Boletín UNAM-DGCS-120
Palacio de Minería
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EN LOS PRIMEROS AÑOS DE UNA RELACIÓN
NO SE DETECTA
En los
primeros años del noviazgo o matrimonio, la violencia se manifiesta con
frecuencia, aunque no con golpes, sino de manera silenciosa, destacó la
investigadora de
En
La
académica explicó que cuando se inicia una vida en común, los individuos pueden
padecer o cometer atropellos sin siquiera percatarse, pues olvidan que los
aspectos psicológicos, sexuales o materiales son otra forma de infligir daño.
“La
violencia es la manera que tiene cada persona de imponer normas, puntos de
vista, valores y expectativas sobre cómo debería funcionar la otra persona”,
definió la académica.
Además –apuntó– la crueldad contra un ser cercano puede ser cosa de
una vez o algo repetitivo; en ninguno de los casos se justifica la propensión a
denigrar.
El abuso
puede ser emocional, verbal o físico, pero también se manifiesta en conductas
controladoras, como cuando arbitrariamente se aísla a la pareja de su familia o
amigos.
Más allá
de los golpes, hay variantes obvias de este tipo de excesos, como romper
objetos de valor emocional del compañero o forzar a actos sexuales sin
consentimiento. Aunque, subrayó
La frase
“¿qué tanto es tantito?” es una de las más perjudiciales, explicó la
especialista, pues lleva a los involucrados a incurrir, inadvertidamente, en
conductas deplorables y fuera de proporción, añadió.
En la
última encuesta del INEGI (de 2006), se reveló que en el Distrito Federal, el 80
por ciento de las parejas reportó haber sido violentada, que siete por ciento
de los hombres han sido maltratados y que 40 por ciento de las mujeres, se han
sentido ultrajadas emocionalmente.
Este
índice resulta alarmante si se considera que, en el país, la violencia es la
tercera causa de disminución del número de años saludables femeninos, apenas
por debajo de la diabetes y los problemas de parto.
También,
las circunstancias determinan la conducta; por ejemplo, el “empoderamiento”
de la mujer ocasionalmente genera conflictos, pues altera la visión tradicional
del matrimonio y con frecuencia genera sentimientos adversos por parte del
hombre.
Tania
Generalmente,
la violencia es un asunto privado y el hogar es el lugar donde se repite con
mayor frecuencia. Por ello, si se presenta una discusión, se recomienda tomar
una caminata para aclarar la mente y pensar con serenidad; no refugiarse en el
alcohol o drogas; hablar con alguien de confianza, y no culpar a la pareja de
lo sucedido.
Lo más
importante es establecer comunicación, pues “si no se expresa lo que se siente,
el silencio se convierte en la peor amenaza”, concluyó la especialista.
Reeducación
masculina para evitar la violencia
Si se
responde a la violencia con violencia se provoca “más” daño del que se piensa.
Si al ser agredidos se contesta de la misma manera, se corre el riesgo de que
la irascibilidad aumente y ésta, después, genere consecuencias irreparables,
aseguró
En el
marco de las Jornadas Juveniles de
Algunos
sujetos, explicó, al sentirse atacados, sólo piensan en desquitarse en el mismo
tenor o en uno peor. Por ello, resulta indispensable impulsar la educación por
la paz y promover la igualdad y equidad entre todos, pues éstas son condiciones
necesarias para resolver diferencias.
En el
Auditorio Cuatro del Palacio de Minería, la especialista detalló que las
experiencias obtenidas a partir de cursos-talleres para hombres violentos han
dado buenos resultados, lo que pone de manifiesto la utilidad de la reeducación
emocional.
Muchos varones
que participaron en ese proyecto llegaron después de que la esposa o compañera
los denunciara, y la mayoría lo hizo voluntariamente. “Los individuos que
llegan a estados extremos buscan ayuda cuando son conscientes de sus actos”,
explicó Reyes.
La
especialista precisó que las personas que asisten a estos grupos aprenden a controlar
sus impulsos, principalmente de ira, pues ésta, al avivarse, se materializa en actos
violentos. Estos progresos se deben, aseveró, a la reconceptualización de
significados a través de los niveles cognitivos, emocionales y conductuales.
Los
resultados arrojados por este tipo de iniciativas son favorables, pues “al
reeducarse, los hombres dejan de incidir en conductas violentas”, concluyó.
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Foto 01.
Tania
Foto 02