Boletín UNAM-DGCS-118
Ciudad
Universitaria
Pie de foto al final del boletín
INVESTIGAN EN
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El origen de las proteínas que expulsan los
derivados de ese elemento de las células es ancestral, dijo Héctor Riveros
Rosas, de
·
Esos biopolímeros, que contrarrestan los efectos
del Cr, no se originaron por contaminación antropogénica y han estado en la
naturaleza desde hace mucho tiempo
·
Ese metal es altamente tóxico y puede causar
daños irreparables a nivel celular, como estrés oxidativo y alteraciones en el
ADN, explicó el científico
El origen de las
proteínas que expulsan cromatos –sales derivadas del cromo (Cr)– de las células
es ancestral y poseen un importante potencial como herramienta de
biorremediación, según se concluyó tras investigaciones del científico del
departamento de Bioquímica de
Los trabajos se enfocan
al estudio de las proteínas transportadoras ChrA, que expulsan a los cromatos
de las células y evitan que provoquen daños como estrés oxidativo y
alteraciones al ADN. La investigación se realiza en colaboración con
Asimismo, Riveros Rosas
y su grupo demostraron que estos biopolímeros, que proporcionan resistencia a
los efectos del cromo en las células, no se originaron por la contaminación
antropogénica, como se pensaba, sino que han estado presentes en la naturaleza
casi desde el origen de las primeras células, lo que no es extraño si se
considera que el Cr es el séptimo elemento más abundante en el planeta.
Además, se identificaron
dos tipos principales de proteínas ChrA, así como una decena de subtipos, que
representó un gran hallazgo, pues permite poner en perspectiva a las pocas
caracterizadas hasta ahora, así como entender las relaciones entre éstas y su
evolución.
Las investigaciones
sobre el cromo son importantes, pues se trata de un elemento abundante en la
naturaleza, altamente tóxico y puede causar daños irreparables a nivel celular,
porque produce estrés oxidativo, y alteraciones en proteínas y ADN, lo que
puede impedir la expresión de los genes, derivar en mutaciones o cáncer,
explicó el científico.
Antes se pensaba que ese
elemento era fundamental y además, es utilizado en medicamentos para
contrarrestar la diabetes y algunos inhibidores del apetito, bajo el nombre de
picolinato de cromo; sin embargo, no deja de ser tóxico y su empleo es
controversial.
Otra de las aportaciones
del grupo de Riveros ha permitido establecer estrategias de biorremediación,
pues en algunos ambientes contaminados por cromo se pueden introducir bacterias
reductoras de cromatos que contengan
Esto tendría utilidad en
ríos y lagos contaminados con desechos industriales, como los generados en el
curtido de pieles, un problema importante en la región centro del país.
Actualmente, el
universitario compara las distintas secuencias de proteínas ChrA y otras
asociadas, para encontrar información adicional que permita mejores
experimentos y la comprensión, función y evolución de este grupo de biopolímeros.
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Foto 01.
Se pueden
introducir bacterias reductoras de cromatos con la proteína que, al ser
resistente al cromo, puede reducir ese elemento, volverlo insoluble y
descontaminar, por ejemplo, cuerpos de agua como lagos, explicó Héctor Riveros,
de