
interior de la pareja, la familia, la clase social y las instituciones, entre
otras, puntualizó.
Entonces, es necesario cuestionar las responsabilidades, las elecciones y las
decisiones reproductivas, y reconocer las implicaciones políticas y prácticas
de ellas. Asimismo, resaltar que la división social y genérica de las
obligaciones masculinas y femeninas, particularmente las referidas a la
prevención de embarazos no deseados, reflejan las dinámicas de género que
prevalecen, concluyó.
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