Boletín UNAM-DGCS-009
Ciudad
Universitaria
EN MENOS DE 50
AÑOS PODRÍA DESAPARECER SISTEMA ARRECIFAL VERACRUZANO
·
El cambio climático, la contaminación, el
turismo a gran escala y la sobrepesca, factores
principales, advirtió el académico de la FES Iztacala, Guillermo Horta-Puga
El cambio climático, los elevados niveles de contaminación, el turismo
a gran escala, la sobrepesca, y el mal manejo de la
zona costera y de las cuencas hidrológicas, ponen en riesgo el sistema arrecifal veracruzano y podría desaparecer en menos de 50
años, advirtió el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES)
Iztacala de la UNAM, Guillermo Horta-Puga.
El especialista quien por más de 20 años ha estudiado los arrecifes de coral para
determinar el estado de salud de esos ecosistemas, determinó que el de Veracruz
tiene concentraciones de metales pesados como el plomo, superiores a los
límites permitidos por las normas oficiales mexicanas, y níquel, proveniente de
la quema de carbón en plantas termoeléctricas.
Se trata de un proceso de contaminación que no es reciente, pues está
documentado desde 1830. Desde entonces, los niveles del primer elemento han
aumentado de manera considerable, sobre todo por el uso de gasolinas con plomo,
puntualizó.
Asimismo, se detectaron niveles elevados de bario, asociados al cambio
de uso de suelo en la planicie costera del estado, y al uso de barita, en las
plataformas de extracción de petróleo del Golfo de México, dijo el integrante del
Laboratorio de Biogeoquímica de la Unidad de Biología, Tecnología y Prototipos
(UBIPRO) de la FES Iztacala.
Otro resultado importante de las investigaciones fue que, en promedio,
en el Sistema Arrecifal Veracruzano, la cobertura de
coral vivo es del 19 por ciento; menos de la cuarta parte del fondo disponible,
cuando en teoría debería tener el 100, o una aproximación.
Se trata de un problema trascendente, pues según algunos estudios
previos en la década de los 60, la cobertura era del 35 por ciento, lo que
indica que en 40 años ha habido una reducción de casi 60 por ciento. “Es como
si se exterminara, de una temporada a otra, a más de la mitad de los habitantes
de un lugar”, subrayó.
Asimismo, acotó Horta-Puga, al igual que en los humanos, existen diversas
afecciones que han dañado las poblaciones de coral; así, cerca del cuatro por
ciento de los existentes en Veracruz, presentan síntomas de alguna enfermedad.
Sin embargo, es aún más preocupante el fenómeno conocido como
“mortalidad parcial”; estos organismos pueden perder, por diversas causas,
parte de su cuerpo, “es como si una persona se quedara sin un brazo o una
pierna”, ejemplificó.
El 45 por ciento de los corales de esa entidad costera presentan esos
síntomas, y quedan desprovistos del 25 por ciento de su estructura, pues el
tejido se necrosa, se pierde, y difícilmente, es
recuperado.
No obstante, el equipo universitario (en el que además colaboran José
Luis Tello y
Por su ubicación frente al puerto, ese sistema se encuentra seriamente
amenazado por la actividad humana, en especial por la que se desarrolla en el
lugar, que implica el encallamiento, y vertido de combustibles y desechos de
petróleo al agua, señaló Guillermo Horta-Puga.
A lo anterior, se aúna el desarrollo urbano de la ciudad, que conlleva
a la producción de desechos domésticos y municipales, que también son arrojados
al mar, de forma directa o parcialmente tratados, lo que deriva en problemas de
eutrofización (enriquecimiento de nutrientes), que pueden llevar a la
transformación de arrecifes de corales en uno de algas.
Si se suma que en la zona desemboca el caudaloso río Jamapa, es elevada
la cantidad de sólidos en suspensión presente en el agua costera, pero en
particular en donde se localiza el sistema arrecifal.
Ello provoca que estas estructuras sean un ecosistema único, pues se
desarrollan en condiciones sumamente turbias, consideró.
Además, recalcó, las corrientes oceánicas pueden trasladar
contaminantes desde áreas costeras de Texas y Louisiana, en Estados Unidos; así
como de la región de Campeche, sobre todo de las zonas de extracción petrolera.
“Todo confluye para que el Sistema Arrecifal
Veracruzano sea considerado uno de los ambientes más contaminados en el Golfo
de México”, abundó Horta-Puga, quien recibió apoyo de la UNAM, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
para realizar sus investigaciones.
Mantener viva la biota de estos arrecifes coralinos es importante, pues
representa el ecosistema marino más diverso del planeta; un metro cuadrado de
superficie puede tener hasta cinco mil especies diferentes de seres vivos,
sostuvo el universitario.
Asimismo, son eslabones en la cadena migratoria. Las especies pueden ir
de un lado a otro a lo largo del Golfo de México (Campeche, Veracruz y Texas),
y establecerse de manera temporal, por lo que si se acaba con ellos, se romperá
ese ciclo, con un efecto negativo, pronosticó.
Ejemplares que cohabitan en un arrecife como peces, langostas y
caracoles, pueden ser utilizados como alimento, o posibles fuentes para la
elaboración de fármacos.
Además de su importancia estética, sirven de barrera natural contra el embate
de huracanes. Por ello, son ecosistemas que deben ser protegidos y conservados,
concluyó.
– o0o –
Foto 01
El sistema arrecifal veracruzano es uno de los ambientes más
contaminados en el Golfo de México, advirtió el académico de
Foto 02.
Mantener los
arrecifes es fundamental, pues conforman el ecosistema marino más diverso del
planeta, y sirven de barrera natural contra huracanes, señaló