Boletín UNAM-DGCS-039
Ciudad
Universitaria
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EN MÉXICO LOS
NIÑOS HABLAN E INTERACTÚAN MÁS QUE LAS NIÑAS
En contra de la
creencia popular, en México los niños hablan más que las niñas, tienen mayor
riqueza de vocabulario e interactúan más, aseguró la encargada del Laboratorio
de Infantes, Cognición y Lenguaje de
Sin embargo, señaló la
investigadora, las pequeñas poseen otro tipo de habilidades, como ser más
cumplidas con sus obligaciones escolares y organizadas en su entorno.
Ambos factores se
relacionan con el ambiente familiar, la educación en las escuelas y las
expectativas que se tienen respecto a cada género dentro de las mismas.
De hecho, un estudio
realizado por una universidad de Estados Unidos, reveló que ellos hablan
nueve veces más que ellas en los salones de clase, y se les alienta para que lo
hagan.
Alva Canto comentó que
se sabe que los niños y niñas, hasta los seis años, producen un vocabulario de aproximadamente
10 mil 600 palabras; que los primogénitos tienen mejor lenguaje que el resto de
sus hermanos, y que el padre tiene mayor impacto en el desarrollo de la
locución del pequeño, tanto en las habilidades generales de la lingüística como
en el léxico. Además, la académica de
No es cierta la creencia
de que todo, incluso el buen uso del lenguaje, se aprende en las aulas, pues se
ha observado que mientras los padres educados son proclives a apoyar a sus
hijos en casa y enseñarles vocabulario, los adultos que no han estudiado utilizan
la mayor parte de su léxico para darle instrucciones a los pequeños y no para
comunicarse con ellos, indicó.
Estos resultados son
parte de las investigaciones realizadas en el Laboratorio de Infantes de
La catedrática detalló que éste es el primer laboratorio, a nivel
nacional, que desarrolla un equipo que aborda el Paradigma Intermodal (con el
que se explora el aprendizaje de la lengua de infantes de entre 12 y 36 meses
de edad), y agregó que ahí se llevan a cabo investigaciones que
contribuyen a identificar cómo los bebés aprenden a hablar, pues “tradicionalmente”
se pensaba que lo hacían al pronunciar su primera palabra, “pero esto no es
real”.
Aunque
Es precisamente en la
observación donde radica el secreto de una mejor adquisición del lenguaje pues,
como señala el también colaborador Omar Abad González Aguirre, por
inadvertencia de los padres, en muchas ocasiones los infantes son
tratados como tontos y no se les habla con propiedad, lo que tiene
consecuencias, pues no se pone atención a las necesidades que manifiestan ni a
los mensajes que transmiten.
En este sentido, Alva
Canto explicó que la investigación que se realiza en el Laboratorio de
Infantes se centra en el estudio de la adquisición de la lengua materna y su
desarrollo durante los primeros años de vida. Actualmente, se tienen
registrados a mil 900 niños en la base de datos, pero esta cantidad no resulta
suficiente, pues para cada estudio se requieren entre 100 y 120 menores, expuso.
Alva Canto, quien
también es presidenta de
Al hablar de la
importancia que tiene la labor realizada en
Por ello, con este
tipo de proyectos, México aporta una base de datos que contribuirá a una mejor
comprensión del desarrollo que tienen los bebés mexicanos en esta materia,
concluyó.
Por otra parte, Alberto
Falcón y Cynthia César dijeron estar sorprendidos por la respuesta que
han tenido los padres ante este tipo de estudios, pues incluso en universidades
como Harvard y Oxford, en las que tienen lugar actividades similares, éstos no
han mostrado la misma respuesta. “Los papás mexicanos son más participativos”.
Hernández Reyes expresó que el proceso para que los infantes
tomen parte en los estudios es simple: se agenda una cita entre alguno
de los padres, el hijo y uno de los experimentadores, no sin antes explicarle a
los progenitores en qué consiste su participación y aclarar que el bebé
permanecerá con ellos todo el tiempo. La visita al Laboratorio dura aproximadamente
45 minutos.
Se realiza una
entrevista breve que consiste en responder un cuestionario sobre el vocabulario
del infante y otro sobre la situación social y datos generales del pequeño,
información que se maneja de forma confidencial.
Posteriormente, el
familiar, el menor y el responsable, se trasladan a la cabina de
experimentación, donde se realizará el proceso, que puede enfocarse en tópicos
como: categorización perceptual en infantes; efecto de tipicidad en la
categorización de palabras; comprensión del género gramatical de los
sustantivos; uso de claves fonológicas, y generalización de palabras nuevas en
eventos de movimiento, entre otros. Al concluir los ejercicios, el experimentador analiza resultados y los
agrega a la base de datos para incorporarlos en las investigaciones en curso.
Los datos obtenidos a
lo largo de los años han servido para la elaboración de publicaciones
como un diccionario graduado para escolares y los títulos Cómo usan los niños las palabras, La producción del lenguaje de niños mexicanos. Un estudio transversal
de niños de cinco a 12 años y Del
universo de los sonidos a la palabra.
Por todo esto, Alva
Canto asegura que
La labor continúa,
pues como señala la también estudiante de doctorado e integrante del
Laboratorio de Infantes, Cynthia
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Foto 01
Las
investigaciones que tienen lugar en el Laboratorio de Infantes buscan entender
cuáles son los procesos que hacen posible la adquisición del lenguaje.
Foto 02.
El equipo,
encabezado por