12:30  hrs. 16 de marzo de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-153

Ciudad Universitaria

 

 

 

 

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RESTAURARÁN ECOSISTEMA DE LOS AJOLOTES EN XOCHIMILCO PARA SU PRESERVACIÓN

 

 

Para rescatar de la extinción al ajolote Ambystoma mexicanum, especie endémica del Valle de México, científicos de la UNAM, encabezados por Luis Zambrano González, del Instituto de Biología (IB), implementan una estrategia de instalación de refugios naturales en algunas zonas de los canales de Xochimilco.

 

Estos anfibios están destinados a desaparecer en los próximos cinco años si continúa el deterioro de ese ecosistema. A los canales se arroja aguas negras y basura, además, en la zona chinampera se favorece una creciente urbanización, dijo el especialista.

 

“Los aztecas consideraban al ajolote el hermano gemelo de Quetzalcóatl; tiene una tradición cultural que hoy se ha convertido en indiferencia, pese al interés que despierta entre científicos extranjeros”, explicó.

 

Estrategia integral

El investigador concibió la conservación del anfibio en un proyecto integral iniciado en 2002, que incluye la participación de la comunidad chinampera de Xochimilco, la mejora de las condiciones de los canales y la ubicación, con pequeños sensores, de ajolotes nativos que aún viven en el sitio.

 

Para conservarlos es necesario rescatar los canales; antes vivía en cuerpos lacustres en el Valle de México, pero éstos han sido entubados porque no se ha afrontado de forma adecuada el problema del agua, detalló Zambrano.

 

Para desarrollar la estrategia, el científico y sus colaboradores del Laboratorio de Restauración Ecológica del IB iniciaron un estudio que detectó la desaparición de ajolotes jóvenes y de huevecillos.

 

Primero se buscó en qué parte del ciclo morían y se encontró que dos especies introducidas en la década de los 60, las carpas y las tilapias, eran las responsables. Las primeras se comen a los renacuajos y a los huevecillos; las segundas, por su parte, consumen las plantas acuáticas, donde aquéllos se desarrollan.

 

Se ha trabajado varios años con los chinamperos para sacar a esos peces de los canales, favorecer el desarrollo de los ajolotes y la mejora de las condiciones hídricas, explicó.

 

Tras detectar que la población nativa de esos anfibios se redujo 10 veces entre 2004 y 2008, pasando del riesgo a la inminente extinción en estado silvestre, Zambrano inició una nueva etapa de investigación, que ubicó los sitios menos dañados de los canales que se convertirán en refugios para su reproducción.

 

Se pretende que vayan a esas zonas, pero los resultados de esta estrategia se conocerán hasta dentro de cinco años, advirtió.

 

En cambio, la estrategia de restauración integral permite la sobrevivencia de aquéllos existentes en los canales y que, al mejorar las condiciones de su hábitat, podrán reproducirse de forma natural.

 

“Para estudiar a la población nativa se identificaron algunos ajolotes y se les dio seguimiento; ahora se tiene una primera descendencia y se observará su reproducción en los refugios naturales”, señaló.

 

Seleccionado al programa Leopold Leadership Fellows

Por la orientación de su investigación, que promueve la restauración ecológica y el trabajo conjunto con la comunidad de Xochimilco, Luis Zambrano es el segundo mexicano (la primera fue Patricia Balvanera, del Centro de Estudios en Ecosistemas) en ser seleccionado por el programa Leopold Leadership Fellows de la Universidad de Stanford, que promueve en Estados Unidos la comunicación e interacción directa entre científicos del área ambiental y la sociedad.

 

“La experiencia con los chinamperos ha sido fundamental para este trabajo; respetamos el conocimiento que tienen del ajolote y de los canales, y hemos realizado acuerdos y labores conjuntas para promover la restauración de los canales”, acotó.

 

El trabajo del universitario ha merecido menciones en prestigiados medios de Estados Unidos como la revista Science, el periódico The New York Times y la agencia de noticias AP.

 

Ojalá el interés que ha despertado el ajolote y este trabajo en otros países ocurra en México, donde pasó de ser una especie emblemática a un animal que no interesa a la población, aunque su extinción es casi inminente”, concluyó.

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Foto 01

 

Para conservar al ajolote, Luis Zambrano, del IB de la UNAM, inició un proyecto que incluye la participación de los chinamperos, la mejora de los canales y la ubicación, con sensores, de los anfibios.

 

Foto 02.

 

El ajolote era considerado, por los aztecas, hermano gemelo de Quetzalcóatl; tiene una tradición cultural que hoy se ha convertido en indiferencia, pese a ser una especie de interés para científicos extranjeros.