Boletín UNAM-DGCS-051
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ENCABEZAN
UNIVERSITARIOS, PROYECTO DEL OBSERVATORIO HAWC
¿Te imaginas un
observatorio formado por 900 contenedores llenos de agua cristalina, con el que
se pretende estudiar el cosmos para encontrar nuevos fenómenos y superar lo
realizado por observatorios actuales y
anteriores, y que sea comandado por universitarios?
HAWC (High Altitude Water
Cherenkov) es su nombre, y es un proyecto que inició su desarrollo en México,
con la participación de especialistas nacionales, quienes probaron que no
había mejor sitio para colocarlo que el volcán Sierra Negra, al oriente
del estado de Puebla.
Este desarrollo ha
reunido a un número importante de investigadores mexicanos de diferentes áreas,
como de los institutos de
Su antecesor, el
observatorio Milagro, ubicado en el
Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México, Estados Unidos, logró
identificar dos regiones inesperadas con exceso de rayos cósmicos, partículas
energéticas provenientes del espacio, que impactan la atmósfera terrestre,
reconocidas a través de cascadas de partículas secundarias.
Hasta antes de ese
descubrimiento, los científicos creían que esos rayos llegaban a
Más aún, en la
dirección donde se observan estas dos regiones no hay fuente astrofísica
conocida lo suficientemente cercana para que los rayos cósmicos que pudiese
emitir conserven su dirección. Incluso, para partículas no cargadas como
neutrones, la distancia de la fuente más inmediata es 13 veces mayor que la que
pueden viajar antes de decaer.
Una de esas regiones
está en dirección opuesta al movimiento de nuestro sistema solar, y sugiere una
relación con efectos desconocidos, causados por
Este descubrimiento de
Milagro ha sido catalogado, por el
Instituto Americano de Física, y
La investigadora del
Instituto de Astronomía de
Así, ahora HAWC será la
segunda generación del observatorio de rayos gamma, que consiste en un conjunto de 900 tanques, y superará en
tamaño y sensibilidad al anterior, “será 15 veces mejor que el proyecto Milagro, principalmente porque estará a cuatro
mil
Cuando los científicos
mexicanos –en particular el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica–
se enteraron que el volcán Sierra Negra era una posible sede para colocar el
nuevo proyecto, que competía con el Tíbet, en China, y Chacaltaya, en Bolivia,
realizaron estudios de sitio para evaluar su factibilidad; así, en julio de
2007, en el Congreso Internacional de Rayos Cósmicos, realizado en Mérida,
Yucatán, se decidió que el país sería el lugar ideal”.
Aunque está encargada
del desarrollo científico,
La construcción de HAWC inició con la instalación, en noviembre,
del primer tanque –financiado por
Así, cada vez más
mexicanos, en especial universitarios, se involucran en el proyecto, “queremos
estar a la par con los estadounidenses y tener la misma oportunidad de decisión
y aprovechamiento de datos”, dijo.
La siguiente fase
consiste en desarrollar los aspectos científicos; aquí, los especialistas del
Instituto de Física realizan parte de la instrumentación; los de Ciencias
Nucleares crean el software para la
simulación del observatorio y el análisis de datos, y el Instituto de Geofísica,
trabaja en el estudio de ráfagas solares.
Con esta nueva
herramienta para contemplar el universo, se pretende buscar materia oscura,
estudiar ráfagas solares y objetos astrofísicos, como destellos de rayos gamma y centros activos de galaxias,
además mirar la muerte de hoyos negros primordiales; incluso, lograr lo que no
se pudo con Milagro: entender esos centros
activos y hacer correcciones a la velocidad de la luz, pues se cree que ésta no
es constante, acotó.
Por su parte, el investigador
del Departamento de Física Experimental del Instituto de Física (IF), Rubén
Alfaro Molina, explicó que aunque en esta entidad están involucrados en
experimentos con aceleradores, el proyecto HAWC
representa una interfase entre lo que saben hacer y lo que se necesita
estudiar. “Esta parte de la astronomía no había sido explotada en el país, pues
requiere de técnicas de origen nuclear para la detección”.
El IF se encarga de
hacer el prototipo, que inició con la instalación del primer tanque; con ello,
se demuestra que México está a la altura del proyecto, sostuvo. “El próximo año
se espera concluir el desarrollo de la infraestructura, para colocar el resto
del arreglo original”.
Aunque el tanque no
está instrumentado al 100 por ciento, se realizaron algunas pruebas, y se ha
demostrado que “será el único observatorio de su tipo en el orbe, un
instrumento de primer nivel, al que se le adicionarán dos telescopios; será un
laboratorio de primer mundo, aseguró.
Finalmente, el
investigador del mismo departamento del IF, Ernesto Belmont Moreno, resaltó que
aunque parece primitivo utilizar un mar de tanques con agua pura como sistema
de detección de luz, la intensidad y el tiempo en el que se encontrarán los
destellos luminosos será información crucial.
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Foto 01
El proyecto HAWC será la segunda generación del
observatorio de rayos gama, que consistía en una alberca gigantesca y profunda,
señaló María Magdalena González, del Instituto de Astronomía.
Foto 02.
HAWC será
el único laboratorio de su tipo en el orbe, de primer nivel; aseguró el
investigador Rubén Alfaro, quien participa en el proyecto junto con Ernesto
Belmont, ambos del IF de