12:30 hrs. 25 de Enero de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-050

Ciudad Universitaria

 

 

Pie de foto al final del boletín

 

AFECTA LA FUSARIOSIS VASCULAR A UN GRAN  NÚMERO DE ESPECIES EN EL MUNDO

 

  • El patógeno es recurrente en vegetales importantes desde el punto de vista económico, señaló Elena Suárez Bonnet
  • El proceso de infección es complicado pues no se conoce a fondo cómo el hongo ataca a la planta
  • El  clavel es la flor de corte más importante del planeta y Colombia es su principal productor y exportador

 

La fusariosis vascular —padecimiento recurrente en plantas como el clavel— se propaga rápidamente a nivel mundial y afecta a muchas especies vegetales importantes desde el punto de vista económico, aseveró Elena Suárez Bonnet, del Programa de Producción y Protección Vegetal del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba, España.

 

Al dictar en la UNAM la conferencia Fusariosis vascular del clavel. Control de la enfermedad y caracterización racial del patógeno

, señaló que el proceso de infección suele ser complicado, pues no se conocen aún todos los mecanismos con los que el hongo infesta a la planta. La adhesión del patógeno a los tejidos, la invasión en el córtex de la raíz e incluso la adaptación en el entorno adverso que el vegetal crea son temas aún no esclarecidos.

 

En el auditorio del Jardín Botánico del Instituto de Biología, la investigadora precisó que existen diferentes cultivos afectados, como el melón, el plátano, el tomate y el espárrago.

 

Ante académicos e investigadores, comentó que los síntomas de la enfermedad son, generalmente, la epinastia (curvatura de las hojas de la planta), retraso en el crecimiento del vegetal, amarillamiento, marchitez progresiva de la fronda y el tallo, y coloración marrón en los cortes transversales de la planta en los vasos de xilema.

 

También se aprecia proliferación de hifas y formación de conideas en los tejidos axiales y vasculares, así como diferentes secreciones de factores de virulencia por parte del patógeno”, explicó.

 

De igual modo, destacó que existen diferentes genes implicados en la patogénesis de la fusariosis vascular o Fusarium oxysporum, necesarios para que la enfermedad se desarrolle en la planta; sin embargo, no son esenciales para que el padecimiento pueda cumplir su ciclo de vida en condiciones in vitro.

 

Algunos de estos genes, abundó, están involucrados en procesos relevantes como la degradación de la pared celular y de la cutícula, en la transducción de señales o en la producción de toxinas.

 

Por otra parte, expuso que el clavel de la familia de Cariophyllaceae, es la flor de corte más importante del mundo, y que Colombia es el mayor productor y exportador del orbe, con más de cuatro mil hectáreas dedicadas a ese cultivo.

 

Asimismo, indicó que la superficie nacional española de flor cortada es de 2 mil 745 hectáreas; de esta superficie, 70 por ciento corresponde al clavel, y de esta cantidad, 50 por ciento se sitúa en Andalucía.

 

Dentro de los padecimientos causados por microorganismos patógenos en el clavel están los fúngicos

como la roya de la flor, el marchitamiento por phialophora, tizón por alternaria, mancha foliar anillada del clavel, moho gris y pudrición por fusarium.

 

Para el control de la enfermedad se han propuesto diferentes métodos como la selección de variedades resistentes, control físico (vapor de agua, solarización de suelo) y químico, (desinfectantes de suelo), lucha biológica con microorganismos antagonistas, uso de enmiendas orgánicas y control integrado, concluyó.

 

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Foto 01.

 

La doctora Elena Suárez Bonnet señaló que el padecimiento se propaga rápidamente y no sólo ataca a flores como el clavel, sino a cultivos de melón, plátano, tomate y espárrago, entre otros.