Boletín UNAM-DGCS-195
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LAS BACTERIAS
METILOTROFAS PERMITIERON
Las bacterias
metilotrofas hicieron que el ambiente fuera apto para la vida como la conocemos
en la actualidad. Al usar metano, aldehídos y alcoholes como fuente de carbono
y energía, estos organismos filtraron los compuestos tóxicos de la atmósfera y
permitieron el desarrollo de cianobacterias y algas, seres fotosintéticos que
elevaron los niveles de oxígeno en el aire y crearon las condiciones propicias
para la respiración aerobia.
Al absorber los
compuestos tóxicos del entorno, limitaron el ingreso de rayos ultravioletas,
que en grandes concentraciones rompen el ADN de los organismos. Este evento,
que tuvo lugar hace dos mil 780 millones de años (era Proterozoica, periodo
Precámbrico), permitió la evolución de la vida y “generó la biodiversidad”,
destacó la investigadora del Centro de Ciencias de
Hoy, las metilotrofas
(que son tanto anaerobias como aerobias) viven en el agua, suelo y sedimento, y
se dedican a consumir compuestos de lenta degradación en la biomasa bacteriana
que, a su vez, es alimento de otros
organismos.
“Protegen al entorno
tanto de los productos de la anaerobiosis como del metabolismo secundario de
las plantas”, expuso.
Las metilotrofas,
junto con el ozono, hicieron que el aire fuera menos tóxico. Así, los
organismos se reprodujeron y el planeta evolucionó.
En un principio, la
atmósfera terrestre era “reductora”, es decir, no tenía oxígeno, sólo gases
generados a partir del desdoblamiento de elementos básicos; en estas
condiciones se reprodujeron los procariontes, seres microscópicos sin membrana
nuclear.
Para adaptarse a su entorno,
las bacterias modificaban sus características de forma constante hasta que
desarrollaron la fotosíntesis, proceso crucial que cambió el rostro de
“Eso significó un gran
paso, pues empezaron a generarse seres
aerobios (que necesitan oxígeno) con metabolismos más eficientes”,
enfatizó Irma Rosas.
Los nuevos organismos
tenían mayores niveles de adenosín trifosfato, que permitieron la aparición de
los protistas (algas), seres que superaron la escala microscópica.
Posteriormente, con la
aparición de los organismos multicelulares (células con membrana nuclear),
surgieron las plantas, hongos y animales.
“Si nunca hubieran
existido los organismos fotoautótrofos, sólo habría mundo microscópico y no se
hubiera dado la evolución ni la diversidad. Los organismos fotosintéticos, el
CO2, el agua, la radiación solar, los nutrientes y la temperatura,
produjeron oxígeno e hicieron posible el ciclo de carbono, la biomasa, la
respiración, la fermentación y la combustión”.
Por último, la
académica comentó que en la actualidad, a pesar de que aún existen bacterias
metilotrofas que regulan los productos de la anaerobiosis, su capacidad para
limpiar el entorno queda sobrepasada por la contaminación orgánica y la
suciedad de las industrias.
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Foto 1.
Irma Rosas
Pérez explicó que las bacterias metilotrofas limpiaron el ambiente de
componentes tóxicos y posibilitaron que otros organismos se desarrollaran y
diversificaran.