Boletín UNAM-DGCS-187
Ciudad Universitaria
Pie
de foto al final del boletín
CONTRIBUYE CIENTÍFICO DE
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Con un modelo matemático, resultado de 30 años
de estudio, Alejandro Raga Rasmussen del ICN estudia
el espacio interestelar, los vientos desatados por las estrellas y su
interacción con esa región
·
También puede aplicarse en otros problemas no
astrofísicos, como la prevención de desastres explosivos y el desarrollo de la
aeronáutica
Con un sistema de ecuaciones matemáticas, el investigador del Instituto
de Ciencias Nucleares (ICN) de
También puede aplicarse a otros problemas no astrofísicos como la
prevención de desastres y el desarrollo de la aeronáutica. “Ha servido para
calcular los efectos de explosiones en plantas petroquímicas y para estimar la catástrofe
en el túnel que atraviesa el Canal de
El astrofísico y sus colaboradores analizan el espacio interestelar
–zona compuesta por gas ionizado (o plasma astrofísico) localizada entre los cuerpos
celestes–, las corrientes desatadas por los astros y
su interacción con ese medio. Sus métodos caen en
“Las estrellas generan vientos y explosiones que producen ondas de choque que viajan en esa región y lo comprimen. Con ello, provocan la formación de nuevas estrellas y planetas”, explicó.
Por lo general, arrojan gas ionizado y cuando son supernovas, la
cantidad expedida es mayor; el fluido forma masas densas con atracción
gravitacional propia que se polariza y se compacta hasta crear los nuevos cuerpos,
abundó el científico.
Mira y su cauda
En noviembre de 2007, el telescopio del satélite Galaxy
Evolution Explorer (Galex)
de
“No obstante, el astro puede verse a simple vista cuando está en su
fase resplandeciente. Mira cambia de
brillo, algunas veces se ve y otras es invisible, de ahí que se le conozca
también como
Hace miles de millones de años era similar al Sol y ahora se ha
convertido en una estrella gigante roja creciente de baja temperatura
superficial, que lanza material de sus capas externas al espacio interestelar.
A esta gigante roja (Mira A), la acompaña una enana blanca (Mira B), con la que
forma un sistema binario.
Atraviesa el disco de
Según fuentes de
“Fenómenos como la cauda de Mira
son los que se intentan describir, entender y explicar con los modelos
matemáticos del medio interestelar”, apuntó el investigador.
El elemento central del estudio de Raga
Rasmussen y sus colaboradores es el gas ionizado interestelar en interacción
con el viento generado por una estrella.
Ese fluido caliente emite luz que puede ser registrada por los astrónomos, pero el medio interestelar tarda en evolucionar decenas de miles de años, proceso sólo captable por el cálculo teórico que se realiza con las ecuaciones, apuntó.
Con la teoría de la dinámica de gases, acotó, se pueden explicar los
fenómenos en que participan fluidos a altas velocidades. Así, al analizar los
modelos de chorros variables, se pretende demostrar que el material arrojado
por un astro joven es un registro de su vida.
En astrofísica, los científicos no saben a bien cuál será el rumbo que tomarán sus investigaciones. Hace ocho años fue descubierto el primer planeta extrasolar, el hallazgo fue accidental pues se observaba el movimiento de una estrella, dijo el universitario.
De su desplazamiento se dedujo que alrededor de ella orbitaba un cuerpo de la masa de Júpiter, pero a una distancia menor que el tamaño de la órbita de Mercurio. A este tipo de planetas se les ha llamado “Júpiter calientes” y hasta la fecha se han descubierto unos 300.
Los astrónomos hacen modelos matemáticos que permitan detectar planetas o entender la interacción con el viento de una estrella. “Estas ecuaciones ayudan a interpretar fenómenos, quizá a predecirlos, aunque en astrofísica se deben revisar varias veces cuando las pronósticos no concuerdan con futuras observaciones, pues el camino está lleno de sorpresas, concluyó.
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FOTO 01.
Con un sistema de
ecuaciones matemáticas, el investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de