06:00 hrs. 28 de Enero de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-056

Ciudad Universitaria

 

 

Rodolfo Nava Hernández

Pie de foto al final del boletín

PRESENTAN ESTRÉS LABORAL, 30 POR CIENTO DE LOS EMPLEADOS

 

·        Los hombres y la población joven son más proclives, afirmó el profesor de la Facultad de Psicología, Jesús Felipe Uribe Prado

·        Se presenta en trabajadores de todos los niveles, desde altos mandos hasta operativos y técnicos, añadió el académico de la Facultad de Medicina, Rodolfo Nava Hernández

·        Este trastorno puede ocasionar distracciones, mermas, fugas de autoridad y de responsabilidad, sostuvo el especialista en administración de organizaciones, Francisco Solares Altamirano

 

Se estima que en cualquier ambiente de trabajo, al menos 30 por ciento de los empleados presentan el síndrome burnout o estrés laboral, y de éstos, los más proclives son los hombres y la población joven, afirmó el profesor de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Jesús Felipe Uribe Prado.

 

A su vez, el docente de la Facultad de Medicina (FM), Rodolfo Nava Hernández, mencionó que antes se pensaba que los únicos individuos con problemas de salud derivados de la exposición a factores de estrés, eran los altos ejecutivos y los trabajadores de niveles medios. Sin embargo, ahora se ha encontrado una variedad de padecimientos en todos los estratos laborales.

 

Ahora, casi cualquier actividad produce estrés. La falta de indicaciones y de estabilidad, los recortes de personal, las presiones financieras, del sindicato, de los empleados, de los clientes, y la rotación de turnos, entre otros, son factores que afectan la esfera biológica, psicológica y social, puntualizó.

 

¿Qué es el estrés laboral?

Para entender el estrés laboral, añadió Uribe Prado, se debe entender que el estrés es un fenómeno natural en todo organismo.

 

Es la respuesta a reacciones específicas en términos de estímulos y, en ese sentido, puede ser positiva o negativa, abundó. En el primer caso, hace responder de manera asertiva a estímulos que sorprenden, como estar alerta en caso de un temblor; en cambio, el efecto nocivo provoca daños biológicos y frustra cualquier actividad de respuesta.

 

Concretamente, el laboral tiene que ver con la estimulación dentro de un sistema de trabajo.

 

Existen hipótesis relacionadas: la biológica dice que es normal, la médica lo considera desfavorable, y la psicológica afirma que puede ser bueno o malo, en función de la manera como se procesa la recepción de los estímulos receptores, acotó el especialista en psicología del trabajo.

 

Esta tensión está tan vinculada a la psique que, explicó, en términos de percepción los empleados pueden apreciar de diferente manera a su jefe. A algunos podría provocarles temor, a tal grado de temblar cada vez que lo ven; a otros, puede causarles ira o admiración.

 

Un trabajador activo, que siempre busca innovaciones, laboralmente es eficiente, pero también está expuesto en mayor medida a situaciones de estrés. Por su iniciativa y la toma de riesgos, el organismo responde a tensiones, y los resultados derivan en enfermedades cardiovasculares y emocionales, subrayó.

 

El problema del estrés, puntualizó, es que sigue una espiral viciosa, pues puede generar otros problemas como infartos, diabetes, hipertensión, insomnio y trastornos y sexuales.

 

El estrés laboral y la salud

En el trabajo, se puede estar expuesto a un estrés crónico o agudo, catalogado como grave, permanente y de todos los días, hasta la jubilación. Al principio, el ser humano se habitúa y lo controla, pero conforme se repite, puede ocasionar daños a la salud e incluso la muerte, indicó Nava Hernández.

 

En términos generales, acotó, la sintomatología consiste en dolores de cabeza frecuentes, problemas musculares sin causa específica, insomnio, irritabilidad o nerviosismo; después, se puede presentar gastritis, úlcera gástrica o neurodermatitis, infartos e hipertensión arterial.

 

Pese al panorama, en la Ley Federal del Trabajo no existe ninguna clasificación de enfermedad laboral derivada del estrés; de hecho, la única de tipo psíquico que se reconoce legalmente es la neurosis, no así la hipertensión, los infartos, la úlcera gástrica, las alteraciones del sueño y la dermatitis.

 

La falta de atención puede ser grave, si se considera que ese padecimiento es discapacitante y puede originar depresión profunda, incluso suicidio, alertó.

 

Sin embargo, aunque el empleado se ve preso de la ansiedad, evitará la incapacidad, pues los padecimientos derivados del estrés no son considerados como enfermedades, así que no se retribuirían los días inactivos como riesgo laboral.

 

Este trastorno provoca ausentismo, cuyo costo absorberán las empresas, pues cuando el empleado baja su rendimiento, impacta en la productividad; además, la condición de malestar puede ocasionar accidentes.

 

El clima laboral

El psicólogo consideró que se deben atender los sistemas productivos, actualmente orientados a la competitividad; los empresarios consideran que eso es trascendental, y enfocan sus esfuerzos a formar empleados con esa única meta.

 

Pero en términos de prevención, se ha descuidado el hecho que en un trabajo con ritmo globalizado, el empleado se expone a situaciones que le generan cansancio emocional; así, por las mañanas ya no se quiere levantar, se siente agotado y carente de motivación, apuntó.

 

Si a ello se agregan desfavorables condiciones en las oficinas, como falta de luz, ventilación o mobiliario inadecuado, el abuso de poder de los jefes y los conflictos entre compañeros, se formará un clima altamente negativo, puntualizó.

 

Al respecto, el académico de la Facultad de Contaduría y Administración (FCyA), Francisco Solares Altamirano, comentó que una persona con estrés laboral elevado se vuelve agresiva, irritable, tiene problemas de comunicación, ausentismo, baja productividad e incluso de adicción. Además, se pueden ocasionar distracciones, mermas, fugas de autoridad y de responsabilidad.

 

En sus esquemas clásicos, dijo, la administración contempla cuatro etapas: planeación, organización, dirección y control; en la última, se puede constatar si se ha logrado lo proyectado, y de qué modo afecta la tensión de un individuo al resto de la empresa.

 

Alternativas

Algunas formas para controlar el estrés, señaló Nava Hernández, tienen que ver con no estar expuesto a factores que lo desaten; también se debe dormir bien, hacer ejercicio, llevar una vida sana, evitar el alcohol, el cigarro y las drogas; tener una dieta baja en grasas y sal, y alta en proteínas y vegetales. Finalmente, dijo que no existen medicamentos ni bebidas para aliviarlo.

 

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Foto 01.

 

La falta de estabilidad, los recortes de personal, las presiones financieras y la rotación de turnos, entre otros factores, provocan estrés laboral.

 

 

Foto 02

 

El estrés es un fenómeno natural en todo organismo y, por tanto, todos los seres humanos están expuestos a él, señaló Jesús Felipe Uribe Prado, de la Facultad de Psicología de la UNAM.

 

 

Foto 03

 

En el trabajo, se puede estar expuesto a un estrés crónico y grave, dijo Rodolfo Nava Hernández, de la Facultad de Medicina.

 

 

Foto 04

 

Francisco Solares Altamirano, de la FCyA, indicó que una persona con estrés laboral elevado se vuelve agresiva, irritable, con problemas de comunicación, ausentismo, baja productividad y adicciones.