14:00 hrs. 6 de Febrero de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-075

Morelia, Michoacán

 

 

Ana Burgos

 

Gerardo Bocco 1

 

Gerardo Bocco 2

 

Gerardo Bocco 3

 Pie de foto al final del boletín

 

ADVIERTEN ACADÉMICOS DE LA UNAM SOBRE SITUACIÓN CRÍTICA QUE VIVE LA CUENCA BAJA DEL RÍO BALSAS

 

  • Impulsan en Michoacán proyecto sobre manejo comunitario del agua, lo que podría ser replicado en otras partes del trópico seco del país
  • Se desarrolla en 12 comunidades de La Huacana y Churumuco, dos de los municipios de mayor marginación en México
  • Carlos Arámburo explicó que la creación del campus de Morelia responde a la vocación de descentralización de la actividad científica y académica de la UNAM

 

Ante la situación crítica que se vive en la cuenca baja del Río Balsas por el acceso al agua, tanto en cantidad como en calidad, académicos del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) del campus Morelia de la UNAM impulsan un proyecto piloto de carácter transdisciplinario en las comunidades rurales del trópico seco en Michoacán.

 

En conferencia, presidida por el coordinador de la Investigación Científica de esta casa de estudios, Carlos Arámburo de la Hoz, la encargada del departamento de Vinculación del CIGA, Ana Laura Burgos Tomadú, subrayó que se trata del primer sitio donde se realizan desarrollos de esta naturaleza y que podrían ser replicados en otras regiones del trópico seco del país.

 

 

El proyecto Manejo comunitario del agua en el trópico seco michoacano, se aplica en 12 comunidades o ejidos de La Huacana y Churumuco, dos de los municipios con mayor marginación en México, con una población de entre 50 mil y 70 mil habitantes, en una superficie de alrededor de 40 mil hectáreas.

 

Por sus alcances, podría beneficiar a 17 municipios de la entidad, todos de alta y muy alta marginación. Se trata de ayuntamientos extensos y focos de expulsión de personas hacia Estados Unidos.

 

El impacto económico de este proyecto es importante, pues el agua no sólo estructura los procesos ecológicos, los ritmos de animales y plantas, además las actividades humanas y la ganadería dependen del abasto del líquido, dijo la académica de la UNAM.

 

Hasta el momento, detalló, se cuenta con una inversión de alrededor de siete millones de pesos; en el proyecto participan la Fundación Río Arronte; instancias federales, estatales y municipales, y asociaciones civiles.

 

El tema del manejo del agua es de suma importancia en el país; además, se trata del principal problema que viven las comunidades de esa región, comentó.

 

Por su parte, el director del CIGA, Gerardo Bocco Verdinelli, coincidió que en las colectividades aledañas a la cuenca del Balsas se vive una situación crítica por el líquido; además, aún no se sabe cómo afectará a la región el escenario de cambio climático.

 

El objetivo del proyecto es identificar, resolver y prevenir conflictos vinculados al recurso, consolidar las bases organizativas de las comunidades, el manejo de conocimiento, la adquisición de habilidades y el desarrollo de relaciones interinstitucionales.

 

La solución a esos problemas requiere la conjunción de estrategias de investigación, que sobrepasan las formas tradicionales de hacer ciencia, pues se debe involucrar a actores locales, instituciones de gobierno y otros grupos sociales, opinó.

 

Entre las estrategias planteadas destacan: realizar un inventario de pozos y manantiales en la región, perforar pozos profundos en localidades con agua escasa, e implementar sistemas de riego complementarios en la época húmeda, para garantizar al menos una cosecha agrícola.

 

Por su parte, el coordinador Carlos Arámburo, explicó que la creación de este campus, como otros en varias entidades, responde a la vocación de descentralización de la actividad científica y académica que desarrolla la UNAM a partir de la década de los 80; además, se busca su consolidación, así como la formación de recursos humanos de alto nivel, la vinculación y la divulgación del conocimiento en diversas partes del país.

 

Este campus, relató, inició funciones a finales de 1996, con la instalación de un departamento del Instituto de Ecología. Posteriormente, se incorporó un número importante de académicos y, en la actualidad, alberga, además del CIGA, a los centros de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco) y de Radioastronomía y Astrofísica, así como una unidad del Instituto de Matemáticas.

 

Cuenta con alrededor de 130 académicos y está asentado en unas 12 hectáreas; asimismo, tiene un terreno adicional en el que se construye un jardín botánico.

 

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Foto 01.

 

Gerardo Bocco, Carlos Arámburo de la Hoz y Ana Burgos, en gira de trabajo por Morelia, presentaron el proyecto Manejo comunitario del agua en el trópico seco michoacano.