13:30 hrs. 9 de Enero de 2009

  

Boletín UNAM-DGCS-018

Ciudad Universitaria

Carlos Gay García

Pie de foto al final del boletín

LOS CASCOS POLARES CON TEMPERATURAS SIMILARES A LAS QUE TUVIERON HACE 125 MIL AÑOS

 

 

El cambio climático es un hecho, y no hay controversia entre científicos, ese es un mito; la mayoría de los investigadores concuerdan que este fenómeno se debe, principalmente, a la actividad del hombre, aseguró el director del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM e integrante del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), Carlos Gay García.

 

En el IV Informe del IPCC, donde participaron universitarios de la Facultad de Medicina y del Instituto de Ingeniería, entre otros, se planteó que la última vez en que las regiones polares estuvieron significativamente más calientes que en la actualidad, fue hace 125 mil años, lo que implicó el derretimiento del hielo y provocó el aumento del nivel de mar, entre cuatro y seis metros.

 

Entonces, dijo, la temperatura era dos grados más caliente que ahora, y el nivel marino estaba entre cuatro y seis metros por arriba del actual.

 

 

Además, la emisión de gases de efecto invernadero provocará consecuencias en la atmósfera, pues se convertirán en concentraciones que estimularán el incremento de la temperatura, añadió.

 

Sin embargo, ello no significa que cuando se rebasen los dos grados los océanos aumentarán de inmediato, pues a la naturaleza le toma tiempo reaccionar; pero si el planeta se mantiene en ese rango por un periodo suficientemente largo, así ocurrirá, pues se daría tiempo a los glaciares –como los hielos de Groenlandia y la capa occidental de hielo del Polo Sur– de fundirse, afirmó.

 

Por ello, indicó en el IPCC (organismo que en 2007 fuera merecedor del Premio Nobel de la Paz, junto con el ex presidente de EU, Al Gore, por sus contribuciones para contrarrestar el cambio climático), este fenómeno provocará transformaciones, y no debe verse con pasividad.

 

La situación es un reto para los mexicanos y no se puede considerar como una novela de ficción; “los posibles escenarios que se presentarán en nuestro territorio para el 2080, es que algunas zonas se calienten entre uno y cinco grados”, alertó.

 

Por su parte, Edmundo de Alba Alcaraz, también integrante del IPCC, destacó que la modificación del clima es el mayor problema de la humanidad en el presente siglo, “no es que se viva un periodo interglaciar, pues la elevación de gases efecto invernadero ocurre por la quema excesiva de combustibles”.

 

Además, planteó que el incremento global de esos fluidos se debe, primordialmente, al uso de carburantes de origen fósil y al cambio de suelo (deforestación); por ello, aumentará un grado la temperatura atmosférica, lo que a su vez, provocará graves consecuencias en el planeta.

 

Mediante el estudio de los núcleos de hielo, se comprobó que las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) nunca habían excedido las 300 partes por millón en los últimos 650 mil años; en ese lapso han ocurrido alrededor de siete periodos interglaciares, lo que origina el calentamiento de la Tierra y, por tanto, se acentúan los gases termoactivos en la atmósfera, explicó.

 

“Sin embargo, la elevación y acumulación no evidencian que se viva en un periodo interglaciar, más bien se dan por la quema excesiva de combustibles fósiles”, aseguró el vicepresidente del grupo de trabajo II del IPCC.

 

En consecuencia, la temperatura podría elevarse entre 1.8 y cuatro grados centígrados en el presente siglo; aún si se mantuvieran las emisiones registradas en el año 2000, aumentaría más de un grado.

 

Al variar la magnitud de calor superficial promedio del planeta, sucederán fenómenos que afectarán el clima: si disminuye uno o dos grados iniciaría una glaciación, y entonces la parte norte de la Tierra quedaría debajo de una capa de kilómetros de hielo, señaló.

 

En contraparte, si el calor aumenta, ciertas condiciones de vida cambiarían de manera dramática: con tan sólo un grado más desaparecerían los corales marinos, fenómeno conocido como blanqueamiento; además, el hielo ártico se derretiría en el verano hacia fin de siglo.

 

Las temperaturas extremas y las precipitaciones serán más frecuentes, “ya se empezaron a notar con fenómenos como la ola de calor que ocurrió en París, hace tres años, donde murieron más de 36 mil personas”, acotó de Alba, licenciado en Física por la UNAM.

 

Según mediciones instrumentales realizadas entre 1995 y el 2006, de los últimos 12 años, 11 han sido los más calientes. En consecuencia, los glaciares están desapareciendo, y los primeros que sufrirán las consecuencias serán los habitantes de regiones tropicales como Ecuador y Bolivia.

 

De la era preindustrial hasta el presente, el clima se ha elevado poco más de 0.6 grados, lo que afecta directamente a los arrecifes, se empieza a reducir el rendimiento de las cosechas, y desaparecen las nieves de las montañas, dijo.

 

Si se elevara cuatro grados, la escasez de agua sería palpable y un número creciente de especies se extinguirían, pues serían incapaces de adaptarse. Además, se presentarían fenómenos como tormentas intensas, incendios forestales, sequías e inundaciones.

Quizá se derretiría el hielo de Groenlandia y el nivel promedio del mar aumentaría unos seis metros; además, los huracanes se intensificarían, se moverían hacia el norte y llegarían más lejos. “Ante el panorama, el reto será enfrentar cambios abruptos a gran escala”, mencionó.

 

El asesor del Instituto Nacional de Ecología, destacó que para detener los efectos sería necesario reducir entre 70 y 80 por ciento las emisiones contaminantes, pero en el Protocolo de Kyoto sólo algunos países acordaron disminuirlas.

 

Estados Unidos no aceptó el convenio, aunque es la nación que genera el 45 por ciento del total de emisiones mundiales. Por su parte, México produce el 1.5, cifra mayor a la de Francia, España e Italia, países industrializados que ya aceptaron el pacto.

 

 

-o0o-

 

 

Foto 01

 

El cambio climático no se debe a un periodo interglaciar, y el incremento de gases efecto invernadero ocurre por la quema excesiva de combustibles, aseguró Edmundo de Alba, integrante del IPCC.

 

 

Foto 02

 

Para detener los efectos del cambio climático sería necesario reducir entre 70 y 80 por ciento las emisiones contaminantes, señalaron expertos en el IV Informe del IPCC.

 

 

Foto 03.

 

No se puede considerar al calentamiento global como una novela de ficción, pues la temperatura en algunas zonas mexicanas podría incrementarse hacía el 2080, entre uno y cinco grados, alertó Carlos Gay, director del CCA de la UNAM.